Actualidad Feminazi

Contradicciones del Feminismo

Falso-Acoso infundido. El ser humano es sociable

Feminismo y Machismo en el lenguage

En huelga de hambre porque no puede pagar las tasas de selectividad de su hija

http://www.ideal.es/miugr/201506/17/huelga-hambre-porque-puede-20150617163116.html

O tragas cuanto se les ocurra, o eres un repugnante machista.

http://www.estandarte.com/noticias/autores/arturo-perezreverte-y-las-mujeres-feministas_1037.html

Arturo Pérez-Reverte

La ciencia desenmascara el feminismo radical

 

Gerhard Amendt. Investigador. Sociólogo.

Parece de Perogrullo, pero todos los estudios realizados en diferentes países y culturas concuerdan: la violencia doméstica física es cosa tanto de hombres como de mujeres, puntuando estas últimas incluso un poco por encima de los hombres (media 60% de los casos). Así nos lo dice el investigador Gerhard Amendt, cuyo exhaustivo estudio titulado Scheidungsväter —”Padres divorciados”—, traducido al inglés como “I did not divorce my kids” por la Chicago University Press, ha causado un gran revuelo en Alemania. En ese país, las llamadas Frauenhäuser (casas de acogida a mujeres maltratadas) no han dejado de aumentar a buen ritmo, sin que haya razón científica para ello, nos dice Gerahrd Amendt.

G.A.: —”Está demostrado que tanto hombres como mujeres son igual de violentos en el círculo de la familia, entre ellos así como contra sus propios hijos. Lo que está haciendo el Instituto de la Mujer alemán a través de las Frauenhäuser es politizar completamente el asunto y criminalizar al hombre sólo por serlo, es un auténtico lavado de cerebro lo que se hace en esas instituciones que choca contra la realidad de las cifras de la mayoría de los estudios. Es algo intolerable y propio de épocas oscurantistas la persecución a los hombres que se está llevando a cabo en países como España y Austria —nos dice—. En Austria, por ejemplo, ha aparecido una campaña televisiva pagada con dinero de todos los contribuyentes donde se muestra la naturaleza del hombre-padre como la de un animal agresivo y a la mujer como a la victima propiciatoria.

A: —¿Se refiere a la campaña “Verliebt. Verlobt. Verprügelt” de la TV pública austrica ORF?

G.A.: —”Exacto, y esto no tiene nada que ver con la ciencia, es pura caza de brujas contra los padres de familia. Hoy sabemos más que hace 20 años acerca de las condiciones de la pareja y la familia que desencadenan en violencia. Cientos de estudios en Canadá y los EEUU que dicen que las mujeres son tan violentas y agresivas como los hombres, y en algunos casos incluso recurren más ellas a la violencia corporal. En la fase de divorcio es cuando los episodios de violencia se producen con más frecuencia y las mujeres incurren más en ellos, a pesar de la publicidad institucional y el discurso de lo políticamente correcto que muestran la imagen contraria.”

Efectivamente, el estudio realizado en la ciudad alemana de Bremen, por ejemplo, por el equipo de nuestro invitado, no deja lugar a dudas, del 30% del total de los episodios de violencia que se dieron durante todo el tiempo de la relación, estos ocurrieron durante la fase de divorcio, de ese 30% un 60% fueron perpetrados inicialmente por la esposa/novia.

G.A: —”Fíjese que tanto en Alemania como en España, en estos Institutos de la Mujer, se mantiene que esta violencia es sólo ejercida por el hombre. ¿Qué le parece? Lo que están haciendo es encubrir a las mujeres violentas y provocar la ruptura definitiva, en vez de ayudar. Lo que nos preguntamos con este estudio es, entonces, ¿qué deberíamos hacer con las mujeres violentas y agitadoras y los hombres desprotegidos ante esta situación?”

“Los estudios realizados en los EEUU arrojan muy parecidos resultados. Así que ni un género es más culpable que el otro de la violencia, ni uno dice la verdad y el otro miente, como sostienen las feministas, sino que ambos recurren a la mentira, y ambos a la violencia. Ambos también puede llegar a unas posturas razonables y superar juntos los malos tiempos, y aquí es donde viene los intermediadores y los consejeros, para procurar bien una reconciliación o una separación de mutuo acuerdo y sin violencia, poniendo énfasis en un pasado que fue mejor, y que el hombre, el más perjudicado en estos casos, no tenga por qué perder sus hijos de manera irremediable. Lo que muestra el estudio americano como el nuestro, es que estos Institutos de la Mujer lo único que consiguen, en la práctica totalidad de los casos, es encubrir a la mujer violenta y en no poco, incitarlas a mostrar mayor agresividad contra sus parejas. La ayuda profesional y objetiva no está entre sus metas. Lo que hacen es convencerla de que ella, mujer, es una victima, contra la que el hombre y la sociedad ejercen su violencia. Como se ve no hay ayuda psicológica por ningún lado sino una persuasión política e ideológica extrema. Lo que hacen es el elevar el narcisismo de la mujer y que se sienta con superioridad moral contra el resto del mundo, una mezcla de elitismo de género y autovictismo. Estas casas de la mujer utilizan pues una retórica violenta y pseudocientífica anti-patriarcal. Y aún así, sostienen que es mejor los resultados que consiguen ellas que puedan conseguir consejeros y terapeutas profesionalmente entrenados de ambos sexos.”

“A partir de estos resultados evidenciados por una mayoría aplastante de los estudios, se sigue una consecuencia lógica: hay que cerrar las casas de mujeres, los institutos de la mujer y los Ministerios de Igualdad pues, lejos de ayudar a la separación amigable o la reconciliación, encubren la violencia fémina y provocan la criminalización del hombre. Recordemos además, que cuando el hombre golpea a la mujer, o ésta lo hace a éste, caso más probable, los hijos también suelen ser golpeados. Y niños apalizados, tanto por el hombre como por la mujer, serán en muchos casos, a su vez, violentos con sus familias. Exculpar a la mujer de todo sólo lleva a la perpetuación de la agresividad familiar transgeneracional”.

A: —¿Qué es entonces lo que necesitamos, de acuerdo a estos estudios?

G.A: —Pues necesitamos consejeros, terapeutas, mediadores profesionales en conflictos familiares profesionalmente formados, que ayuden a ver objetivamente la situación de violencia generada en la familia, que protejan a los hijos en caso necesario, no sólo de la violencia del padre, sino en muchos casos de la de la madre. Que ayuden a romper así el ciclo perpetuo de violencia que se transmite de una generación a otra. Necesitamos despolitizar todo este campo, y que expertos y gente de la universidad no tengan prohibida la libertad de pensamiento y puedan revelar los resultados de estos estudios científicos al público. Por supuesto, mientras sigan existiendo Institutos de la Mujer y Ministerios de Igualdad con una ideología feminista extrema, la situación se mantendrá sin mejora alguna”.

A: —Muy bien, Gerhard Amendt, gracias por esta entrevista.

Y a los lectores, encantados de que nos veamos por aquí de nuevo.

 

Fuentes: psicodinamicajlcacratasnew blogspot

 

 

No querer verlo también forma parte del problema

“Si nos organizamos los matamos a todos”

Muchas mujeres no quieren ver que existe un hembrismo, una misandria, una heterofobia, una lucha contra el hombre heterosexual.

Existen mujeres a las cuales no importa cuanto dialogue con ellas, no importa cuantas evidencias, pruebas o sucesos reales les muestre, ellas son capaces de negar el problema incluso teniéndolo delante. Y es que no hay mejor defensa que no existir. Si “no existe el problema” entonces “no se puede solucionar”, y de eso se trata, de hacernos creer que este problema hembrista no existe, para que nadie pueda solucionarlo.

Pongamos el ejemplo contrario. ¿Que ocurriría si un hombre insiste en que no existe el machismo? Seguro que terminaría tirado en el suelo con las piernas rotas.

Si nos organizamos, los matamos a todos. Feminista manifestándose.

Mujeres generando violencia contra el hombre, bajo el nombre del feminismo. Pero ¿que clase de feminismo es este? ¿a caso no existía un feminismo que luchaba por los derechos de las mujeres?

Pero el problema es aun mas grave, sabemos que este hembrismo se ha apoderado de las instituciones gubernamentales, de la institución de las fuerzas de seguridad como la policía, de las instituciones de justicia, etc. y lo ha hecho por la mayor parte del globo.

Si el machismo es violencia contra la mujer, sin duda alguna, el hembrismo es estructural contra el hombre.

No suficiente con esta gravedad, que también se han apoderado de los medios de comunicación para censurar los perjuicios que sufren los hombres, censurar sus propios radicalismos para no delatarse, difundir la falsa no existencia del hembrismo y definir el machismo como la mayor maldad posible sobre todas las cosas y que así nadie pueda mirar hacia otro lado y ver lo que sufren los hombres.

El feminismo ha generado una desigualdad de género que censura opiniones, una desigualdad dictatorial. El feminismo se ha convertido o infectado en una dictadura.

Montan redes ilegales de falsas denuncias para cobrar subvenciones, redes de asesinato de maridos para cobrar pensiones. Y todo esto es la punta del iceberg.

“Basta de machos, críalo marica”

La misandria y la heterofobia, son enfermedades mentales igual de graves que la misoginia, la homofobia, la pederastia.

Los problemas no se solucionan dándole la vuelta a la tortilla, eso solo genera mas problemas de otra índole. La mejor manera de solucionar los problemas es comerse la tortilla.

Vamos a imaginar por un momento, que hay una cantidad inmensa de mujeres que odian a los hombres heterosexuales, bien porque están enfermas o bien porque sufrieron y están enfermas. Ahora todas esas mujeres enfermas se reúnen, se estructuran, se organizan, crean movimientos, hacen presión, cambian leyes, crean leyes enfermas, cambian la justicia, crean una justicia enferma…

Pues lamento decirte que esto no es un ejemplo. Esto es real.

Basta de machos, crialo maricón. Feminista manifestandose.

Después de todo, explicaciones, pruebas, evidencias… Siempre habrá hembristas que nieguen el hembrismo.

El hembrismo misándrico se apodera de la policía

Entrada en Facebook de la Guardia Civil de Tomelloso

“Luchamos contra la Violencia de Genero, pero también contra las denuncias falsas”. Así comienza el post que la  Guardia Civil de Tomelloso (Ciudad Real) ha publicado en Facebook sobre una supuesta denuncia falsa de violencia machista formulada por una mujer. El texto, acompañado por un vídeo en el que una mujer golpe a un hombre y su vehículo, explica que la protagonista denunció a su compañero por malos tratos tras la grabación de esas imágenes.

El post ha recibido numerosas críticas por equiparar la gravedad de la violencia machista, con  14 víctimas mortales confirmadas en lo que va de año y miles de casos en todo el país, con las denuncias falsas, que según la memoría de la Fiscalía General del Estado en 2014 solo afecta al 0,010% de las denuncias por malos tratos.

Los comentarios de diversos usuarios han llevado a la propia comandancia en Tomelloso a aclarar que su post no pretendía poner “en ningún momento en duda la veracidad de las denuncias de violencia de género”, sino mostrar “un hecho que había ocurrido”. Sin embargo, ha mantenido publicado el contenido.

No es la primera vez que la Guardia Civil genera polémica por sus afirmaciones sobre violencia de género en redes sociales. En abril, el perfil oficial del cuerpo equiparó en Twitter la violencia de mujeres y hombres con la imagen del montaje de un cartel difundido por una organización que rechaza las leyes contra la violencia machista aprobadas en los últimos años en nuestro país. Las críticas obligaron a la Guardia Civil a retirar el tuit y pedir disculpas.

Fuente: http://www.eldiario.es/rastreador/Guardia-Civil-incidencia-violencia-denuncias_6_395170486.html

Tenemos que pedir disculpas. Siempre evitamos usar términos conspiranoicos como ‘matriarcado’. Pero si no es matriarcado ¿que es esto en lo que estamos? que alguien nos lo diga por favor. ¡Es una locura!

Podemos apreciar como el lobby hembrista que ha infectado nuestro país, también tiene secuestrada a la policía, que es la que se encarga de hacer justicia. La página de facebook de esta policía ya no existe.

Ahora es malo equiparar todo al machismo, porque el machismo es lo peor que existe, es peor que el infierno. No hay nada mas malo que el machismo. Ni siquiera que un hombre se suicide tras perder los niños, la casa, el coche, el trabajo y que le impongan una paga; que va, esto no es tan grave como el machismo, esto no es nada. (SARCASMO).

Cada día tenemos mas claro que el hembrismo se ha apoderado de las instituciones de nuestro país. Bienvenidos al Matriarcado. Si no ¿como deberíamos llamar a este desequilibrio moral y social que perjudica a los hombres? Claro, mejor decimos que no existe. Es “el plan perfecto del diablo”, hacernos creer que no existe.

Este hembrismo psicópata, misandrico, heterofóbico, que no existe pero se ha apoderado de nuestras instituciones, es perfecto si lo que se pretende es reducir la población. Ya que muchos hombres decidiremos ir por nuestro propio camino, y no casarnos nunca, ni depender de las leyes del sistema. O quizá emigrar a otro país donde no exista el hembrismo, pero que no exista de verdad, no como aquí, que no existe pero de mentira.

La violencia sobre la mujer en la estadística judicial: Datos anuales de 2014

El Observatorio del CGPJ no muestra las cifras de hombres implicados en cada tipo de terminación de las causas por VG (sobreseimientos, enjuiciados, condenados y absueltos), obligándonos a estimar una aproximación a ellos a partir de los otros muchos datos que si nos da en su informe, aunque en su nota de prensa para que la prensa los cacaree, solo da datos que hagan ver que la LIVG funciona, siendo la realidad todo lo contrario. Al final de este artículo se muestra y demuestra como la prensa llega a dar gato (87,7%) por liebre (30,2%)

En el año 2014 de las 98.426 causas abiertas tras 126.742 denuncias por presunta violencia de género (VG) aceptadas, solo 28.365 causas terminaron en juicio, condenando así 40.769 delitos y faltas a 9.558 hombres de los 141.468 delitos y faltas instruidos contra 33.167 hombres.

A continuación transcribo las cifras de la tabla resumen anterior, enlazándolas con la página del informe ofical del Observatorio CGPJ donde se encuentra cada una de ellas.

Las 126.742 denuncias VIOGEN aceptadas en el 2014 (Pág.1), dieron lugar a la instrucción de 11.404 faltas (Pág.5) y 130.064 delitos (Pág.6), totalizando: 141.468 presuntos delitos y faltas.

Estos delitos y faltas, por repeticiones de denuncias en el mismo hombre, se vieron concentrados en 98.426 causas (procesos) contra 33.167 hombres denunciados(Pág.11), esto no quita que el un mismo hombre pudiese estar procesado en más de una causa a la vez.

Estas 98.426 causas resultan de sumar las que se encargó de procesar cada tipo de juzgado competente, incluyendo las elevaciones recibidas de otros: 69.299 en JVM(Pág.8), 28.730 en Juzgados de lo Penal (Pág.18) y  397 en Audiencias Provinciales (Pág.20).

Más de la mitad de estos 98.426 procedimientos, el 52,95% fueron archivados: 52.113 causas que instruían 74.902 delitos y faltas a 17.561 hombres.

Quedando pués 66.548 delitos y faltas de los 141.468 denunciados para ser enjuiciadosen 46.313 procesos (Pág.23) a 15.602 hombre.

De estos 46.313 juicios, 17.948 causas resultaron con sentencia absolutoria (Pág.23), declarando inocente a 6.048 hombres de los 25.790 delitos y faltas por los que les juzgaban.

Por lo que SOLO resultaron condenados 9.558 hombres en 28.365 sentencias condenatorias (Pág.23) por 40.769 delitos y faltas relativos a 36.525 de las 126.742 denuncias presentadas contra 33.167, SOLO EL 28,82% de hombres denunciados resultaron ser culpables ante la Justicia y el 71,18% inocentes, y sabiendo que por LIVG y por Jurisprudencia, para preservar a la verdaderamente maltratada del silencio de las 4 paredes, se ha de seguir de oficio si la retirase por miedo, así como que han de admitir y admiten como única prueba de cargo la declaración de la presunta victima.

Este total de 28.365 condenas es:

  • El real 28,82% de las 98.426 causas procesadas en el 2014.
  • El 22,38% de las 126.742 denuncias instruida.
  • El 20,05% de los 141.468 delitos y faltas instruidas tras esas denuncias.

Pero solo nos cacarean en prensa el 61% de las 46.313 causas sentenciadas, logrando que la mayoría de la población piense que es relativo a las 98.426 causas instruidas tras las también cacareadas 126.742 denuncias, llegando incluso algunos medios a mostrar el % de lo sentenciado solo en JVM como el total de lo acaecido en el partido judicial o en la provincia de la que “informan” en sus diarios. Veamos como ejemplo laprensa de Granada sobre datos de su provincia:

Dice: “en la provincia fueron juzgados en 2014 tanto por delitos como por faltas de malos tratos a sus parejas o ex parejas un total de 886 hombres, de los cuales 777 fueron finalmente condenados, lo que representa el 87,7%

Vamos a donde sacaron el dato y observamos que están dando el 87,7% de JVM como si fuera el total de lo que realmente fueron juzgados, sin mencionar el 53,52% de los condenados en Juzgados de lo Penal de Granada (hoja “% condenados”), exagerando así el real 70,6% de condenas DE LO ENJUICIADO, no de lo instruido que resulto ser el 30,2% (hoja “Terminación”), mostrando así a los lectores un porcentaje de condenas casi tres veces mayor.

Obsérvese en el siguiente pantallazo (de hoja “% Condenados) como el 87,7% de Granada esta junto al 75,2% del total de España en JVM y como vimos anteriormente, ese 75,2% bajaba al 61,2% al contar también con lo enjuiciado en Juzgados de lo penal y Audiencias provinciales (Pág.23), bajando a su vez al 28,82% al tener en cuenta tambien lo archivado, es decir, al tener en cuenta TODO lo procesado.

Por lo que el 87,7% de lo enjuiciado en JVM de Granada, no solo baja al 70,6% de lo enjuiciado en todo tipo de juzgados, si no que tambien baja al 30,2% del total de lo en causado como podemos apreciar en la última hoja del excel oficial por provincias llamada “Terminación”

Por lo que la prensa de Granada, al igual que la de otras muchas provincias, nos dió gato (87,7%) pòr liebre (30,2%). Si bien Granada fue tras Lleida la segunda provincia con mayor tasa de sentencias condenatorias, con más de el doble de la media nacional, no fué de las provincias donde más aumentó la tasa de denuncias ni de hombres denunciados.

Nada como utilizar a los aborregados “medios de manipulación” para mantener aborregada a la sociedad y que no despierte ante la dañina realidad vigente!

Y una de ellas es esta:

resumen TABLA datos VG 2014

Nota: Las cifras que no están acompañadas del enlace a la página, es porque no las detalla el informe oficial, distribuyéndolas aquí por tipo de terminación en la misma proporción que las cifras de las distintas causas a las que pertenecen y conforme a todos los totales instruidos reflejados en la tabla inicial de este artículo. O bien porque esa cifra ya fue reflejada anteriormente junto al enlace a la página del informe oficial donde se puede contrastar.

 

Fuente:  https://chefyc.wordpress.com/2015/03/27/la-violencia-sobre-la-mujer-en-la-estadistica-judicial-datos-anuales-de-2014/

Desmontan una red de mujeres que mataba a sus maridos para cobrar los seguros

La Policía de Antioquia (departamento del noroeste de Colombia) detuvo este martes a cinco supuestos miembros de una red formada principalmente por mujeres que concertaban matrimonios con hombres de escasos recursos a los que luego mataban para cobrar sus seguros de vida, informaron a Efe fuentes oficiales.

Las detenciones de cuatro mujeres y un hombre divulgada este lunes supuso un ataque a la estructura de la banda denominada por los medios “Viuda negra”, aunque, según el comandante de la Policía de Antioquia, coronel José Gerardo Acevedo, se esperan más arrestos.

Las autoridades acusan a los detenidos de la muerte de un hombre. El coronel Acevedo resaltó que esta operación continúa una investigación iniciada en junio tras la detección de cobros irregulares de seguros y en la que fueron detenidos dos hombres y una mujer por los presuntos homicidios de dos personas.

“Buscaban hombres con pocos recursos, les prometían viajes a España y mejores condiciones de vida, se casaban con ellos y les hacían un seguro de vida que pagaba la organización criminal para luego matarlos y cobrar” las pólizas, detalló el oficial sobre el modus operandi de la banda.

Agregó que los montos cobrados oscilaban entre “cien millones de pesos (unos 55.660 dólares) y ochocientos millones de pesos (cerca de 445.290 dólares)”.

Al parecer, las víctimas eran hombres de escasos recursos que eran reclutados en zonas deprimidas de Medellín o del Eje Cafetero (región vecina que incluye los departamentos de Risaralda, Caldas y Quindío).

Además, Acevedo comentó que el grupo de mujeres detenidas se dividían los papeles, y mientras “unas se ofrecían para convivir con los maridos”, otras participaban en los asesinatos, conseguían abogados y adelantaban las gestiones para cobrar el seguro.

Entre los tres hombres detenidos en los dos operativos se encontraban dos sicarios y un coordinador de la actividad ilegal, que, además, supuestamente la financiaba y respondía al alias de “Mauro”.

Dos de las víctimas aparecieron ahogadas en el embalse de El Peñol y la otra fue asesinada con arma de fuego en Bello, ambos cercanos a la capital antioqueña.

 

Fuente: http://canarias7.es/articulo.cfm?id=229203

Caprichos del Feminismo y Crisis del Masculinismo – ¿Sordas Intentando Domesticar Hombres?

Artículo feminista:

La crisis de masculinidad y los “nuevos hombres”

Algunos historiadores norteamericanos fechan la aparición de la crisis masculina en Estados Unidos a finales del siglo XIX, cuando las mujeres se incorporaron al mercado laboral y comenzaron a luchar por sus derechos. Pero es en el siglo XX, en la década de los 80, cuando florecen los artículos e investigaciones sobre la crisis de la masculinidad en España, en Francia, en EEUU y Latinoamérica, especialmente en Argentina.

En los 90 los medios de comunicación masivos comienzan a hablar del tema: el 28 de Septiembre The Economist daba la señal de alarma con su apertura de portada:  “The trouble with men”.  Desde entonces hasta hoy, no sólo se han multiplicado los estudios sobre masculinidades;  también se ha desarrollado todo un movimiento social y político que está sacudiendo los cimientos del patriarcado en muchos países. Son los hombres igualitarios, que están reflexionando sobre esta crisis masculina y se han sumado a la lucha por la igualdad, desde el trabajo de calle, y desde la academia.

Una de las causas de esta crisis es que los hombres posmodernos han perdido sus modelos de referencia, según R. Conell (Australia). No les sirven los modelos tradicionales, como el de sus abuelos o padres, porque ellos fueron educados en la cultura patriarcal y por tanto vivieron siendo dependientes de sus mujeres, autoritarios, con dificultad para establecer relaciones íntimas y para expresarse emocionalmente.

Muchos sufren una gran carga de inseguridad sobre cuál es su papel, y tienen miedo a perder importancia o a sacrificar su virilidad. No saben relacionarse con hombres gays y odian a las mujeres feministas, y algunos emplean la violencia, tratando desesperadamente de ejercer su poder sobre su entorno, especialmente sobre las mujeres cercanas. En todo el planeta, los hombres se suicidan más que las mujeres y mueren en actos de imprudencia porque tienen menos herramientas para gestionar sus emociones. No saben cómo hacer frente al miedo, al odio, a la desesperación, a la tristeza; por eso es frecuente que recurran a la violencia, contra sí mismos o contra los demás.

Eduardo Bognino, psiquiatra y miembro de AHIGE y PPina, cree que la presión social sobre los “machos” ha sido devastadora para la salud mental y emocional de muchos millones de hombres. Esto es debido a que la masculinidad tradicional está sometida a constantes pruebas; un hombre ha de estar demostrando continuamente que no es una mujer, que no es un niño, que no es homosexual. Tiene que demostrar que es valiente, agresivo, activo, aunque tenga que poner su vida y la de otros en peligro. Los hombres, para demostrar su virilidad, tienen que ser exitosos en su trabajo; promiscuos, fértiles y potentes en el ámbito de la sexualidad. Crecen y construyen su identidad rechazando todo lo que tenga que ver con la feminidad;  las mujeres son siempre “lo otro”, aquello que uno no es.

En las películas, los videojuegos, los cómics, las series de televisión, se aprecia  una falta de diversidad  en los modelos masculinos; unos son machos alfa en acción, otros donjuanes, y  otros son unos “calzonazos” que no saben dominar a sus mujeres. Gracias a la mitificación de la violencia viril de nuestra cultura, la mayor parte de los hombres quieren ser vencedores, héroes o conquistadores de mujeres. La cantidad de mujeres que pueden seducir es la prueba de su hombría, de ahí que se les eduque para ser promiscuos, y para relacionarse con las mujeres únicamente  desde la necesidad. Por eso el papel de las mujeres ha sido siempre el de satisfacer sus demandas sexuales, y además ejercer de criadas para cubrir sus necesidades afectivas y materiales.

Con la revolución feminista, muchas mujeres dejaron de configurar su vida en torno a la necesidad de ser poseída por un hombre, y se rebelaron contra la doble moral sexual que les obliga a ser fieles y que en cambio premia la promiscuidad masculina. Las mujeres posmodernas reclaman a sus compañeros  mayor implicación sentimental y más comunicación, reparto igualitario de las tareas domésticas, relaciones plenas que no se basen en la evitación o la huida. Las mujeres de hoy ya no quieren cumplir el papel de “freno de mano” del hombre, y muchas se rebelan contra el rol de madre que han de cumplir para que sus maridos se comporten como personas adultas.

A algunos hombres les cuesta relacionarse igualitariamente con su familia o su pareja porque los entornos “masculinos” (trabajo, deportes, negocios, política) son jerárquicos y competitivos, y  porque con respecto a las mujeres siempre se han situado o bien en un plano superior, o en un plano de dependencia emocional. Además, han sido educados para reprimir sus emociones, y esta falta de expresividad les está pasando factura. Les cuesta abrirse y compartirse, comunicar, mostrar cariño en público a otros hombres, mostrar miedo o debilidad. Porque fueron educados para ser machos heterosexuales, duros, promiscuos, fuertes, inquebrantables; se les mutiló para que no se dejen llevar por la sensibilidad o los sentimientos bajo el lema “los hombres no lloran”.

Por todo esto a los varones les cuesta relacionarse en un plano de igualdad, y por esto las parejas también están en crisis. El modelo de relación basado en la dominación y la sumisión ya no funciona ahora que las mujeres pueden trabajar y no necesitan marido para sobrevivir. La liberación de las mujeres ha logrado que no nos relacionemos ya desde la necesidad de tener un proveedor, sino desde la libertad para compartir la vida con quien una desee.

Mientras las mujeres han ido empoderándose, los hombres sienten que han perdido su función como papel de proveedor principal, cabeza de familia, rey de su casa y amo de sus propiedades, su mujer, sus hijos e hijas. Ya no son necesarios ni para la defensa, ni para el mantenimiento del hogar, ni para la reproducción, como lo demuestra el aumento de familias monoparentales encabezadas por mujeres autónomas, y como lo demuestra el creciente uso de las técnicas de reproducción asistida.

La autoridad del pater familias ya no es sagrada. Ahora todo es negociable y las familias son democráticas: en casa se hablan las cosas y se llega a acuerdos, se reparten tareas, se apoya a quien lo necesita. Las mujeres se las arreglan solas ante los “maridos ausentes” (cada vez existen más jefas de hogares monoparentales en todo el mundo).  Los “padres ausentes” van perdiendo todo su poder porque no están, porque no son, porque son incapaces de comunicarse ni de vincularse emocionalmente con sus hijos/as. Ahora el respeto y el cariño hay que ganárselo, y muchos no saben por dónde empezar.

Y es que a muchos hombres les cuesta comprometerse. Con las mujeres, con los hijos, con las responsabilidades de la vida. Su constante deseo de escapar (de sí mismo, de sus sentimientos, de sus compromisos, de sus problemas, de su paternidad) revela, según algunos expertos en los estudios de las masculinidades,  la inmadurez de algunos para hacer frente a la vida.

Enrique Gil Calvo, sociólogo español, habla con naturalidad, en un proceso de autocrítica, del egoísmo de género, según el cual los varones sumidos en la tradición machista  siguen siendo pequeños tiranos acostumbrados a que sus necesidades y deseos sean atendidas de inmediato. Son muchos los que desean poder disfrutar de la impunidad de la infancia, por eso les gusta sentirse controlados, vigilados y regañados por sus compañeras. La libertad se les antoja insoportable, porque no saben qué hacer con ella. Por eso prefieren pasar de la madre a la esposa sin asumir su adultez, y pretenden que ambas cumplan su papel maternal hasta el fin de sus días.

Los “nuevos” varones, en cambio, apoyan el empoderamiento de sus amigas, de sus amantes, de sus compañeras, de sus madres y hermanas. Educan a sus hijas para que estudien y se desarrollen profesionalmente, para que sean autónomas y se emparejen con quien deseen, sin las presiones sociales de antaño. Felicitan a las mujeres de su entorno el 8 de Marzo, se manifiestan junto a ellas para reivindicar la igualdad; pero aún son muchos los que se sienten culpables porque no son capaces de ceder sus privilegios de clase.

Son los que “ayudan” en las tareas domésticas sin asumirlas como propias. Son los que cortan el césped del jardín pero jamás limpian la mierda de los retretes.  Son aquellos que evaden sus obligaciones poniendo como excusa la ignorancia o la torpeza masculina en asuntos domésticos, como si encargarse de ellos fuese una habilidad exclusivamente femenina que estuviese en la naturaleza de las mujeres desde el principio de los tiempos.

El “nuevo hombre” se enfrenta a una libertad desconocida para configurar su identidad, y eso le angustia, porque ha de inventarse nuevos modos de ser y de relacionarse y no sabe muy bien por dónde tirar. Algunas mujeres se quejan de la indecisión masculina, de la inseguridad que les paraliza, de su falta de madurez. El  varón posmoderno no sabe si las mujeres desean machos posesivos o compañeros de viaje,  y sufre por las contradicciones internas entre el discurso y la práctica, entre el deseo de igualdad y las estructuras machistas que habitan en todos los hombres y mujeres educadas en la tradición patriarcal.

Algunos aceptan el desafío y están explorando caminos desconocidos, rompiendo las barreras que les limitan, liberándose de la opresión que sufren desde que están en la cuna. Estos aventureros están re-pensando la masculinidad hegemónica y la diversidad de las masculinidades, están haciendo autocrítica, están planteándose nuevos retos, y se atreven por fin a construir su propia identidad al margen del machismo y la homofobia de nuestra cultura patriarcal. No es fácil porque todos llevamos incorporados estos esquemas, estos roles, estos estereotipos que nos dicen como es un “verdadero” hombre o como es una “verdadera” mujer. Pero basta con darse cuenta de que hoy la identidad no es un producto acabado, sólido, estable, sino que es más bien un proceso en el que todo cambia.

Muchos se unen para organizarse y forman  grupos de Hombres Igualitarios. Trabajan en varias áreas: activismo, talleres, encuentros, intercambios, terapias grupales e individuales, charlas, capacitaciones, investigación. En estos grupos se juntan varones de todas las edades y clases sociales, de diferentes religiones e ideologías, con un objetivo común: hablar. Hablar de sí mismos, analizar la educación que han recibido, cómo se sienten ahora, y qué pueden aportar ellos a la lucha por la igualdad y los derechos humanos.

Estos grupos de Hombres escriben en webs y blogs, publican libros, comparten información, crean redes de grupos masculinos, se reúnen en congresos internacionales, lanzan campañas a favor de la paternidad, salen a la calle a protestar contra la violencia hacia las mujeres o contra la explotación de esclavas sexuales. Trabajan con hombres maltratadores, realizan talleres de prevención con adolescentes, deconstruyen la masculinidad tradicional opresora, y reivindican otras masculinidades diferentes, otras formas posibles de ser y estar en el mundo.

Los hombres igualitarios desean mejorar sus relaciones con los amigos, sus relaciones sexuales y sentimentales, sus vínculos familiares. Reivindican su derecho a ejercer y disfrutar de la paternidad. Están revolucionando sus relaciones en la cama, en el trabajo, en la familia, y comienzan a sentir que tienen nuevos roles, nuevas metas, nuevas inquietudes. Estos nuevos varones están marcando el camino hacia una cultura más pacífica y amable, de relaciones más igualitarias y afectos más diversos.

El gran reto ahora, creo, es la lucha por la conciliación laboral y familiar. Los hombres quieren disfrutar de la crianza y la educación de los niños y las niñas, de modo que están pidiendo a los gobiernos y las empresas que permitan a los padres disfrutar de los mismos derechos y obligaciones que las madres.

Creo firmemente que es necesario que hombres y mujeres trabajemos unidos, porque lo que beneficia a unas, beneficia también a los demás, y porque tenemos el mismo sueño: una sociedad igualitaria en la que no se discrimine a la gente por sus diferencias, una sociedad sin jerarquías ni luchas de poder, una sociedad pacífica e inclusiva en la que tengamos toda la libertad para configurar nuestras identidades  al margen de las imposiciones sociales, y más allá de las etiquetas.

Fuente: http://www.lr21.com.uy/comunidad/1055105-la-crisis-de-masculinidad-y-los-%E2%80%9Cnuevos-hombres%E2%80%9D

 

La crisis del masculinismo está convenientemente mal entendida. El feminismo necesita hombres débiles para hacer mujeres fuertes.

No tengo costumbre de ir contradiciendo punto por punto, pero este artículo lo merece. Estamos dudando del título de doctora de esta señora, porque del feminismo ya dudábamos antes.

Muchos sufren una gran carga de inseguridad sobre cuál es su papel.

Esto simplemente es falso, lamento no poder dar una explicación larga. Ningún hombre que se valore tiene cargas de inseguridad a cerca de su papel. Aquí no hay papeles, nos los comemos todos. Somos igual de autosuficientes y seguros todas las personas, hombres y mujeres, la inseguridad no tiene nada que ver con el género.

Tienen miedo a perder importancia o a sacrificar su virilidad.

No tenemos miedo a perder importancia, simplemente, sabemos que el feminismo no nos da importancia, y nuestra respuesta a eso es daros la espalda. Inicialmente el masculinismo trató de tender la mano al feminismo, pero este último actuó de forma imperante y totalitaria sin querer saber nada de nosotros, ni nuestro punto de vista, ni nuestra opinión, ni nuestra participación. El feminismo es el que inició la desigualdad ignorando a los hombres.

Nosotros estamos seguros de ser hombres, y de nuestra masculinidad aunque no queraís verlo. No tenemos culpa de que el feminismo sea así de ciego y vea lo que le de la gana ver. Vuestras doctrinas en los centros educativos y vuestra publicidad en la televisión no sirven para nada. Sabemos que todo es manipulación.

No saben relacionarse con hombres gays y odian a las mujeres feministas.

El asunto de los gays, simplemente es falso sin nada mas que discutir. Me parece una tontería como un castillo de grande y nos hace dudar muchísimo de su título de doctora.

En general los hombres no odiamos a las mujeres feministas. Si que rechazamos a las feministas porque el feminismo de los últimos años, ha demostrado que nos trae desigualdad, o como dijo Toni Cantó “igualdad contra los hombres”. Y es que hasta un niño de 3 años sabe entender que un problema que afecta a dos, se soluciona entre dos, pero vosotras feministas nos disteis la espalda, y lo seguiremos repitiendo hasta que dejéis de darnos la espalda. Aunque lamentablemente la mayoría de los hombres ya no esperan que querrais dialogo. El feminismo de estos últimos años nos hizo mucho daño. No fumos nosotros quien nos quitamos valor a nosotros mismos, fuisteis vosotras quienes nos visteis con menos valor. Pero podéis ver lo que queráis ver, ya nos da igual. Como movimiento no queremos ser totalitarios y caer en vuestros defectos, como movimiento deberíamos seguir tendiéndoos la mano, ya que masculinismo y feminismo, en teoría ambos buscan la igualdad. Eso como movimiento, pero individualmente, cada hombre es mas difícil, suerte si encontráis alguno que aun confíe en el feminismo. Incluso tenéis mujeres detractoras del feminismo a las que vosotras criticáis. Vuestra ideología da a entender que “o feminismo, o nada”. Eso es muy egoísta.

Algunos emplean la violencia, tratando desesperadamente de ejercer su poder sobre su entorno, especialmente sobre las mujeres cercanas.

De nuevo manipulando. Sacando el tema de que necesitamos violencia porque es lo único que sabemos hacer. Pues no, también sabemos daros la espalda pacíficamente. Quizá no os hayáis dado cuenta, pero nuestro empoderamiento es distinto al vuestro. Nosotros lo hacemos individualmente y personalmente. La crisis de masculinidad que vosotros veis, es nuestra espalda, porque nosotros, estamos muy bien.

En todo el planeta, los hombres se suicidan más que las mujeres y mueren en actos de imprudencia porque tienen menos herramientas para gestionar sus emociones.

En todo el planeta los hombres tenemos trabajos mas duros que las mujeres, pero en temas de igualdad, no queréis saber nada de esto.

En cuanto a los sentimientos, volvemos a dudar de su doctorado. Los hombres no necesitamos permiso ni aceptación ni el punto de vista de las mujeres para expresar o no expresar nuestros sentimientos. El que quiere lo hace y el que no no. Ninguna de las dos opciones es criticable, porque es elegida por cada uno personalmente. No os habéis percatado de nuestra evolución. Mirad nuestra espalda de nuevo y preguntaos porque os la estamos dando.

No saben cómo hacer frente al miedo, al odio, a la desesperación, a la tristeza; por eso es frecuente que recurran a la violencia, contra sí mismos o contra los demás.

Lo mismo que lo anterior, pero esta vez de nuevo con el tema de la violencia. Ya sabemos que esto es manipulación. Mas quisierais que fuésemos violentos, parece que necesitáis un enemigo del que quejaros porque ya se os acabó la verdadera lucha, la que os dio igualdad. ¿Que puede hacer un movimiento cuando ya ha conseguido su objetivo? No tiene sentido. Nosotros en cambio, si esperamos desaparecer cuando cumplamos nuestros objetivos. Es lo justo.

Eduardo Bognino, psiquiatra y miembro de AHIGE y PPina, cree que la presión social sobre los “machos” ha sido devastadora para la salud mental y emocional de muchos millones de hombres. Esto es debido a que la masculinidad tradicional está sometida a constantes pruebas; un hombre ha de estar demostrando continuamente que no es una mujer, que no es un niño, que no es homosexual.

Tiene que demostrar que es valiente, agresivo, activo, aunque tenga que poner su vida y la de otros en peligro. Los hombres, para demostrar su virilidad, tienen que ser exitosos en su trabajo; promiscuos, fértiles y potentes en el ámbito de la sexualidad. Crecen y construyen su identidad rechazando todo lo que tenga que ver con la feminidad;  las mujeres son siempre “lo otro”, aquello que uno no es.

Que curioso, este es el punto de vista siempre, de las personas que se dedican a poner esas pruebas. ¿Aun no os habéis percatado que no necesitamos ser puestos a prueba? La única presión que tenemos, es nuestra lucha contra nuestra desigualdad: custodia, violencia hembrista, igualdad legal integral en todos los ámbitos menos en los de fuerza mayor como el embarazo. Aquí en este párrafo, ya uno empieza a plantearse: “¿No estarán intentando redefinir a los hombres a su gusto?”. Esto sería un gran error. Ya que de intentarlo, ni siquiera nuestra espalda veríais. No veríais nada. Un hombre de verdad, ignora las pruebas y rechaza a quien se las hace. Nuestra seguridad individual invisible para vosotras nos lleva a una seguridad colectiva que tampoco nos preocupa mucho. Así es ¿por que ha de preocuparnos? no pensamos igual que vosotras, es todo. Si necesitáis poner a prueba a un hombre para ver si este está seguro, seréis vosotras las que empezaréis el error.

En las películas, los videojuegos, los cómics, las series de televisión, se aprecia  una falta de diversidad  en los modelos masculinos; unos son machos alfa en acción, otros donjuanes, y  otros son unos “calzonazos” que no saben dominar a sus mujeres.

No vamos a entrar en el terreno de la fantasía y sus ventas, si quieres te podemos poner en contacto con cuarto milenio o algo parecido y le cuentas tu historia.

En cuanto a lo de calzonazos, los habrá, por supuesto, hay hombres débiles. Y son estos a los que os gusta criticar quizás.

En cuanto a los que no saben dominar a sus mujeres. Es mas sencillo que eso, si tenemos que estar pendiente de una mujer que necesita ser dominada para no ser mala, simplemente no estaríamos con esa mujer. Somos inexpugnablemente sencillos y no nos preocupa que no os guste. Simplemente queremos que no nos traten mal, como puede quererlo cualquier otra persona, hombre o mujer. Pero en este párrafo se  nos compara con los calzonazos, que como ya dije, los habrá.

Gracias a la mitificación de la violencia viril de nuestra cultura, la mayor parte de los hombres quieren ser vencedores, héroes o conquistadores de mujeres. La cantidad de mujeres que pueden seducir es la prueba de su hombría, de ahí que se les eduque para ser promiscuos, y para relacionarse con las mujeres únicamente  desde la necesidad. Por eso el papel de las mujeres ha sido siempre el de satisfacer sus demandas sexuales, y además ejercer de criadas para cubrir sus necesidades afectivas y materiales.

No es una mitificación, simplemente es algo que no queréis ver porque os conviente. Hoy en día, en el marco de la pareja heterosexual, la cantidad de hombres maltratados roza a la de mujeres maltratadas, por primera vez estámos a punto de converger, y esto lo expliqué bien en noticias anteriores.

No se nos puede encasillar en que queremos ser, queremos ser nosotros mismos sin que se nos encasille. Queremos ser personas, igual que vosotras, pero por alguna razón se negáis a vernos así. No necesitamos seducir a muchas mujeres para sentirnos bien, quien quiera que lo haga y quien que no lo haga. Esto no va con el género, va con la persona. Nuevamente, señora, nos preguntamos a cerca de su título de doctora, ¿donde ha tomado usted esta información? ¿utilizó algún método que limite los resultados?.

La mayoría de hombres ni presta atención al movimiento masculinista porque su vida es perfecta en el marco de los temas que estamos tratando. Por eso detectamos un encasillamiento, una manipulación y una redefinción del hombre al antojo de las mujeres. Incluso mujeres de nuestro entorno cercano, continúan hablando de esta crisis de masculinidad como si tuviéramos un problema. No tenemos ningún problema, simplemente damos la espalda a vuestro problema de discriminación con nosotros, porque está visto y comprobado que no queréis diálogo, que lo que queréis es dirigir la igualdad sin nosotros. Ya muchos y cada vez mas, nos negamos a poner nuestro punto de vista porque sabemos que automáticamente nos lo rechazan como si fuésemos tontos y no supiéramos quienes somos.

Un hombre poniendo su punto de vista al feminismo es como un si un gorrión que está haciendo su nido, observa a una tortuga que está subida a un poste. El gorrión es el masculinismo, que esta empezando a construirse, y la tortuga en el poste, es el feminismo, nadie sabe como llegó tan lejos, pero no hace nada estando ahí ella sola.

Con la revolución feminista, muchas mujeres dejaron de configurar su vida en torno a la necesidad de ser poseída por un hombre, y se rebelaron contra la doble moral sexual que les obliga a ser fieles y que en cambio premia la promiscuidad masculina. Las mujeres posmodernas reclaman a sus compañeros  mayor implicación sentimental y más comunicación, reparto igualitario de las tareas domésticas, relaciones plenas que no se basen en la evitación o la huida. Las mujeres de hoy ya no quieren cumplir el papel de “freno de mano” del hombre, y muchas se rebelan contra el rol de madre que han de cumplir para que sus maridos se comporten como personas adultas.

Este párrafo en cambio, solo habla de mujeres. Y desde el punto de vista y análisis masculino, nos parece correcto. No tenemos ninguna lucha. Queremos igualdad, sabemos que tenemos que colaborar en casa. Todo correcto.

Añadiendo que, y de nuevo, los hombres estamos cansado de ser el freno de mano de los excesos del feminismo. Sabemos que no lo podemos parar, y posiblemente se autodestruya por incoherente. Ya no nos importa, de todas formas no aceptabais nuestro dialogo.

A algunos hombres les cuesta relacionarse igualitariamente con su familia o su pareja porque los entornos “masculinos” (trabajo, deportes, negocios, política) son jerárquicos y competitivos, y  porque con respecto a las mujeres siempre se han situado o bien en un plano superior, o en un plano de dependencia emocional. Además, han sido educados para reprimir sus emociones, y esta falta de expresividad les está pasando factura. Les cuesta abrirse y compartirse, comunicar, mostrar cariño en público a otros hombres, mostrar miedo o debilidad. Porque fueron educados para ser machos heterosexuales, duros, promiscuos, fuertes, inquebrantables; se les mutiló para que no se dejen llevar por la sensibilidad o los sentimientos bajo el lema “los hombres no lloran”.

También os tenemos que dar la razón en esto, aunque con ciertas modificaciones. Normalmente cuando por culpa del género feminino, sufre un hombre, lo llamamos hembrismo, pero en este caso si que es machismo cultural. Sabemos que los hombres entre nosotros hemos sido imbéciles y hemos competido entre nosotros por casi todo. Pero esto hoy en día ya no es así, os actualizo que esto se reduce solamente a un aspecto infantil de algunos niños. El cual debemos seguir corrigiendo. También todo depende del colegio donde estén aprendiendo, de la familia que los cría. Evidentemente ni el feminismo ni el masculinismo pueden estar en todas partes.

Ya de adultos, si tenemos que expresar nuestras emociones a otros hombres, lo hacemos aunque quizás en privado. Ya es cuestión de gusto y respeto y no de represión o cultura.

Y nos gustaría introducir un lema que nos gustaría que os plantearais muy en serio. Ya que seguro que muchos sufrimos este machismo/hembrismo de niños cuando nos dicen “a las niñas no se les pega”. Nos gustaría añadir “a los niños tampoco”. Ya que lo que buscamos es igualdad, porque ¿vosotras también buscáis igualdad, cierto?

Por todo esto a los varones les cuesta relacionarse en un plano de igualdad, y por esto las parejas también están en crisis. El modelo de relación basado en la dominación y la sumisión ya no funciona ahora que las mujeres pueden trabajar y no necesitan marido para sobrevivir. La liberación de las mujeres ha logrado que no nos relacionemos ya desde la necesidad de tener un proveedor, sino desde la libertad para compartir la vida con quien una desee.

De acuerdo con el final. No con el principio. Nos cuesta relacionarnos en un plano de igualdad, porque nos habéis quitado la igualdad con leyes injustas. Y las parejas están en crisis no solo porque la mujer es autosuficiente, cosa que nos parece bien, sino también por como os dijimos antes, damos la espalda al feminismo que cuando ya tiene igualdad, lo que quiere es algo mas allá. Y al igual que habrá mujeres extremistas, también hay mujeres igualitarias; no esperéis que sean las igualitarias las que se quejen de la crisis. Los medios de comunicación siempre atienden al ruido. ¿Te quejas? Pregúntate por que.

Mientras las mujeres han ido empoderándose, los hombres sienten que han perdido su función como papel de proveedor principal, cabeza de familia, rey de su casa y amo de sus propiedades, su mujer, sus hijos e hijas. Ya no son necesarios ni para la defensa, ni para el mantenimiento del hogar, ni para la reproducción, como lo demuestra el aumento de familias monoparentales encabezadas por mujeres autónomas, y como lo demuestra el creciente uso de las técnicas de reproducción asistida.

Muy cerca de su título pero muy lejos de la realidad. Los hombres ya sabemos que las mujeres son autosuficientes y no nos decepciona dejar de ser proveedores. Al contrario, esperamos no serlo, es lo justo en un ambiente de igualdad. Ahora solo importan las personas y no el poder. Tampoco habláis de familias monoparentales de dos hombres. Por favor, nos seguís excluyendo, queremos ver su doctorado. Dentro de esa autosuficiencia tampoco habláis de la igualdad en una separación: ¿os habéis planteado que ya que estamos en igualdad de condiciones, sea la mujer alguna vez la que le pase la pensión a su ex-marido? El feminismo no trata de eso, ¿verdad?. Es igualdad solo lo que os conviene.

La autoridad del pater familias ya no es sagrada. Ahora todo es negociable y las familias son democráticas: en casa se hablan las cosas y se llega a acuerdos, se reparten tareas, se apoya a quien lo necesita. Las mujeres se las arreglan solas ante los “maridos ausentes” (cada vez existen más jefas de hogares monoparentales en todo el mundo).  Los “padres ausentes” van perdiendo todo su poder porque no están, porque no son, porque son incapaces de comunicarse ni de vincularse emocionalmente con sus hijos/as. Ahora el respeto y el cariño hay que ganárselo, y muchos no saben por dónde empezar.

Y es que a muchos hombres les cuesta comprometerse. Con las mujeres, con los hijos, con las responsabilidades de la vida. Su constante deseo de escapar (de sí mismo, de sus sentimientos, de sus compromisos, de sus problemas, de su paternidad) revela, según algunos expertos en los estudios de las masculinidades,  la inmadurez de algunos para hacer frente a la vida.

Desde nuestro punto de vista, con esta revolución de poderes, son las madres las que impiden a los padres involucrarse en el ambiente familiar. Ya lo decía Toni Cantó. Y encima lo criticaron. Ya nadie sabe que queréis.

Y en cuanto a lo de hacer frente a la vida, poco tiene que ver con el género.
Me saltaré los 3 siguientes párrafos por lo mismo.

El “nuevo hombre” se enfrenta a una libertad desconocida para configurar su identidad, y eso le angustia, porque ha de inventarse nuevos modos de ser y de relacionarse y no sabe muy bien por dónde tirar. Algunas mujeres se quejan de la indecisión masculina, de la inseguridad que les paraliza, de su falta de madurez. El  varón posmoderno no sabe si las mujeres desean machos posesivos o compañeros de viaje,  y sufre por las contradicciones internas entre el discurso y la práctica, entre el deseo de igualdad y las estructuras machistas que habitan en todos los hombres y mujeres educadas en la tradición patriarcal.

El nuevo hombre está disfrutando de su nueva libertad ya que “ser jefe” es algo molesto. Quizá será que a las mujeres no les gusta la libertad que tiene el hombre a su manera, y quieren que el hombre tenga libertad a la manera de la mujer.

No sabemos que tipo de compañía queréis, generalmente porque vosotras mismas no os aclaráis, pero esto no es nuevo, esto ha ocurrido siempre. Pero no nos queda mas remedio que ignorar parte del mensaje cuanto este contiene las letras “patriarc”. Nos da alergia porque sabemos que el mensajero quizá sea una de esas extremistas.

Algunos aceptan el desafío y están explorando caminos desconocidos, rompiendo las barreras que les limitan, liberándose de la opresión que sufren desde que están en la cuna. Estos aventureros están re-pensando la masculinidad hegemónica y la diversidad de las masculinidades, están haciendo autocrítica, están planteándose nuevos retos, y se atreven por fin a construir su propia identidad al margen del machismo y la homofobia de nuestra cultura patriarcal. No es fácil porque todos llevamos incorporados estos esquemas, estos roles, estos estereotipos que nos dicen como es un “verdadero” hombre o como es una “verdadera” mujer. Pero basta con darse cuenta de que hoy la identidad no es un producto acabado, sólido, estable, sino que es más bien un proceso en el que todo cambia.

Muchos se unen para organizarse y forman  grupos de Hombres Igualitarios. Trabajan en varias áreas: activismo, talleres, encuentros, intercambios, terapias grupales e individuales, charlas, capacitaciones, investigación. En estos grupos se juntan varones de todas las edades y clases sociales, de diferentes religiones e ideologías, con un objetivo común: hablar. Hablar de sí mismos, analizar la educación que han recibido, cómo se sienten ahora, y qué pueden aportar ellos a la lucha por la igualdad y los derechos humanos.

Estos grupos de Hombres escriben en webs y blogs, publican libros, comparten información, crean redes de grupos masculinos, se reúnen en congresos internacionales, lanzan campañas a favor de la paternidad, salen a la calle a protestar contra la violencia hacia las mujeres o contra la explotación de esclavas sexuales. Trabajan con hombres maltratadores, realizan talleres de prevención con adolescentes, deconstruyen la masculinidad tradicional opresora, y reivindican otras masculinidades diferentes, otras formas posibles de ser y estar en el mundo.

Los hombres igualitarios desean mejorar sus relaciones con los amigos, sus relaciones sexuales y sentimentales, sus vínculos familiares. Reivindican su derecho a ejercer y disfrutar de la paternidad. Están revolucionando sus relaciones en la cama, en el trabajo, en la familia, y comienzan a sentir que tienen nuevos roles, nuevas metas, nuevas inquietudes. Estos nuevos varones están marcando el camino hacia una cultura más pacífica y amable, de relaciones más igualitarias y afectos más diversos.

Creo que son los único párrafo en el que te refieres a nosotros. El resto es concepción errónea.

Aunque te falta mucho por añadir, lo típico que el hembrismo mediático censura sobre el masculinismo. Ya que esta todo subvencionado y dejo de ser del pueblo hace muchos años. Como por ejemplo, la violencia contra los hombres, siempre censuráis esto, y por eso os damos la espalda.

Nosotros en cambio criticamos también cuando los hombres se pasan de la raya. Me gustaría veros a vosotras haciendo eso.

El gran reto ahora, creo, es la lucha por la conciliación laboral y familiar. Los hombres quieren disfrutar de la crianza y la educación de los niños y las niñas, de modo que están pidiendo a los gobiernos y las empresas que permitan a los padres disfrutar de los mismos derechos y obligaciones que las madres.

Creo firmemente que es necesario que hombres y mujeres trabajemos unidos, porque lo que beneficia a unas, beneficia también a los demás, y porque tenemos el mismo sueño: una sociedad igualitaria en la que no se discrimine a la gente por sus diferencias, una sociedad sin jerarquías ni luchas de poder, una sociedad pacífica e inclusiva en la que tengamos toda la libertad para configurar nuestras identidades  al margen de las imposiciones sociales, y más allá de las etiquetas.

Todo de acuerdo. Pero contradictorio entonces con el resto de tu escrito.


Para Coral HG
De Masculinismo

Le planteamos seriamente que deje de lado sus estudios y deje de preconcebirnos o de reconcebirnos y nos mire tal cual somos.

Los hombres dejarán de ignorar el feminismo, cuando las feministas dejen de imponer su idea sin evaluación del hombre y contra el hombre.

Mientras tanto podéis seguir en vuestro mundo de fantasía femenina donde lo sabéis todo de todos, donde siempre hacéis lo correcto, donde siempre lleváis razón, donde no necesitáis otro punto de vista, donde todo vale contra el hombre, donde la crisis masculina esta definida por la mujer porque el hombre se esta adaptando. Nada os impide seguir en ese mundo de fantasía. Nosotros ya sabemos que no podemos aportar nada porque la respuesta siempre es un no, pero os dejamos observar nuestra preciosa espalda.

No obstante si algún día cambiáis de idea, os destaponáis los oídos, y queréis hablar sobre cosas que les preocupan a los hombres de verdad, el movimiento estará escuchando, aunque muchos hombres ya no estarán para vosotras.

La verdad de esto me espero mas bien una crítica destructiva y comentarios sobre el machismo que os harán ver espaldas, antes que una conversación de flujo bidireccional. Pero ahí os queda. Nosotros vamos a avanzar. Vosotras decidiréis si queréis avanzar, solas.

Haced lo que queráis con vuestro feminismo desigualitario, pero dejadnos a los hombres que nos definamos a nosotros mismos, que ya lo hacemos bien, no somos tontos.

¿Que dicen otros masculinistas?

  • Yo esto ya lo sabía fijándome un poco en la sociedad, siempre lo explico con una balanza, lo normal es equilibrarla y no pasar de un lado al otro, porque al final seguiremos con el mismo problema pero a la inversa, el problema esta en la educación que se da respecto al tema, y quienes tienen que cambiar en gran mayoría son las mujeres porque a día de hoy el hombre esta cambiando, hemos cambiado,somos conscientes de que tenemos que tener igualdad pero las mujeres no lo ven ,parece que seguimos en otro siglo y siguen luchando por causas que ya no existen, a día de hoy los hombres machistas son una minoría por lo tanto se deberían de tomar como individuos y no como hombres, las mujeres a día de hoy son mas sexistas que los hombres pero nadie lo ve supongo que porque nadie las ve como un problema, que conste que yo me baso en lo que veo, en mis experiencias, y constantemente hay mujeres quejándose de los hombres y no escucho ninguna queja de los hombres hacia las mujeres, todos tenemos que vernos como personas y no por nuestro sexo,raza,sexualidad o religión….todo el mundo lo sabe pero no lo llevan a cabo, que es lo que falla? LA EDUCACIÓN Y POR CONSIGUIENTE LA INTELIGENCIA.