CUIDADO DE LOS HIJOS: ¿No queríamos igualdad? (Cartas al director)

Antonio Sicilia (Córdoba)

Hace poco leí: “Es tan verdad que una mujer puede ser una excelente ingeniero como un hombre un buen padre”. Si lo que buscamos es igualdad, me sigo preguntando por qué tenemos tantos prejuicios respecto a al cuidado que un hombre puede procurar a sus hijos. Los tiempos han cambiado, los roles de hombres y mujeres han cambiado pero damos por hecho que el cuidado de los hijos es potestad de las mujeres. Todos los días vemos en las noticias asesinatos, malos tratos, abusos- verdaderas barbaridades. Pero, ¿solo son hombres? Vemos a bebés recién nacidos en contenedores, en cañerías, congelados. Todos tenemos en mente casos horribles tanto de hombres como de mujeres respecto al trato de los más inocentes. ¡Señores, seamos serios! El tiempo de quien es peor o mejor persona ha pasado. Todos los días padres y madres salen a trabajar muy duro para mantener una familia, dar los mejores cuidados a sus pequeños y procurarles una buena educación. Defendamos la igualdad. Estamos en el siglo XXI. Defiendan la bondad o maldad de los individuos, no diferencien entre el sexo bueno o malo; el hecho de tener nueve meses en el vientre a un futuro bebé no te hace mejor o peor ni se presupone que sabrás, querrás o podrás cuidar de tu hijo. ¿No queremos igualdad?

 

Fuente: http://www.diariocordoba.com/noticias/opinion/cartas-director_987311.html

Segundas esposas, en pie de guerra

Un colectivo de mujeres, denominado “Segundas Esposas”, llevará a cabo manifestaciones ante las puertas de distintos juzgados para mostrar su desacuerdo con lo que consideran parcial aplicación de la ley contra la “violencia de género”.

Según sus componentes, en determinadas situaciones no es cierto aquello de la igualdad entre hombres y mujeres ante la ley toda vez que se mantiene la “discriminación judicial”. Y ponen un ejemplo: Manuel presentó denuncia contra su mujer por amenazas de muerte. La única actuación hasta el momento ha sido la de un juicio de faltas contra ella. Pero dan por sentado que si el denunciado por la misma causa fuera él, “seguro que Manuel tendría una orden de alejamiento y cárcel”. Por tanto, la ley debe revisarse en cuanto que perjudica al varón aunque, con posterioridad, se descubra la falsedad.

Y como los hablantes son los dueños de la lengua, se va imponiendo en nuestra sociedad la construcción “violencia de género” sobre las específicas “violencia machista” y “violencia femenina”. Aceptaré la primera siempre que por “género” entendamos el tipo (hombre o mujer) al que pertenece el sujeto actuante (quien agrede), pues violencia de género hay cuando cualquiera de ellos es el agresor. Por tanto, no puede circunscribirse al varón, tal como se generaliza hoy. Además, como en estos casos que “Segundas Esposas” denuncian, la violencia no necesariamente ha de ser física en cuanto que también se ejerce cuando se desestabiliza psicológicamente a una persona hasta convencerla de su inutilidad o torpeza extremas, de su dependencia respecto al agresor e, incluso, a través de palabras insultantes, desprecios continuados o ridiculizaciones ante hijos y amigos.

Es condenable –sin peros- la violencia del hombre sobre su mujer. Pero hay casos de falsas denuncias contra exmaridos que ya rehacen su vida.

La violencia de género es uno de los males presentes en nuestra sociedad. Con frecuencia conocemos noticias relacionadas con ella y que aparejan, las más de las veces, la muerte de la mujer (violencia machista). Aquella se convierte en víctima a causa, por ejemplo, de irracionales sentidos de la propiedad por parte del hombre (“O mía o de nadie”); o porque no acepta que su exmujer tiene natural derecho a rehacer su vida, separada ya de una relación infernal.

Tal violencia la sufren también los hijos, impactados testigos a quienes desequilibran insultos y agresiones no solo ya sobre la madre sino, incluso, sobre ellos mismos si intervienen a su favor. (Conocí a dos alumnos en estas circunstancias: ambos, a través de los abuelos paternos, denunciaron al padre pues se habían interpuesto físicamente para defender a su madre de la agresión. Como consecuencia, necesitaron asistencia médica. Después, y durante muchos meses, se encerraron en un profundo aislamiento que los llevó a romper con todo y con todos. Por suerte, cuando abandonaron el instituto ya habían recuperado cierta “normalidad”.)

Pero también se da el caso contrario, como denuncian “Segundas Esposas”. La asociación reclama que también se castigue a la exesposa que acusa a su pareja con falsos testimonios. Porque mientras todo se investiga algunos hombres sufren detenciones, cárcel e, incluso, hasta se ven obligados a abandonar sus puestos de trabajo por el desestabilizador desprecio de sus compañeros.

Recuerdo una falsa acusación contra un hombre. Su mujer lo había denunciado por maltrato. Pasó once meses en la cárcel. Lo cual, obviamente, significó la pérdida de su puesto de trabajo y el hundimiento de su inicial proyecto industrial. Como la denuncia había sido aceptada, y el hijo de la pareja la dio como cierta, se quedó solo. Su mujer, ya diva televisiva, cayó en un exceso: volvió a presentar denuncia por la misma causa –maltrato-, pero el juez descubrió falsedad y trama delictiva: el marido se encontraba en la cárcel ese día, precisamente por la anterior denuncia. Luego, el dictamen del forense sobre las lesiones que mostró la acusadora: “Están todas situadas en […] zonas accesibles para la interesada”. Además, “las heridas […] son difícilmente producidas en una acción de forcejeo”. (¿Recuperó honor este hombre, dignidad, honradez, decencia, reputación y respetabilidad que le fueron arrebatados cuando el juez –según las denuncias- dictó la orden de encarcelamiento?)

En algún periódico también leí dos noticias que vienen a colación. Una: hay mujeres que denuncian –a veces por indicación de algún pariente letrado- una inexistente agresión el viernes por la tarde y, así, su pareja pasará el fin de semana en los calabozos, entre rejas (¡demoledora venganza!). Otra: a pesar del famoso código deontológico, una abogada recomendó a la clienta falsas denuncias contra su marido, como así afirman dos hermanas del denunciado. Ambas, ante la letrada de su cuñada, se hicieron pasar por mujeres en las mismas condiciones que aquella y, así, recibieron la misma recomendación.

Si el rompimiento de la relación por parte del hombre no se produce de mutuo acuerdo y por supuesto, sin violencia, alguna mujer puede sentirse herida en su amor propio. Por tanto, deseos de venganza, represalia y revancha quizás dominen su mente y le ofusquen el raciocinio. En este caso el varón lleva las de perder, pues la ira incontenida de su ex le puede hacer bastante daño como así, por ejemplo, denuncian algunos hombres y se desprende del caso arriba mencionado.

Situación que impacta directamente en la segunda mujer, la nueva pareja. La convivencia puede convertirse también en un infierno pues él está tocado, muy afectado, quizás hasta irascible con su entorno. A fin de cuentas vive en sociedad, y pesa sobre él ya no solo una denuncia sino, y sobre todo, la sospecha de que no sea tan angelical como aparenta. Si ella tiene hijos jóvenes, ¿cómo entenderán la situación? ¿Desconfiarán acaso?

Es condenable –sin peros- la violencia del hombre sobre su mujer. Sin embargo,  hay casos de falsas denuncias contra exmaridos que ya rehacen su vida. Porque también ellos tienen derecho a que se investigue exhaustivamente la acusación antes de la detención y, por supuesto, de su encarcelamiento.

 

Fuente: http://www.infonortedigital.com/portada/opiniones/item/37189-segundas-esposas-en-pie-de-guerra

¡Escándalo! Beatriz Gimeno pillada huyendo de la la Democracia e imponiendo desigualdad

Beatriz Gimeno, número 4 de Podemos, no quiere hablar del tema. Ella prefiere imponer el tema. Curioso, estando en un partido que presume de democracia y de cercanía con el pueblo, como es Podemos.

Apenas dijo dos palabras para presumir de que tenía muchas seguidoras feministas, empezó a bloquear a todos los usuarios que querían discutirle sus extremistas doctrinas “feministas”.

Cuando se pretendía entablar debate para discutir su extremismo y radicalismo, ella prefirió bloquear a todos los usuarios que se acercaban. Incluso a colectivos. Eliminando todo rastro de democracia de este personaje público político.

Y Pablo Iglesias, alguien a quien en numerosas ocasiones hemos intentado llamar la atención para que se pronuncie en temas de género en medios de comunicación, nunca ha contestado un solo mensaje.

¿Donde queda toda esa democracia que les sale por la boca cuando hablan en televisión? ¿Donde está ese espíritu revolucionario con el que nos cautivó en los comienzos? ¿Donde están las promesas de estar cerca de la gente o de la calle?

¿Que hay detrás de todo este sectarismo?

Sabemos que se trata de una estrategia a nivel global para controlar a la población. Una cortina de humo gigante en el corazón de la sociedad, para que ellos puedan jugar a lo de siempre, sin que les molestemos, para que puedan seguir engañándonos.
No es de extrañar que este mismo fenómeno de discriminación contra el hombre y de ruptura de la familia se esté dando en todo el globo a la vez.

La guerra de sexos, hacer que cada sexo vea como el enemigo al otro sexo, creando opresión y discriminación en ambos bandos a través de los medios de comunicación y la política, es un recurso para controlar a la población de lo más efectivo. Pues somos demasiados, nos damos cuenta de los engaños relativamente rápido y sabemos, que los de ahí arriba, no se están portando del todo bien.

A demás de ser un recurso fácil, es fácil de llevar a cabo, pues mover masas misándricas contra misóginas, prácticamente se hace solo. Sólo es necesario un empujoncito y ya la gente empezará a pelearse.

Esto que nos venden a diario en la televisión no es feminismo. El feminismo ha sido robado. Se está demonizando al hombre con el continuo bombardeo en los telediarios sobre maltratos y muertes de mujeres, cuando la realidad es que mueren igual cantidad de hombres pero sin tener cobertura mediática. Se esta creando una bomba social. Ingeniería social a nivel global.

Muchas feministas auténticas ya se han dado cuenta de esto y se han separado (a mala gana) del movimiento feminista, que ha sido robado por los poderes fácticos. Otras en cambio han sucumbido a vuestra religión del odio.

¡ Tráigannos de vuelta nuestro verdadero feminismo de inmediato !

Toda esta orquesta de manipulación a quien mas afecta es a los jóvenes, esos que van de guais y aun no han desarrollado el sentido crítico de un debate limpio y productivo. Han convertido al falso feminismo en una moda tan adictiva, que hablar de los problemas que sufren los hombres es toda una odisea.

En documentales como “Borrando a Papá” de Argentina y “No te vayas papá” de aquí de España. Se explica en profundidad los prejuicios y la discriminación que sufrimos tanto hombres como hijos y familiares por culpa de este falso feminismo, sus leyes de género y su ideología de género. Pero todo esto está siendo ocultado por los medios de comunicación. Por supuesto los partidos políticos también colaboran.

Feministas auténticas como Prado Esteban y comunidades de mujeres por la igualdad como Círculo Atenea y Artemisas exponen muy bien el problema.

Señora Beatriz Gimeno, usted no es feminista, usted ha robado el feminismo. Como prueba todas las mujeres que están en contra de esta nueva discriminación camuflada como igualdad. Y todas las personas afectadas. Toda la gente a la que los políticos y los medios de comunicación ignoráis. ¡BASTA YA!

¡ No podéis seguir ignorando que nos hemos dado cuenta ! ¡ Sabemos que sabéis que nos hemos dado cuenta ! ¡ Sabemos que nos estáis ignorando deliberadamente !

Hemos visto como se recogían firmas para calificar el feminismo como terrorista. Hemos visto como se cancelaban “misteriosamente” recogidas de firma contra la Ley Hembrista de Género. Hemos visto verdaderos datos de estadísticas. Hemos escuchado testimonios de jueces, psicólogos y otras grandes entidades. Hemos visto como todo político al que le demostramos que nos hemos dado cuenta, sigue censurando, ignorando, bloqueando.

Pero nos hemos dado cuenta.

Desde la primera manifestación del 15M y de Democracia Real Ya. En algún lugar de España. Frente algún edificio oficial. No estábamos acostumbrados a reclamar. Y entonces… alguien grito:

¡ Lo sabemos !

Pero aquí no podemos contarlo todo. Porque la gente no esta preparada. Y porque sabemos que nos cerraréis la página porque no podéis soportar que se sepa la verdad.

Nos han cerrado webs como el ministerio del equilibrio, han suspendido usuarios, han borrado páginas. Incluso a mi, con esa red organizada de reportes me cerraron mi web. Hasta hackers tienen para censurar la verdad.

 

Violencia entre parejas adolescentes, igualada en sexos

Ocho de cada diez adolescentes de entre 14 y 19 años afirma conocer algún acto de violencia entre parejas de su edad, según se desprende de un estudio elaborado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación y Ayuda contra la Drogadicción (FAD).

El trabajo, determina, además, que, en conjunto, son más frecuentes los actos violentos en chicos, y más graves (como amenazas, insultos, agresiones), en relación a los actos de las mujeres, considerados de menor grado (revisión del móvil, control de lo que hace su pareja).

Aún así, los porcentajes de violencia ejercida entre géneros está en muchos casos muy igualada. Por ejemplo, los encuestados afirman conocer un 33,5 por ciento de las chicas y un 32,5 de los chicos que no permiten que sus parejas vean a sus amigos, o a un 39,7 por ciento de chicas y un 36,9 por ciento de chicos que controla dónde está el otro. Del mismo modo, señalan que conocen a un 62,9 por ciento de chicas que controla el móvil de su pareja, al igual que un 58,6 por ciento de los chicos.

Para director técnico del centro, Eusebio Megías, no es sorprendente esta igualdad de actuación ya que “la raíz de esta violencia se debe a la visión de exclusividad y posesión que los adolescentes imprimen en la pareja y que es compartida tanto por chicos como por chicas“.

¿Por que los medios venden solo una cara de la moneda?

A su juicio, la visión adolescente de la pareja ha sufrido una “revolución hacia la igualdad”, pero éste no se ha producido “de forma homogénea”. Asi, considera que es difícil encontrar a gente que no defienda la igualdad, pero siguen existiendo aquellas gestos que se apoyan “en los tópicos esterotipados” para defender la desigualdad.

Es decir, se basan en el “paquete biológico”, de que “una mujer tiene derecho pero no puede hacer una o tal cosa igual que el hombre por su biología” para defender la situación “sociocultural” en la que se encuentra.

Mujeres sensibles y hombres posesivos
Así lo refleja el estudio, en donde se determina que existe una aceptación “muy generalizada entre chicos y chicas” respecto a los tópicos que definen hipotéticamente sus géneros: el 56 por ciento define a las chicas como muy sensibles y tiernas, además de preocupadas por su imagen (en un 46%), mientras que los chicos son vistos como dinámicos y activos, en un 66 por ciento, independientes (36%) y posesivos y celosos (31%).

Para los expertos, estas atribuciones de cualidades a los diferentes sexos influyen de manera determinante en el establecimiento de estereotipos sobre las capacidades atribuidas a unos y a otras. De este modo, ellas son percibidas como más capaces de comprender a los demás, más capaces de dar cariño y más capaces de reflexionar. Y ellos más decididos, mejores para el deporte y más hábiles con las tecnología.

En cuanto al aspecto laboral, para los adolescentes existen profesiones femeninas y masculinas y puestos de trabajo de cada género. Sin embargo, perciben que los puestos de los hombres pertenecen a ámbitos de poder y están mejor remunerados, además de que ellas tienen más dificultades con la conciliación entre el hogar y el trabajo.

Megías apunta, al respecto, que los jóvenes perciben el machismo de otras generaciones y existe un acuerdo generalizado en ambos sexos al señalar que el proceso de igualdad es lento, pero progresivo. Un 9 por ciento considera que no existen diferencias, frente a un 42 por ciento que sí que las ve, pero dice que son pequeñas o muy pequeñas. Un 14 por ciento considera que existen diferentes grandes o muy grandes entre géneros.

Diferencia de oportunidades
El estudio, que se ha elaborado en colaboración con el Banco Santander y Telefónica, destaca que, en relación a la diferencia de oportunidades entre hombres y mujeres, ellas perciben peor o mucho peor sus oportunidades a la hora de participar en la vida política (57% frente al 36% de los varones), alcanzar puestos de mayor responsabilidad (63% frente al 57% de los varones) o compaginar la vida laboral con la familiar (29% frente al 20% de los chicos).

En este sentido, Megías señala que los chicos son mucho más conscientes de la injusticia que antes, aunque un “gran grupo de ellos” creen que “no deben hacer nada, que las que se deben de mover son ellas” que son las que sufren la desigualdad.

De este modo, la actitud de los chicos es la de no hacerse responsable de la situación, basándose en que han sido educados de ese modo y defendiendo que “no actúan contra lo que se les ha enseñado”. Para el experto, este actitud es habitual en el ser humano, la de “defenderse si cree que hay algo negativo y atribuir  alos demás el problema”.

 

Fuente: http://www.antena3.com/noticias/sociedad/adolescentes-afirma-haber-visto-actos-violencia-parejas-edad_2015091000179.html

Meter a los hombres en campos de concentración

Una famosa feminista inglesa sugiere meter a los hombres en campos de concentración

Se llama Julie Bindel, se autodefine como “lesbiana política”, trabaja como periodista para el diario progresista The Guardian y es cofundadora del movimiento feminista Justice for Women.

Hace unas semanas Bindel concedió una entrevista que apareció publicada el 29 de agosto en la web del grupo feminista radical RadFem Collective. Pongo el enlace a Web Archiveporque unos días más tarde la entrevista fue borrada, aunque el 7 de septiembre la volvieron a publicar. Las cosas que dice Bindel en la entrevista no son las que cabe esperar de una persona tolerante y demócrata. Sirva como ejemplo lo que respondió Bindel cuando la entrevistadora le preguntó “¿La heterosexualidad sobrevivirá a la liberación de la mujer?”

“No lo hará, no a menos que los hombres espabilen juntos, renuncien a su poder y se comportaren. Quiero decir, yo realmente pondría a todos en una especie de campodonde todos puedan conducir en quads o bicicletas, o furgonetas blancas. Les daría una gama de vehículos para conducir alrededor, no darles porno, que no fueran capaces de luchar -deberíamos tener guardianes, ¡por supuesto! Las mujeres que quisiesen ver a sus hijos o seres queridos masculinos podría ir a visitarlos, o llevárselos como un libro de la biblioteca, y luego traerlos de vuelta.

Espero que la heterosexualidad no sobreviva, de veras. Me gustaría ver una tregua en la heterosexualidad. Me gustaría una amnistía en la heterosexualidad hasta que nos hayamos clasificado a nosotras mismas. Porque bajo el patriarcado es una mierda.

Y estoy harta de escuchar a mujeres individuales que sus hombres están bien. Esos hombres han sido apuntalados por las ventajas del patriarcado y son complacientes, no detienen a otros hombres de ser una mierda.

Me encantaría ver una liberación de la mujer que dé lugar a mujeres que dan vuelta alejándose de los hombres y diciendo: “cuando volváis como seres humanos, entonces nos podríamos ver de nuevo.”

Lo de esta mujer tiene un nombre: androfobia, el odio obsesivo contra los hombres y contra todo lo masculino. Hace ya tiempo que diversos grupos feministas no ocultan esos prejuicios. Pero os propongo un ejercicio de imaginación. Imaginad lo que pasaría si esa descarada incitación al odio la lanzase un personaje famoso contra las mujeres en general o las lesbianas en particular. Muchos se le echarían a la yugular, y el asunto, seguramente, acabaría ante un tribunal. Pero como las víctimas de su odio son los hombres y los heterosexuales, aquí no pasa nada.

 

Fuente:  http://circuloatenea.com/2015/09/14/meter-a-los-hombres-en-campos-de-concentracion/

Una mujer golpeó a su novia y abandonó la casa (No hay LIVG para ella)

La víctima presentaba lesiones curables en cinco días. La agresora le habría mordido uno de los brazos a la víctima, quien radicó la denuncia.

En una audiencia llevada a cabo en la mañana de ayer, en el Centro Judicial Banda, una joven de 29 años, quien estuvo detenida por lesiones leves y amenazas en perjuicio de su novia, fue excarcelada y deberá cumplir con una serie de medidas restrictivas de conducta.
La medida fue solicitada por el representante de la Unidad Fiscal y ordenadas por el juez de Control y Garantías de los departamentos Banda y Robles, Dr. Raúl Santucho (h).
Según se ventiló en la audiencia que se llevó a cabo en las Oficinas de Gestión y Audiencias (OMAS) del Centro Judicial Banda, el violento incidente, protagonizado por la pareja homosexual, se produjo el 1 de septiembre, en una vivienda ubicada en calle Sáenz Peña, del barrio Centro, de la ciudad de La Banda.
Eran las 21.30, cuando la joven de 29 años arribó al inmueble que compartía con su novia. Allí, encontró a su pareja que estaba realizándose cortes en los brazos con un elemento cortante, por lo que comenzaron a discutir. En medio de las agresiones verbales, la acusada comenzó a propinarle golpes de puño a la víctima, quien a su vez trataba de tranquilizarla.
Entre insultos y golpes, la detenida se retiró de la casa, por lo que la damnificada emprendió su recorrido hasta la Departamental 4, con el fin de radicar la denuncia correspondiente.
Mientras caminaba por avenida Belgrano, la víctima fue interceptada por su novia, quien nuevamente comenzó a agredirla verbal y físicamente. En ese momento, pasó por el sitio un móvil del área Prevención de la Departamental, cuyos efectivos alertaron la situación y procedieron a detener a la agresora. La misma fue trasladada a sede policial y ayer, en una audiencia, fue excarcelada.
Ahora, deberá abandonar la casa que compartía con su novia y además adoptar una serie de medidas restrictivas de comportamiento, mientras continúa con un tratamiento psicológico por unos meses.

La campaña del miedo

Así es como da inicio el artículo No todos los hombres de la tuitera Barbijaputa. Se trata de un texto donde la autora apelará de forma constante al miedo de la lectora, a incitar sus aprensiones a caminar a solas por calles oscuras, o a subir en un ascensor con un desconocido. Intentaré analizar los extractos más importantes de dicho artículo irresponsable, un discurso de la alarma y el miedo que empieza a ser peligroso para la convivencia de hombres y mujeres.
En la apertura del artículo leemos que ciertos miedos son exclusivos de la mujer (como, por ejemplo, cuando una chica regresa de una noche de fiesta y camina a solas por la calle a altas horas de la madrugada). Como bien explica un estudio publicado en un artículo de El Pais, el hombre tiene tres veces más posibilidades de morir asesinado (en países donde la delincuencia común alcanzan mayores cotas –como el Salvador, Honduras o México- la brecha entre víctimas varones y víctimas femeninas es aún mayor). Es cierto que, por lo general, el hombre no siente ese miedo del que habla Barbijaputa cuando camina por una calle oscura pero, desde luego, y como podemos leer en el artículo de EL PAIS  (AQUÍ) , no es porque corramos menos peligros (vuelvo a remitirme al dato de que tenemos TRES veces más probabilidades de morir asesinados que las féminas de este país). Si no tenemos el mismo miedo es, tal vez, por la misma razón por la que fumamos más (aún a riesgo de padecer cáncer de pulmón), nos ponemos menos protección solar o usamos menos el cinturón de seguridad. El mismo estudio revela que un adolescente varón tiene ¡Once veces! más probabilidades de morir ahogados por su más limitada percepción del peligro. En definitiva, que nos sintamos más a salvo que la mujer no quiere decir que, verdaderamente, lo estemos.
Para continuar con su particular campaña del miedo, Barbijaputa no tiene reparos en utilizar ejemplos sacados de un contexto socio-cultural que nada tiene que ver con el contexto de una mujer que vive en España. Es indudable que cualquier mujer puede ser víctima de una agresión sexual o un asesinato, pero permíteme dudar de que una mujer de Palencia tema ser secuestrada por un guerrillero nigeriano de Boko Haram para acabar siendo violada en un campamento terrorista, o que una mujer que viva en Murcia sienta temor de que su hermano cometa un delito y un jefe tribal indio la sentencie a ser violada por ello.
Por desgracia, esa es la realidad de muchas mujeres a lo ancho y largo de países subdesarrollados, estados fallidos y entornos rurales de países como la India o Afganistán pero, por suerte, no es la realidad de una chica que vive en nuestra sociedad. Mezclar contextos sociales es, además de irresponsable y muy poco serio, una manera burda de manipular, a no ser que Barbijaputa crea que la violencia está en los mismos cromosomas del hombre y no importe si es un extremista religioso de Nigeria o chaval de Burgos aficionado a los videojuegos.
Permítanme que me extienda un poco en este punto, pues considero que es la madre de todo el artículo de esta escritora. Asegura que los verdugos son siempre hombres, y las mujeres siempre víctimas. ¿De qué tipo concreto de violencia dentro del amplísimo espectro de delitos se refiere exactamente? Si se refiere a la delincuencia común ya he dicho que se equivoca; los hombres tenemos tres veces más probabilidades de morir asesinados que las mujeres, por lo que la mujer no es el blanco favorito para este tipo de violencia.
Si se refiere a un tipo de violencia más específica, como la violencia de género, entramos en un terreno delicado. ¿De verdad piensas que en casos de violencia en el ámbito de las relaciones de pareja el hombre es siempre el verdugo y la mujer es, por ende, la víctima? Barbijaputa, si alguna vez decides dedicar una pequeña fracción de esa empatía que reclamas en ese artículo a leer historias y testimonios de la “otra violencia” tal vez amplíes tu reducida visión de la compleja relación entre hombres y mujeres. Entre muchos testimonios de todo tipo, encontrarás innumerables casos del uso instrumentalizado de la violencia por parte de muchas madres ejercida a través de los hijos (lo que hace que sea doblemente cruel, al introducir en la ecuación a los niños). El clásico “no lo vas a ver hasta que un juez lo decida” puede convertirse en años en algunas ciudades de este país (sí, a diferencia de ti no me he ido a Nigeria o a la India para hallar desigualdades legales). Años en los que muchos padres tachan, con infinita impotencia, días en los calendarios sin poder ver a sus hijos.
Si el feminismo es la ideología de la igualdad, como aseguras convencida en este artículo, ¿por qué nunca le he oído clamar por situaciones como ésta? ¿Son, acaso, secundarias? De ser así, ¿hablamos de víctimas de primera y víctimas de segunda en función de sus cromosomas? Y si respondemos de nuevo que sí, ¿dónde está la igualdad de la retórica feminista?
Otro bloguero se suma al hilo de este hilarante artículo que pretende ser serio, y va aún más allá. Afirma que todo hombre es un potencial maltratador, y se “fundamenta” en la idea de que todas las personas son capaces de ejercer la violencia (e incluso matar).
Debo admitir que estoy de acuerdo con él en esto último. Todos nosotros podemos llegar a matar si se da la concatenación de circunstancias apropiadas. La violencia es una respuesta que reside en todos (no digamos ya sólo seres humanos) seres vivos de este planeta. Por tanto, en principio puede parecer un argumento lógico, un axioma; todos los hombres podemos ejercer violencia, y dado que el maltrato es una forma de violencia, también podemos ser maltratadores. Pues no, Vimes, no es así de simple. No hace falta ser ducho en lógica aristotélica para saber que ambas premisas dan una conclusión falaz. 
 
El maltrato, violencia intrafamiliar, violencia de género (utilicen la expresión que consideréis más apropiada) es un tipo cruel de violencia, pero no es la única. La violencia abarca un espectro casi ilimitado de respuestas agresivas y lesivas, y no podemos coger un saco y meter todas esas diferentes clases de violencias en él como si tuviesen la misma naturaleza y la causasen los mismos mecanismos. Todos podemos agredir o matar si se dan las circunstancias apropiadas, pero no todo el mundo puede planificar un asalto, preparar en la guantera del coche un kit de violación, acechar a un niño, engañarle para aproximarse a él, forzarle a entrar, abusar sexualmente de él, y abandonarlo desnudo y desorientado en el arcén de una carretera como haría cualquier agresor pederasta.
 
El maltrato no es un acto de violencia espontáneo, fruto de una serie de circunstancias concretas que estallan en un golpe dirigido al rostro de nuestra pareja. El maltrato tiene una característica que es indispensable para considerarlo realmente maltrato; ha de ser continuado, repetirse en el tiempo. Es un tipo de violencia con características bien definidas y que no se centra en el simple estallido de rabia visceral que conduce a la agresión física. Las palizas es la muestra más visible del maltrato, pero antes de que el maltratador propine a su pareja la primera paliza, se le exige un “trabajo” previo dirigido a anular la respuesta de huida de la víctima. Ese “trabajo previo” es una forma sutil, meditada e intencionada de violencia encaminada a menoscabar la autoestima y salud psíquica de la víctima, para evitar que huya después de la primera paliza (como haría si no hubiese allanado el camino antes).
 
En la brillante argumentación que da en la caja de comentarios de su blog a un usuario está la clásica comparación con la Alemania Nazi. “No importa que no nos consideremos incapaces de llevar a cabo un acto de violencia continuado y perverso porque, en las circunstancias apropiadas, cualquiera puede convertirse en un tirano. El ejemplo está en la Alemania Nazi, cuando toda una sociedad persiguió y masacró a los judíos”. Creo que ese “argumento” merece que me extienda en el próximo artículo, pero ya os adelanto que esa tesis demuestra la infantilidad de la lógica de Vimes.
 
 

Las mujeres deciden las tres cuartas partes de las decisiones que se toman en pareja

Las mujeres deciden las tres cuartas partes de las decisiones que se toman en pareja

Un estudio ha revelado que la mayor parte de las decisiones importantes que afectan a la pareja las toman las mujeres, tal y como lo ha publicado Daily Mail.    Por lo general, según afirma el estudio realizado por Ginsters, las mujeres determinan qué comer, dónde vivir, cuándo tener hijos, dónde se van de vacaciones y cómo gastar el dinero. Mientras que los hombres muy a menudo solo se ven involucrados en elegir qué coche tener y qué ver en la televisión.    La encuesta realizada a 3. …

Leer mas: http://www.europapress.es/chance/tendencias/noticia-mujeres-deciden-tres-cuartas-partes-decisiones-toman-pareja-20130614115734.html

Los hombres contra el machismo y el machismo contra los hombres

Se dice que el machismo beneficia los hombres y, efectivamente, es así. El patriarcado y su ideología, el machismo, han creado un sistema social pensado para beneficiar a los hombres a los que otorgan poder y dominio sobre las mujeres desde el punto de vista político, económico, social y sexual.

Las mujeres son las grandes perjudicadas y contra ellas se infringe violencia si se atreven a sublevarse: violencia física, psicológica o simbólica y todo para que acepten su dominación. El feminismo, vinculado a las ideologías igualitarias, llegó para romper, afortunadamente, con todo esto y ha permitido mayores cuotas de libertades, derechos e igualdad de oportunidades para las mujeres, a pesar de que aún estemos lejos de la plena igualdad. La otra gran discriminación que genera el patriarcado es en contra la diversidad de opciones sexuales puesto que establece la heterosexualidad como la única opción sexual posible, siendo consideradas todas las otras desviaciones que de alguna u otra manera se tienen que corregir. En este sentido, son las personas lesbianes, gays, transexuales y bisexuales (LGTB) las que también sufren discriminaciones, violencia y invisibilización.

Con todo, también pensamos que el machismo no sólo perjudica a las mujeres o a las personas LGTB, a pesar de que son las más afectadas. El perjuicio lo sufren los hombres también. Me explico. Lo sufren los hombres que no responden a la identidad que marca el patriarcado: aquellos que no son heterosexuales de manera clara e incluso exhibicionista, a los que no se esconden de su vulnerabilidad, a los que se muestran débiles y emocionales, a los que son cuidadores, a los que parten de planteamientos de justicia social, de igualdad y de cooperación en vez de la injusticia, la desigualdad y la competencia actual. Los que no creen que ser hombre sea dominar o ejercer violencia sobre nadie sino ser capaz de establecer una relación en condiciones de igualdad. Todos estos hombres sufren también el peso del machismo porque se salen de la norma que el patriarcado ha marcado para ellos. Otro de los efectos desconocidos es en la salud: los hombres viven de media menos que las mujeres porque su predisposición al autocuidado o su percepción de riesgo es menor que el de ellas. En cuanto al riesgo, esto incide en que sean los hombres los que protagonizan mayor número de accidentes laborales o de tránsito o que el 90% de los prisioneros sean hombres. También tiene efectos devastadores el modelo de hombre competitivo que no reconoce debilidades, ni sabe gestionar emociones o no reaccionar con la violencia como fórmula de resolución de los conflictos.

Los hombres por la igualdad, que somos todavía minoritarios entre los hombres, creemos que el patriarcado también nos perjudica. Lo que pasa es que el machismo ha conseguido invisibilitzar-lo aunque, insistimos, es evidente que no somos los máximos perjudicados. Que los hombres tomemos conciencia de cómo nos perjudica el machismo y el patriarcado es una parte fundamental en el camino hacia la igualdad que han abierto las mujeres con el feminismo. Una parte del cambio en los hombres que pedimos, y por el cual trabajamos, consiste en esto en hacer a los hombres conscientes de estos perjuicios. Y de los beneficios que tiene para todo el mundo la justicia y la igualdad social, el reconocimiento de las propias vulnerabilidad y debilidades para evitar las presiones de un sistema económico y social cada vez más exigente y menos comprensivo que genera cada vez más excluidos. A todo esto hay que añadir los problemas de salud o las limitaciones en el ámbito emocional y con la calidad de nuestras relaciones personales vinculado todo esto en muchas ocasiones a los mandatos de género que tenemos los hombres.

El pasado 29 de noviembre se celebró el cuarto Encuentro Catalán de Hombres por la Igualdad organizado por la entidad Nuevos Hombres de Sabadell. Se prevé un nuevo encuentro en marzo. Un encuentro que se realiza para concretar como conseguimos estos “nuevos” hombres que participan plenamente de los valores como la libertad, la igualdad, la justicia social, la no-violencia y la cooperación y que son conscientes de los perjuicios que genera en ellos el machismo. Por eso cuantos más seamos quienes nos damos cuenta que el machismo va contra los hombres, habrá más hombres contra el machismo.

 

Fuente: http://www.laindependent.cat/index.php?option=com_content&view=article&id=5074%3Aels-homes-contra-el-masclisme-i-el-masclisme-contra-els-homes&catid=198%3Aidentitats-de-geenere&Itemid=241&lang=es

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El hombre maltratado también existe. No es ni un concepto nuevo ni un símbolo ni la nueva peor moda.

“Por fin se ha hecho justicia, Nacho. Bienvenido al barrio”. Este miércoles 21,José Ignacio Y. volvía a Getafe (Madrid), a la residencia de sus padres, después de un año sin poder acercarse a su casa de toda la vida. Un juez le levantó la orden de alejamiento en una causa de violencia doméstica que desde marzo de 2009 le prohibía acercarse a menos de 500 metros de la casa de su ex mujer, con la que vivía justo en el portal contiguo al de su residencia familiar.

Según explicó José Ignacio a El Confidencial, su ex mujer lo anuló durante años. Y el daño no fue sólo psicológico, sino también físico. Lo abofeteó y arañó durante su matrimonio cada vez que se le antojaba. La gente le preguntaba, pero él, por vergüenza, aseguraba que todo se debía a “la fogosidad” de su esposa. “¿Crees que alguien va a creer que alguien que pesa 50 kilos puede pegar a un tío de más de 100?”, le preguntaba su mujer de forma burlesca, según narra el afectado. Ella, que responde a las siglas A.L.M., es la madre de sus dos hijos gemelos. Según José Ignacio, llegó a ponerle un cuchillo en el cuello; se acostaba con otros hombres en su propia cama “porque tú ya no me vales”, e incluso amenazó con arrojar a uno de sus hijos al vacío desde la ventana para retener a su pareja en casa. “Me decía: Si cruzas esa puerta, tiro al niño y después me arrojo yo”. Lo último, fingir una paliza para denunciarlo por malos tratos. “Si renuncias al piso y me das el dinero que te pido, te quito la denuncia”. El acosado era él, pero ¿quién le iba a creer?

¿Dónde están ellos? ¿Por qué no hay asociaciones que les apoyen cuando se sienten avergonzados? ¿Por qué el 016 les cuelga el teléfono porque solo atienden a mujeres?
El hombre maltratado también existe. No es ni un concepto nuevo ni un símbolo ni la nueva peor moda. “Nacho es sólo un ejemplo”, asegura el juez Francisco Serrano. “Hay muchos inocentes encarcelados porque sus mujeres los denunciaron falsamente”. Serrano escupe indignación cuando habla de la Ley Orgánica de Protección Integral contra la Violencia de Género. Quien lea sus declaraciones quizá lo tache de juez machista, pero en su currículum destaca ser el primer magistrado en firmar una orden de alejamiento. En 2001, cuando la ley de Violencia de Género no estaba ni pensada, recibió el premio Amuvis por defender a la mujer maltratada.

Falsa violencia machista

La batalla actual de Serrano, el juez titular del Juzgado de Familia número 7 de Sevilla, es muy simple: lucha para que las mujeres que quieran divorciarse no usen las ventajas que esta ley les ofrece para obtener beneficios de una manera injusta. “Denuncio una realidad silenciada: la falsa violencia machista”, sentencia. Serrano habla de la ley como una hecha a la medida de un gobierno que no ha querido mantener un concepto de violencia familiar que englobara todos los maltratos que se da en un hogar, sin distinguir según el sexo de la víctima. ¿Por qué las muertes de mujeres sí cuentan, y las de hombres no?

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Serrano asegura que el Ministerio del Interior anotaba el número de asesinadas y el de asesinados hasta 2006. Las estadísticas oficiales informaban de que en 2002 55 mujeres murieron a manos de sus maridos y 16 acabaron con la vida de sus maridos o ex parejas. En 2003 murieron por la misma causa 65 mujeres y 13 varones; 2004: 61 versus 9; 53 en 2005 frente a 15 hombres; en 2006, 54 mujeres y 12 hombres. Con estas cifras, se puede afirmar que muere un hombre a manos de sus mujeres por cada cinco mujeres asesinadas. ¿Dónde están ellos? ¿Por qué no hay asociaciones que les apoyen cuando se sienten avergonzados? ¿Por qué no tienen ninguna institución que los ampare y el 016 les cuelga el teléfono “porque sólo atendemos a mujeres?” (algo que ya corroboró un periodista de ‘El Confidencial’ haciéndose pasar por un hombre maltratado).

Por más que lo haya preguntado, a Serrano nadie le ha contestado todavía por qué se dejó de divulgar desde 2007 las cifras de hombres muertos por agresiones de sus cónyuges. “El año pasado más de 30 hombres murieron a manos de sus mujeres. Este año ya van cinco. Pero no busquen en los organismos oficiales, porque de esto no interesa informar”. Aunque la violencia en el ámbito familiar está prevista en el Código Penal español, existe una corriente social que pretende reducir el término violencia a la que ejercen los hombres y padecen las mujeres, negando así cualquier opción a que la situación sea distinta. “Por eso esta ley es inconstitucional, porque la Constitución dice que todos los españoles somos iguales ante la ley. No distingue entre sexos”.

Serrano habla también del principio de igualdad y de la presunción de inocencia al que todos los seres humanos tienen derecho mientras no se demuestre lo contrario. “Aquí se deja en libertad no por inocente, sino porque no se ha demostrado que sea culpable”, insiste Serrano.

Jueces, periodistas, policías judiciales, “hasta diputados y senadores de muy alto nivel me han dado la razón cuando les he dicho que esta ley es inconstitucional y discriminatoria”. Serrano habla de discriminación incluso con las propias mujeres, las del siglo XXI que luchan por una igualdad de oportunidades. “Señoras del nuevo siglo; que sepan que esta ley dice que ustedes, por ser mujeres, están en inferioridad de condiciones frente a cualquier hombre”. Las palmaditas en la espalda siempre se la dan off the record. “Es el producto estrella del Gobierno, Francisco. Yo no me atrevo a levantar la liebre el primero”, le reconocen al abogado a escondidas.

El magistrado sigue acumulando cifras: “Tampoco les interesa airear que algunos de los 3.716 varones que se suicidaron en 2006 (frente a las 2.653 mujeres) lo hicieron por el efecto adverso de esta ley, discriminatoria tanto para ellos como para ellas”. Serrano quería comprobar cuántos de estos se arrojaron al vacío cuando estaban en crisis o en proceso de separación de sus parejas. Pero los organismos oficiales decidieron quitar el estado civil de los suicidas a partir de 2007. Desde entonces, se divulgan las cifras de violencia contra las mujeres en el registro abierto en la web del Ministerio de Sanidad. Por eso Serrano insiste en que una gran parte de los suicidios de varones entre 30 y 60 años se debe al trauma que causa el “trato discriminatorio que sufren en el proceso de separación”.

Una discriminación “incomprensible”

Víctor Fernández es abogado de Patón & Asociados, el primer bufete español especializado en violencia machista. Como única estadística rigurosa sobre este problema se refiere al 25,6% de víctimas mortales de hombres registradas en España en manos de sus parejas, según datos del CGPJ. Con los datos de Serrano, en 2009 el porcentaje aumentó considerablemente. Fernández coincide con su colega Serrano en que la ley es un “disparate”. “Establecer una diferencia jurídica entre hombres y mujeres en 2010 es incomprensible”. No pone en duda que la mujer maltratada debe ser protegida, pero sí culpa al gobierno de que los hombres no cuenten con ninguna institución que les ampare.

La mayor parte de los casos archivados en el registro de violencia de género son, para Serrano, conflictos entre iguales en el combate de cualquier separación. La diferencia entre el dato del juez de Sevilla de que el 86% de las denuncias de maltrato no responden a situaciones reales de violencia y la cifra del Gobierno, que considera falsas el 0,4% de las denuncias es abismal. Para demostrar la “visión distorsionada del maltrato”, Serrano pone como ejemplo al juzgado de Violencia de Género de Sevilla. En 2008, la Fiscalía Superior de Andalucía recogió 9.814 procedimientos. De ellas se emitieron 1.010 sentencias: “395 condenatorias, 412 absoluciones y 203 condenas de conformidad”. El 90% de las denuncias se archivaron o acabaron en absolución, como el caso de Nacho.

“Miedo a la denuncia”

Nacho, el maltratado denunciado, siente que “todos los hombres casados o en una relación estamos en el mundo bajo una libertad condicional que te quitan cuando tu mujer te denuncia y te mete en el calabozo, privándote de todo”. Es lo que Serrano denomina holocausto social: “Miles de hombres son encarcelados cada año con una mera denuncia”. Es lo que en Derecho se denomina derecho de autor: “Se te condena por ser hombre, no por los hechos cometidos. Y si se demuestra que ella ha denunciado falsamente, no pasa nada”.

A la mujer tampoco se le protege por ser víctima, sino por ser mujer. Según los datos que publica el Ministerio de Igualdad, en 2009 fueron 55 las mujeres asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas, un 27,6% menos que el anterior. El dato que llama la atención es que el 74,5% no había puesto denuncia previa. “Desgraciadamente las verdaderas víctimas del maltrato,las que se esconden para que nadie le vea ojo morado, siguen en sus casas con un miedo terrorífico a denunciar, por si su agresor la mata. A ésas son a las que debe amparar la ley”.

A.L.M. no pudo demostrar que su marido le había pegado de la manera que ella decía ni ninguna otra. Nacho se sentó en el banquillo de los acusados sin ser consciente siquiera de que el maltratado era él. Esta misma semana le han absuelto, pero no por ser inocente, sino porque no se pudo comprobar que era culpable. Al levantar la orden de alejamiento, Nacho ha podido entrar de nuevo en casa de sus padres. “Ella vive ahí, en esa ventana están durmiendo ahora mismo mis hijos”, reconoce con cierta ironía. La ley se muestra como un arma cargada, que en las manos equivocadas puede convertir la vida de un buen hombre en un calvario. Con la ley de violencia de género en la mano, ni ellas son tantas ni ellos, tan pocos. Nacho ha decidido abandonar la vía legal aunque desea fuertemente que se conozca su caso. Este periódico le acompañó en el preciso momento en el que después de un año, volvió a su barrio, por unos meses prohibido. Ahora está rehaciendo su vida con una nueva chica, con ilusión y cierto desarreglo. Reconoce tener miedo, que casi es pánico, a que una nueva denuncia le haga revivir de nuevo el calvario.

 

Fuente: http://www.elconfidencial.com/sociedad/2010-04-24/nadie-habla-de-los-30-hombres-que-murieron-a-manos-de-sus-mujeres-easado_395936/