Meter a los hombres en campos de concentración

Una famosa feminista inglesa sugiere meter a los hombres en campos de concentración

Se llama Julie Bindel, se autodefine como “lesbiana política”, trabaja como periodista para el diario progresista The Guardian y es cofundadora del movimiento feminista Justice for Women.

Hace unas semanas Bindel concedió una entrevista que apareció publicada el 29 de agosto en la web del grupo feminista radical RadFem Collective. Pongo el enlace a Web Archiveporque unos días más tarde la entrevista fue borrada, aunque el 7 de septiembre la volvieron a publicar. Las cosas que dice Bindel en la entrevista no son las que cabe esperar de una persona tolerante y demócrata. Sirva como ejemplo lo que respondió Bindel cuando la entrevistadora le preguntó “¿La heterosexualidad sobrevivirá a la liberación de la mujer?”

“No lo hará, no a menos que los hombres espabilen juntos, renuncien a su poder y se comportaren. Quiero decir, yo realmente pondría a todos en una especie de campodonde todos puedan conducir en quads o bicicletas, o furgonetas blancas. Les daría una gama de vehículos para conducir alrededor, no darles porno, que no fueran capaces de luchar -deberíamos tener guardianes, ¡por supuesto! Las mujeres que quisiesen ver a sus hijos o seres queridos masculinos podría ir a visitarlos, o llevárselos como un libro de la biblioteca, y luego traerlos de vuelta.

Espero que la heterosexualidad no sobreviva, de veras. Me gustaría ver una tregua en la heterosexualidad. Me gustaría una amnistía en la heterosexualidad hasta que nos hayamos clasificado a nosotras mismas. Porque bajo el patriarcado es una mierda.

Y estoy harta de escuchar a mujeres individuales que sus hombres están bien. Esos hombres han sido apuntalados por las ventajas del patriarcado y son complacientes, no detienen a otros hombres de ser una mierda.

Me encantaría ver una liberación de la mujer que dé lugar a mujeres que dan vuelta alejándose de los hombres y diciendo: “cuando volváis como seres humanos, entonces nos podríamos ver de nuevo.”

Lo de esta mujer tiene un nombre: androfobia, el odio obsesivo contra los hombres y contra todo lo masculino. Hace ya tiempo que diversos grupos feministas no ocultan esos prejuicios. Pero os propongo un ejercicio de imaginación. Imaginad lo que pasaría si esa descarada incitación al odio la lanzase un personaje famoso contra las mujeres en general o las lesbianas en particular. Muchos se le echarían a la yugular, y el asunto, seguramente, acabaría ante un tribunal. Pero como las víctimas de su odio son los hombres y los heterosexuales, aquí no pasa nada.

 

Fuente:  http://circuloatenea.com/2015/09/14/meter-a-los-hombres-en-campos-de-concentracion/

La campaña del miedo

Así es como da inicio el artículo No todos los hombres de la tuitera Barbijaputa. Se trata de un texto donde la autora apelará de forma constante al miedo de la lectora, a incitar sus aprensiones a caminar a solas por calles oscuras, o a subir en un ascensor con un desconocido. Intentaré analizar los extractos más importantes de dicho artículo irresponsable, un discurso de la alarma y el miedo que empieza a ser peligroso para la convivencia de hombres y mujeres.
En la apertura del artículo leemos que ciertos miedos son exclusivos de la mujer (como, por ejemplo, cuando una chica regresa de una noche de fiesta y camina a solas por la calle a altas horas de la madrugada). Como bien explica un estudio publicado en un artículo de El Pais, el hombre tiene tres veces más posibilidades de morir asesinado (en países donde la delincuencia común alcanzan mayores cotas –como el Salvador, Honduras o México- la brecha entre víctimas varones y víctimas femeninas es aún mayor). Es cierto que, por lo general, el hombre no siente ese miedo del que habla Barbijaputa cuando camina por una calle oscura pero, desde luego, y como podemos leer en el artículo de EL PAIS  (AQUÍ) , no es porque corramos menos peligros (vuelvo a remitirme al dato de que tenemos TRES veces más probabilidades de morir asesinados que las féminas de este país). Si no tenemos el mismo miedo es, tal vez, por la misma razón por la que fumamos más (aún a riesgo de padecer cáncer de pulmón), nos ponemos menos protección solar o usamos menos el cinturón de seguridad. El mismo estudio revela que un adolescente varón tiene ¡Once veces! más probabilidades de morir ahogados por su más limitada percepción del peligro. En definitiva, que nos sintamos más a salvo que la mujer no quiere decir que, verdaderamente, lo estemos.
Para continuar con su particular campaña del miedo, Barbijaputa no tiene reparos en utilizar ejemplos sacados de un contexto socio-cultural que nada tiene que ver con el contexto de una mujer que vive en España. Es indudable que cualquier mujer puede ser víctima de una agresión sexual o un asesinato, pero permíteme dudar de que una mujer de Palencia tema ser secuestrada por un guerrillero nigeriano de Boko Haram para acabar siendo violada en un campamento terrorista, o que una mujer que viva en Murcia sienta temor de que su hermano cometa un delito y un jefe tribal indio la sentencie a ser violada por ello.
Por desgracia, esa es la realidad de muchas mujeres a lo ancho y largo de países subdesarrollados, estados fallidos y entornos rurales de países como la India o Afganistán pero, por suerte, no es la realidad de una chica que vive en nuestra sociedad. Mezclar contextos sociales es, además de irresponsable y muy poco serio, una manera burda de manipular, a no ser que Barbijaputa crea que la violencia está en los mismos cromosomas del hombre y no importe si es un extremista religioso de Nigeria o chaval de Burgos aficionado a los videojuegos.
Permítanme que me extienda un poco en este punto, pues considero que es la madre de todo el artículo de esta escritora. Asegura que los verdugos son siempre hombres, y las mujeres siempre víctimas. ¿De qué tipo concreto de violencia dentro del amplísimo espectro de delitos se refiere exactamente? Si se refiere a la delincuencia común ya he dicho que se equivoca; los hombres tenemos tres veces más probabilidades de morir asesinados que las mujeres, por lo que la mujer no es el blanco favorito para este tipo de violencia.
Si se refiere a un tipo de violencia más específica, como la violencia de género, entramos en un terreno delicado. ¿De verdad piensas que en casos de violencia en el ámbito de las relaciones de pareja el hombre es siempre el verdugo y la mujer es, por ende, la víctima? Barbijaputa, si alguna vez decides dedicar una pequeña fracción de esa empatía que reclamas en ese artículo a leer historias y testimonios de la “otra violencia” tal vez amplíes tu reducida visión de la compleja relación entre hombres y mujeres. Entre muchos testimonios de todo tipo, encontrarás innumerables casos del uso instrumentalizado de la violencia por parte de muchas madres ejercida a través de los hijos (lo que hace que sea doblemente cruel, al introducir en la ecuación a los niños). El clásico “no lo vas a ver hasta que un juez lo decida” puede convertirse en años en algunas ciudades de este país (sí, a diferencia de ti no me he ido a Nigeria o a la India para hallar desigualdades legales). Años en los que muchos padres tachan, con infinita impotencia, días en los calendarios sin poder ver a sus hijos.
Si el feminismo es la ideología de la igualdad, como aseguras convencida en este artículo, ¿por qué nunca le he oído clamar por situaciones como ésta? ¿Son, acaso, secundarias? De ser así, ¿hablamos de víctimas de primera y víctimas de segunda en función de sus cromosomas? Y si respondemos de nuevo que sí, ¿dónde está la igualdad de la retórica feminista?
Otro bloguero se suma al hilo de este hilarante artículo que pretende ser serio, y va aún más allá. Afirma que todo hombre es un potencial maltratador, y se “fundamenta” en la idea de que todas las personas son capaces de ejercer la violencia (e incluso matar).
Debo admitir que estoy de acuerdo con él en esto último. Todos nosotros podemos llegar a matar si se da la concatenación de circunstancias apropiadas. La violencia es una respuesta que reside en todos (no digamos ya sólo seres humanos) seres vivos de este planeta. Por tanto, en principio puede parecer un argumento lógico, un axioma; todos los hombres podemos ejercer violencia, y dado que el maltrato es una forma de violencia, también podemos ser maltratadores. Pues no, Vimes, no es así de simple. No hace falta ser ducho en lógica aristotélica para saber que ambas premisas dan una conclusión falaz. 
 
El maltrato, violencia intrafamiliar, violencia de género (utilicen la expresión que consideréis más apropiada) es un tipo cruel de violencia, pero no es la única. La violencia abarca un espectro casi ilimitado de respuestas agresivas y lesivas, y no podemos coger un saco y meter todas esas diferentes clases de violencias en él como si tuviesen la misma naturaleza y la causasen los mismos mecanismos. Todos podemos agredir o matar si se dan las circunstancias apropiadas, pero no todo el mundo puede planificar un asalto, preparar en la guantera del coche un kit de violación, acechar a un niño, engañarle para aproximarse a él, forzarle a entrar, abusar sexualmente de él, y abandonarlo desnudo y desorientado en el arcén de una carretera como haría cualquier agresor pederasta.
 
El maltrato no es un acto de violencia espontáneo, fruto de una serie de circunstancias concretas que estallan en un golpe dirigido al rostro de nuestra pareja. El maltrato tiene una característica que es indispensable para considerarlo realmente maltrato; ha de ser continuado, repetirse en el tiempo. Es un tipo de violencia con características bien definidas y que no se centra en el simple estallido de rabia visceral que conduce a la agresión física. Las palizas es la muestra más visible del maltrato, pero antes de que el maltratador propine a su pareja la primera paliza, se le exige un “trabajo” previo dirigido a anular la respuesta de huida de la víctima. Ese “trabajo previo” es una forma sutil, meditada e intencionada de violencia encaminada a menoscabar la autoestima y salud psíquica de la víctima, para evitar que huya después de la primera paliza (como haría si no hubiese allanado el camino antes).
 
En la brillante argumentación que da en la caja de comentarios de su blog a un usuario está la clásica comparación con la Alemania Nazi. “No importa que no nos consideremos incapaces de llevar a cabo un acto de violencia continuado y perverso porque, en las circunstancias apropiadas, cualquiera puede convertirse en un tirano. El ejemplo está en la Alemania Nazi, cuando toda una sociedad persiguió y masacró a los judíos”. Creo que ese “argumento” merece que me extienda en el próximo artículo, pero ya os adelanto que esa tesis demuestra la infantilidad de la lógica de Vimes.
 
 

El escándalo de las denuncias falsas

Lloró mucha gente de alegría cuando leyó el artículo la víspera de Nochebuena. Fueron sus únicos Reyes Magos en muchos años. Después de tanto tiempo de dolor y sufrimiento en soledad comprobaron que no eran los únicos, que no estaban solos en el martirio, que son legión los represaliados, aquellos a los que han arrebatado sus Derechos Humanos más básicos.

Solo por eso mereció la pena publicarlo, aunque la bicha acabe mordiendo y el veneno sea trágico. Cuando la justicia agoniza solo quedan los medios. Veremos durante cuánto tiempo. ¿Regresará la tan española tradición del exilio?

Miles de españoles inocentes sufren cada año arrestos indiscriminados, tortura y prisión a causa de la perversión judicial y legal vigente.

Son condenados mediante juicio sumario, mediante recursos que ni siquiera se estudian, que tan solo refrendan las animaladas perpetradas en primera instancia, sin garantía judicial alguna. Juicios donde el infortunado entra con la presunción de culpabilidad colgada al cuello y sale culpable y con cepo. No ha tenido defensa. ¿Para qué perder el tiempo con gente inocente cuando los prejuicios imperan?

Los Derechos Humanos han sido abolidos en España para una parte importante de la población. La ley abyecta que ha vuelto a implantar la Inquisición después de dos siglos los ha cancelado.

Demasiados jueces la aplican con saña criminal. ¿Por qué? Habrá que investigarlo.

Muchas denuncias falsas se convierten así en condenas ciertas. ¿Cuántas son? No se sabe a ciencia cierta ni falsa. Investíguese. ¿Acaso hay miedo en mostrar a la sociedad la mayor vergüenza de esta democracia cobarde que pugna por destruirse ella sola?

Los Derechos Humanos han sido abolidos en España para una parte importante de la población. La ley abyecta que ha vuelto a implantar la Inquisición después de dos siglos los ha cancelado

El motivo aparente es el maltrato psicológico, discutir con la pareja (o ex) aunque no lo oigan los vecinos ni haya rastro ni pruebas. Está penado con la cárcel en España. Hasta ese punto ha llegado el buenismo perverso, la locura de un sistema criminal que creíamos finiquitado siglos atrás, que encarcela de manera indiscriminada a sus propios ciudadanos.

Basta una denuncia falsa, unas cuantas actuaciones irregulares por parte de demasiados jueces y fiscales entusiastas, promovidas por abogados desalmados y psicólogos ideologizados, y al talego el reo.

Dice el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que las denuncias falsas no llegan al 0,01% de los casos. Son aquellas que el mismo denunciante acaba reconociendo como tales y las que informan jueces y fiscales. Suena a chiste el dato. Es falso por necesidad y lógica.

Como todas las denuncias son automáticamente verdaderas al no existir la presunción de inocencia, la simple acusación es siempre veraz y el reo es pateado sin poder rechistar. Ningún juez o fiscal va a informar jamás acerca de sus propias tropelías.

Los garantes de vigilar un juego limpio, los observatorios encargados, no se toman la molestia de observar nada. Mucho menos de investigar la magnitud del drama. Clausúrense. Ábranse otros nuevos limpios de polvo y paja.

¿Cuál es la dimensión real de la tragedia? Según diversas fuentes, de una población reclusa de 61.682 en 2013, los encarcelados por violencia de género podrían llegar a ser un 15%, unos 10.000. El INE solo informó de 3.930. Tal dato levanta suspicacias.

Es imposible extrapolar la proporción de inocentes encarcelados. Podrían superar fácilmente los 5.000, si no más.

Si a eso añadimos los que no han entrado en prisión al tener penas de menos de dos años, la cifra de condenas injustas al año sería de varias decenas de miles.

Tales magnitudes asombrosas merecen una investigación en profundidad, rigurosa, independiente y seria. Cualquiera que conozca los entresijos del sistema sabe que las denuncias falsas y los inocentes encarcelados se cuentan por millares cada año.

No hay más que hablar con abogados o jueces decentes, o escuchar a los infortunados que están deseando contar a un país autista e inconsciente su sórdida y dramática historia, aportando sentencias disparatadas, información y datos. ¿Cuántas son? No se sabe. El trabajo pendiente es ingente.

Es imposible extrapolar la proporción de inocentes encarcelados. Podrían superar fácilmente los 5.000, si no más. A eso hay que añadir los que no han entrado en prisión al tener penas de menos de dos años

Los organismos supuestamente encargados de luchar contra la violencia de género son los primeros interesados en no informar de la verdad a causa de la corrección política y el miedo mediático, fomentándola con su pasividad, su integrismo y los datos erróneos proporcionados.

La justicia, como institución, no tiene intención alguna de ponerse en evidencia dando facilidades. Corporativismo obliga. Ha traicionado al pueblo. Se niega a investigar el asunto y mucho menos darlo a conocer. Reitera burdas mentiras. Cada día los mismos “errores”. ¿Miedo? ¿Prejuicios? ¿Dinero? ¿Por qué?

Habrá que ayudarla desde fuera. ¡Que medios y televisiones se armen de valor! ¡Que se dignifiquen de una vez! ¡Que clamen contra la injusticia y la tristeza! ¡Que pongan cara a los humillados! ¡Que contribuyan a rehabilitar a los damnificados! ¡Que defiendan los Derechos Humanos!

En Andalucía lo denominan el negocio de la “igualdá”, con sorna, a causa de la lluvia de subvenciones desparramadas para todos menos para las víctimas. Convertirá en asunto menor el escándalo de los ERE. En el más atroz contubernio al jugar con la libertad y el sufrimiento de sus propios ciudadanos. Denúnciese.

Este Gobierno está obligado a desactivar las leyes fascistas que hace diez años aprobaron sus Señorías, quiero creer que por ignorancia la mayoría. Me gustaría pensar que lo hicieron sin una reflexión seria, obligados por la disciplina de partido ocasionada por el miedo y el qué dirán. Por no ser suficientemente “progresistas” ni tener buen rollo. Bien se la colaron.

España es el país de Europa con la mayor población reclusa por habitante. Están todos dentro menos los que tienen que estar.

Es causa mayor el maremágnum legal y las leyes farragosas de pésima calidad con las que cuenta.

Cosa que contamina a los que tienen la obligación de aplicarlas, colapsando de manera absurda los juzgados, dejando en la calle a los verdaderos chorizos que nos han arruinado, mientras su aclamada ineficacia atrae criminales de fuera. Es necesario regenerar de manera urgente la justicia, a pesar de ella.

El Gobierno está preparando una ley de custodia compartida. Que se dé prisa. Que sea retroactiva. Que repare injusticias cometidas, chantajes y coacciones vilmente perpetrados.

No servirá para nada. Muchas custodias compartidas son automáticamente anuladas a causa de las denuncias falsas que llegan a continuación, aplicando la ley genocida vigente, con el fin de poner en evidencia a los jueces decentes que, haberlos haylos, aunque sean minoría. Háganse oír. Se necesita su colaboración, que se armen de valor. Hacen lo que pueden. No es suficiente.

España es el país de Europa con la mayor población reclusa por habitante. Están todos dentro menos los que tienen que estar

Tal ley en proyecto no será de ninguna efectividad si no se soluciona de manera paralela el escándalo de las denuncias falsas, si no se deroga la fatídica ley inquisitorial en criminal vigor que convierte asuntos de derecho civil, como un simple divorcio, en cuestiones de derecho penal, saturando los juzgados y enviando inocentes a prisión, mientras los abogados codiciosos hacen cumplida caja.

¿Por qué no devolver la dignidad a tantos padres y niños maltratados por la justicia? ¿Por qué produce terror pretender arreglar tantas tragedias?

¿A quién le causa pavor encargar una investigación independiente y rigurosa, revisar las actuaciones judiciales caso por caso supervisadas por observadores internacionales cualificados, rehabilitar a tantos miles de condenados de manera injusta, excarcelar inocentes que continúan en prisión, volver a hacer felices a tanto niño manipulado y entristecido que crece sin el calor y la compañía de su padre?

Y, no menos importante, devolver la arrebatada dignidad a estos últimos, dejando de envilecer a la otra mitad de la población.

Que la comunidad internacional sea consciente: se cumple el décimo aniversario del restablecimiento de la Inquisición en España. El Tribunal Constitucional continúa como su garante más fiel al haber denegado más de doscientos recursos de inconstitucionalidad contra tal ley criminal. La macabra institución secular ha regresado al corazón de Europa.

Si la justicia española no es capaz de regenerarse por sí sola, la ciudadanía, como poder soberano, la obligará a la fuerza. Los medios tienen el deber de denunciarlo, garantizando así su propio futuro y los Derechos Humanos de TODOS los ciudadanos. Realícese tal investigación. ¿Dónde está Europa?

Vemos muchos casos de violencia de género en la prensa, pero todos los veranos estamos igual

  • Los criminólogos Nahikari Sánchez e Ismael Loinaz consideran que el aumento de denuncias de agresión sexual se debe a que “estamos cambiando como sociedad respecto a lo que estamos dispuestos a tolerar”.
  • Los expertos creen que “se legisla a través de la alarma social” y que no se potencia la rehabilitación ni se controla el riesgo de reincidencia.

Los casos de violencia de género que se han sucedido los últimos meses no reflejan un aumento respecto a otros veranos, según han defendido los criminólogos Nahikari Sánchez e Ismael Loinaz en los Cursos de Verano de la UPV. Bajo el título ‘Rehabilitación de delincuentes violentos’, los expertos han analizado desde un punto de vista práctico la situación actual en relación con los cambios legislativos y el tratamiento tanto jurídico como rehabilitador del delincuente.

En esta línea los expertos han explicado que “a pesar de todas las noticias que se publican y la percepción de la sociedad sobre la subida de la criminalidad, los datos demuestran que la tasa de criminalidad ha descendido. Una vez más vemos la diferencia entre cifras oficiales y la percepción social. Por ejemplo, este verano estamos viendo numerosos casos de violencia de género en la prensa. Es alarmante, pero realmente todos los veranos estamos igual, las cifras no varían. No es que este verano sea el peor de la historia, sino que todos los veranos repetimos el mismo patrón de alarma”, han afirmado.

Además los ponentes aseguran que el aumento de las denuncias por agresión sexual reflejan un evolución de la sociedad que “estamos cambiando respecto a lo que entendemos como agresión sexual y a lo que estamos dispuestos a tolerar”. Como ejemplo han citado el caso de el Reino Unido donde van a crear un vagón exclusivo para mujeres por las agresiones sexuales que se producen. “¿Pero somos los hombres cada vez más agresores sexuales o la sociedad tolera menos tipos de conducta que antes no eran considerados delitos sexuales?”, se han preguntado.

Los directores del curso han afirmado que la cifra de reincidencia en los condenados por violencia de género es mucho mayor a la reincidencia de agresores sexuales que han recibido tratamiento. “Pero la alarma social es bastante mayor respecto a los delincuentes sexuales ya que este elige las victimas por azar. Sin embargo, la violencia de género ocurre en casa y nos parece que no todos podemos ser víctima”, han apuntado.

Por otro lado, a juicio de los expertos, la alarma social que provocan algunos casos, tiene un especial impacto en la legislación. “Se legisla a través de la alarma social. Siempre hay peticiones de cambios legislativos y movimientos sociales derivados de uno o dos casos concretos. Esto también se potencia desde los medios de comunicación. Las peticiones siempre se centran en el aumento de pena, y no tanto en potenciar la rehabilitación o el control del riesgo de reincidencia”, ha explicado el Ismael Loinaz, que también ha destacado que esto ocurre tras sucesos puntuales de máxima gravedad, “pero que no son los más frecuentes”.

En esta línea, uno de los aspectos que más preocupa a los criminólogos es que los programas y la intervención especializada que se están llevando a cabo en prisiones y centros de menores estén basados en evidencia empírica. “Además, se debería realizar una revisión sistemática de todos los programas para saber si realmente sirven. Esto ayudaría a gestionar mejor los recursos con los que contamos en estos tiempos de crisis”. Según Nahikari Sánchez aunque esto parece obvio, no se hace de forma generalizada.

Los criminólogos sostienen que “hay delitos con un porcentaje muy bajo de incidencia, como los delitos sexuales, que causan una gran alarma social”. Por ejemplo, según ha explicado, se estima que el 22,5% de las mujeres experimentan un episodio de abuso o agresión sexual en algún momento de su vida. Sin embargo, de acuerdo con las estimaciones anuales un 1% de mujeres sufre un delito sexual en el periodo de un año. En España se denuncian cada año 9.000 delitos sexuales y hay en la actualidad 4.000 delincuentes sexuales encarcelados.

Por su parte, Ismael Loinaz ha incidido en la idea que “cada vez somos menos violentos como sociedad” tal y como puso de manifiesto el autor Steven Pinker. “Pero la sociedad está cada vez más informatizada, contamos con más medios de comunicación, por lo que conocemos todo lo que ocurre en el mundo. Esto nos da la sensación de que cada día hay crímenes, homicidios y de cada vez somos más violentos”.

Delincuencia juvenil

Otro de los hechos que han destacado es que una de las percepciones que tiene la sociedad en general es que la delincuencia juvenil va en aumento y de que cada vez son más violentos. “Ahora llegan a los medios noticias de hijos que pegan a sus padres y videos de agresiones en los colegios. La sociedad va cambiando pero también las fuentes de información varían. Por lo que no podemos comparar la situación actual con la de hace veinte años en la que nada de esto era noticia”, han afirmado.

En este sentido han apuntado que las cifras oficiales de delincuencia juvenil sufren altibajos de un año a otro. “Por ejemplo, en 2007 y 2013 las cifras son parecidas, pero el porcentaje sube y baja en los demás años. Sin embargo, las noticias se suelen centrar en una variación en el porcentaje, que no marca en realidad una tendencia clara de subida o bajada. Además, la subida de las denuncias puede ser consecuencia no del aumento de la delincuencia sino del aumento del índice de denuncia, por haber fomentado que se denuncien los sucesos delictivos. Esto produce incertidumbre a los profesionales y a la sociedad, que se acaba confundiendo”, han explicado.

En adolescentes, a diferencia de lo que ocurre con adultos, la sociedad está más dispuesta a ser positiva, es decir, “se considera que imponer condenas más duras no es adecuado para la rehabilitación. Sin embargo, en adultos somos favorables a la castración química y a la cadena perpetua. ¿Pero cuando empezamos a cambiar el chip?”. Loinaz se ha planteado como puede justificarse que un enfoque sea válido para una persona de 17 años pero no para una de 18. “¿Cómo podemos justificar que con una diferencia de un mes cambie nuestro planteamiento de intervención?”, han preguntado.

Uno de los aspectos que más preocupa a los criminólogos es que los programas y la intervención especializada que se están llevando a cabo en prisiones y centros de menores estén basados en evidencia empírica. “Además, se debería realizar una revisión sistemática de todos los programas para saber si realmente sirven. Esto ayudaría a gestionar mejor los recursos con los que contamos en estos tiempos de crisis”. Según Nahikari Sánchez aunque esto parece obvio, no se hace de forma generalizada.

Doctrina Parot

Por último, Loinaz ha hablado sobre la Doctrina Parot, “una política criminal que falló”. Loinaz ha recordado que “esta política, aunque principalmente fue aplicada a presos de ETA, también se aplicó a delincuentes sexuales condenados por sucesos de gran gravedad. Estos delincuentes también quedaron en libertad tras la sentencia del Tribunal de Estrasburgo que declaró su ilegalidad. Casi todos los que salieron han reincidido. Estos eran sujetos de alto riesgo a los que no les aplicó ningún tipo de tratamiento ya que no se esperaba que salieran hasta dentro de algunos años. Al no haber hecho nada los sujetos salieron con la peligrosidad con la que ingresaron en prisión”, ha concluido.

 

De la minifalda a la Ley de Violencia de Género para justificar asesinatos machistas

Recuerdo que el verano de mis 15 tuve noticia, por primera vez de primera mano, del asesinato de una mujer a manos de su marido. La pareja regentaba un negocio de venta de muebles justo al lado de la tienda de mi padre y de ellos se podría decir lo que 10 de cada 10 vecinos de parejas tocadas por la violencia de género suelen decir: “eran una pareja normal”.

Hasta que un día él la mató. No supe mucho más a parte de que él la estranguló hasta asfixiarla, no había antecedentes aparentes de malos tratos y nada parecía indicar que algo así pudiera suceder. Pero sucedió. Y tras la conmoción inicial, se desató el habitual escrutinio de la vida de la pareja para tratar de explicar el asesinato.

En ese momento me encontraba en la tienda de mi padre y, con la curiosidad de mis 15, me dispuse a escuchar la conversación del grupo de padres de familia que se encontraban en ese momento en el establecimiento. Lamentaciones varias, gestos de consternación… y de repente alguien dejó caer el comentario: “la verdad es que se ponía unas faldas… lo mismo el pobre hombre no pudo más”.

Me quedé estupefacta. ¿Debía empezar a preocuparme por mis faldas? ¿Sería en el futuro víctima responsable de cabrear tanto a una persona como para justificar que me matara? Corría el año 1.997 y casi 20 años después no hemos avanzado tanto como creemos: siguen muriendo mujeres a manos de sus parejas o ex-parejas, y sigue habiendo quien trata de justificar la violencia machista.

A pesar de todo lo que hemos avanzado, hay quien ha cambiado las faldas por la Ley de Violencia de Género y demás legislación impulsada por el Lobby Feminazi -esa poderosísima (e imaginaria) organización de mujeres gordas, feas, bigotudas y lesbianas, muy lesbianas, cuyo objetivo real no es la Igualdad sino el sometimiento del hombre-. La cuestión es encontrar un argumento para seguir justificando lo injustificable. 

El mito de las denuncias falsas y las detenciones ilegales

Cada vez con más frecuencia, en cuanto se produce un asesinato machista se desata un virulento debate en el que parte del sector masculino se dedica a hacer campaña en contra del feminismo, en defensa de los derechos del hombre e incluso llega a justificar al asesino por ese supuesto maltrato del que se declaran víctimas. Los mecanismos más frecuentes son los siguientes:

– Negación: “la violencia es violencia, no es machista ni feminista” (llegan a utilizar los términos de forma antagónica). “Las feminazis utilizan el machismo para seguir beneficando a la mujer sobre el hombre”. “Este hombre no ha matado a su mujer porque fuera machista sino porque estaba loco”

– Menosprecio del sufrimiento de la víctima de violencia machista o intento de restarle importancia al asunto. Normalmente viene seguido de la denuncia del maltrato que sufren los hombres, silenciado por el lobby feminazi, y/o la culpabilización de las víctimas.

– Equiparación de la violencia machista con el maltrato del hombre por parte de la mujer. Comparable a equiparar el abuso sexual infantil con el maltrato de un hijo hacia sus padres.

– El más vergonzoso e ignominioso de todos los argumentos: la justificación del crimen por los efectos de la Ley que tiene por objetivo evitar estos crímenes. En este caso, hasta periodistas de renombre y una innegable capacidad de influencia sobrela sociedad aprovechan su posición para alimentar la vergonzosa justificación (en un ejercicio de irresponsabilidad extremo que debería ser penado):

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De todas las medidas que incluye la Ley de Violencia de Género, hay una a la que los seguidores de esta corriente de pensamiento se agarran como a un clavo ardiendo: las detenciones que se llevan en caso de denuncia falsa. Denuncias que, según datos de la Fiscalía General del Estado desde 2009 a 2013, no suponen ni el 0,1% del total de denuncias:

Muchos otros recurren al tema de la custodia de los hijos y las pensiones alimenticias en caso de divorcio, llegando a responsabilizar a las mujeres del suicidio masculino. Curiosamente, no ven las pensiones impagadas ni la violencia que ejercen muchos maltratadores sobre sus ex mujeres a través de sus propios hijos, incluso llegando a matarlos gracias a esa misma Ley que dicen que les perjudica pero que deja a los niños en manos de maltratadores en nombre de la custodia compartida. Pero eso tampoco lo ven.

¿Por qué esta necesidad de hacerse pasar por víctimas y tener que defenderse atacando a las mujeres? La respuesta es extensa y los motivos variados, pero casi siempre parecen estar ligados a un temor a que la Igualdad se salde con una merma de sus derechos en el contexto de la sociedad patriarcal en la que han crecido, acostumbrados a disfrutar de todos los derechos y libertades sin tener que competir con sus homólogas femeninas (este vídeo representa este fenómeno a la perfección).

Así, ante los esfuerzos que se invierten para acabar con la violencia machista contraponen una supuesta superprotección de la mujer (que de momento no parece dar muchos frutos si consideramos que las denuncias por maltrato no disminuyen y la cifra de asesinatos machistas tampoco) frente a una supuesta indefensión del hombre.

5 reflexiones que imposibilitan justificar la violencia machista

Aún con todo, en un ejercicio de empatía extrema, me pongo en el lugar de los hombres que viven con miedo a la Ley de Violencia de Género y me solidarizo: es horrible sentirse indefenso. De eso sabemos mucho las mujeres, convivimos el miedo desde que tenemos uso de razón y éste nos acompaña toda la vida.

Dia_contra_la_violencia_machistaInsisto: me solidarizo. Porque es horrible sufrir por algo que no has hecho. Como cuando un amigo intenta un acercamiento sexual y al ser rechazado nos acusa de ser una golfa calientapol habernos insinuado. O como cuando un extraño te soba el culo en una disco porque dice que con esos vaqueros ceñidos vas provocando. O como cuando abusan sexualmente de ti mientras estás inconsciente pero hasta el juez desestima que haya habido violación porque no has dicho “NO” claramente (además, si has bebido tanto fijo que es porque tenías ganas de marcha, golfilla…).

Pero más horrible que el miedo y la injusticia es tratar de justificar el acto de un asesino que ha matado a una persona porque se creía superior a ella, porque la consideraba de su propiedad. Además de horrible, es mezquino, absurdo, inexplicable. Y aunque está muy de sobra, porque en materia de violencia de género no hay justificación que valga, sí me gustaría reflexionar sobre 5 puntos que hacen imposible que nadie con dos dedos de frente utilice las leyes para explicar una acción tan aberrante:

Primero: el sufrimiento de una persona no justifica que haga daño a otra. Sufrir no es una licencia para herir.

Segundo: la gran mayoría de hombres que agreden o asesinan a sus mujeres no han sufrido en ningún momento los rigores de la Ley de Violencia de Género ni de las políticas de Igualdad. Muchos ni siquiera fueron denunciados jamás.

Tercero: la mayoría de los hombres que manifiestan sentirse maltratados por la Ley, nunca han tenido problemas a causa de esta Ley. Es poco ético anteponer un sufrimiento inexistente al sufrimiento REAL de una persona que precisamente esa Ley intenta proteger. 

Cuarto: con los datos en la mano, hay motivos más que suficientes para actuar ante la más mínima sospecha de maltrato. Normalmente los partes médicos hablan por sí solos. Y si de verdad crees que la mayoría de mujeres denunciantes se autolesionan… has visto muchas películas.

Quinto: queda mucho por hacer en materia de Igualdad si crees, como yo, que Igualdad también es que nosotras podamos volver a casa a cualquier hora sin tener que pedirle al taxista que espere hasta que entremos en el portal; que podamos disfrutar del Chupinazo de los Sanfermines sin ser abusadas sexualmente; que a ninguna mujer le pregunten si piensa tener hijos en una entrevista de trabajo; que, como bien decía Barbijaputa en su último post en alusión al asesinato de Laura y Marina en Cuenca, no tengamos que ir con una amiga a recoger nuestras cosas a casa de nuestro ex. La lista de “ques” es inagotable.

Os aseguro que estoy enfadada hasta la indignación y que siempre es tentador empezar a despotricar y utilizar otro tono para señalar lo que me parece inaceptable. Recurrir al “estoy hasta el coño” que veo mucho por redes sociales últimamente. Pero la verdad que no necesito ni violencia en mis palabras, ni palabras malsonantes para empoderarme y hablar claro. Yo vengo empoderada de casa.

Prefiero repetir hasta la saciedad que LA IGUALDAD ES COSA DE TODOS y para avanzar en materia de Igualdad necesitamos acabar con el miedo y la amenaza real que supone el machismo, una amenaza que demasiado habitualmente se consuma y mata. Y para acabar con ello nos necesitamos A TODOS, hombres y mujeres, sin excepción. Unidos.

Porque el feminismo no es lo opuesto al machismo, es un movimiento de todos y para todos que busca la Igualdad entre el hombre y la mujer. No existe el tal movimiento “feminazi” ni mucho menos lo que llaman hembrismo. No nos creemos superiores, ni queremos serlo. No buscamos venganza, ni cobrarnos la revancha.

Las mujeres solo queremos VIVIR EN LIBERTAD Y EN IGUALDAD de derechos, obligaciones y oportunidades. Queremos VIVIR SIN MIEDO. Pero ante todo vivas, NOS QUEREMOS VIVAS.

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De elfas y orcos. Violencia de género. Una reflexión de Alicia V. Rubio Calle

La ideología de género tiene como uno de sus objetivos primordiales la demonización ontológica del varón, la degradación de la mujer, la manipulación de los niños y la destrucción de la familia.

Puesto que la demonización del varón es uno de los objetivos de la malhadada ideología de género, unos medios informativos perfectamente orquestados y manipuladores se empeñan en darnos una visión negativa de ese colectivo, los varones que, casualmente, son la mitad de la sociedad.

Al varón se le trata de dibujar como un ser violento e hipersexualizado, incapaz de controlar sus pulsiones lascivas y homicidas, un ser despreciable. Vamos, un orco.

Las mujeres, en cambio, son presentadas como unos seres beatíficos incapaces de guerras y violencias a los que los orcos tratan de esclavizar sexual y domésticamente y a las que obligan a tener y criar hijos orcos que continúen con el dominio y elfas que sirvan a los nuevos orcos.

Estos orcos sin sentimientos, como ya han sospechado, pertenecen a un Mordor terrorífico llamado patriarcado, que domina la tierra media desde su lúgubre y secreta morada y dirige, sin excepción, las mentes simples y perversas de todos sus súbditos orcos.

Sin embargo, nos cuentan que algunas elfas valientes se han rebelado contra Mordor y sus orcos y tratan de instaurar un bello Rivendell donde podamos vivir en paz las elfas y algún orco al que, si se hace consciente de su maldad intrínseca y colabora a la destrucción de Mordor, se le perdona lo feo y malo que es.

Se supone que ustedes y yo vivimos en tan angustioso lugar, pese a que no tengamos la percepción de que sea así. Y, por ello, por nuestra clara evidencia de que todo ese mundo de elfas y orcos es una mentira, los medios de comunicación y, lo que es peor, nuestros gobernantes, se afanan en presentar como real, con los métodos más arteros y miserables, ese mundo imaginado.

Nuestros gobernantes, encima, rivalizan en encabezar la cruzada contra Mordor y en resolver la situación venciendo a ese monstruo invisible y a sus odiosos seguidores, concretamente la mitad de los españoles. 

Para ello destinan ingentísimos fondos, pese a que muchos, ni vemos Mordor, ni vemos orcos, ni vemos el destino de los fondos, ni se resuelve nada de lo que cuentan que pasa y que sigue pasando (¡si deja de pasar, se acabaron los fondos!) como si los miles de millones de euros contra Mordor se esfumaran de camino. Y es que, de camino a ese Mordor imaginado hay cantidad de bolsillos agradecidos con los colores de la bandera de Rivendell.

Como la elfa no puede ser violenta y matar, desde el año 2010 las estadísticas oficiales no reflejan las cifras de orcos asesinados por sus parejas elfas. En cambio, sí se refleja la situación inversa: las elfas asesinadas por orcos (una media de 60 al año en una población de 22.000.000 de elfas, y una de las más bajas de de la Tierra Media Europea) son aireadas y repetidas hasta la saciedad.

Asociaciones civiles contabilizan los orcos muertos a manos de elfas a través de la prensa, local en muchos casos: vamos, que sólo las ven los hobbits de La Comarca, pues la muerte de orcos en esta sociedad dirigida por Mordor no merece, curiosamente, prensa nacional. Y la media oscila alrededor de 30 al año. La mitad que elfas, pero no existen. Dicen que no los mata Mordor y, por ello, su muerte y su mísera vida orca no valen un duelo. Me pregunto si los mata Rivendell.

Jopetas. Diríase que ni las elfas son tan buenas y tan inofensivas, ni los orcos tan malos.

Pues no. Como las elfas, tan buenas ellas, no mienten, en la Tierra Media hay una ley (LIVG) que, sólo con la palabra de la elfa afirmando que el orco ha puesto “cara de contactar con Mordor”, el orco con el que convive va al calabozo sin presunción de inocencia, que para eso es un malo malísimo. La elfa, en clarísima situación de desamparo se queda con la casa, los elforquitos y una pensión que el orco ha de pagar aunque se muera de hambre.

¿Y si una elfa mintiera por odio, por venganza, por interés? Pero no, no mienten nunca. No existen las denuncias falsas.

Los orcos, en su infinita maldad y oyendo la voces de Mordor, a veces matan a sus hijos (sin distinción entre elfas y orcos). Mientras se estuvo contemplando en las estadísticas oficiales, los orcos mataban un 33% de las criaturas. A partir de 2011 se dejó de reflejar en las mismas… quizá porque ese 66% restante de asesinados por sus progenitores recaía en las elfas. Y una elfa no mata. Y si mata es por locura, depresión o enajenación. El orco mata por maldad. Jamás tiene depresión, esquizofrenia, alcoholismo… Por maldad y porque se lo manda Mordor. A la bondadosa elfa… ¿no se lo manda Rivendell?

Las cifras, pese al oscurantismo oficial, siguen siendo las mismas: 33% versus 66% “a favor” de las elfas. Los niños que matan estas elfas no existen, no se les da proyección pública. Sólo existen dos “momentos hobbit” en la vorágine informativa: para informar de su muerte y para informar de que la elfa asesina tenía depresión o enfermedad mental. Justificado, por tanto, y cerrado el caso. Hay quién llama angelitos negros a eso pobres niños muertos a manos de sus madres.

El mismo oscurantismo que hay desde 2010 respecto al estado civil (en proceso de separación) de los orcos que se suicidan, cosa extraña en un mundo que tanto les beneficia. Asociaciones civiles aventuran que superan el millar al año por la aplicación legislativa de ese universo de fantasía que sólo un orate, o un malvado, o alguien que se lucra de ello, puede materializar en leyes discriminatorias contra los varones hechos orcos por la gracia del Rivendell más falso, miserable y homicida que imaginarse pueda. Y de todos los trolls, esos sí que lo son, que colaboran en ello.

Transformación de la mitad de la población en orcos, generalizaciones de maldad y estigmatizaciones que, si se hicieran con una raza o religión, causarían escándalo. Inexplicable oscurantismo del Gobierno en las cifras que “no interesan”. Y demasiada gente colaborando por desconocimiento, por buenismo y, sobre todo, por ese dinero, invertido contra Mordor, que alimenta la patraña. Porque, en esta Tierra Media, no hay orcos, ni elfas: hay personas. Seres humanos buenos y malos, nobles y despreciables al margen de su sexo. Seres humanos que nunca tuvieron, ni tendrán, género.

“En caso de peligro, las mujeres y los niños, primero”

“Machete al machote” “Al varón, castración”

Respectivamente Mordor y Rivendell. Nos hemos vuelto definitivamente locos.

Dedicado a esos diputados europeos (MEP’s) que han votado a favor del Informe Rodrígues para que la doctrina falsa y desquiciada de Rivendell se imponga en los colegios por el “empoderamiento de las elfas”. Gracias.

Alicia V. Rubio Calle

Prolifera la agrupación de denunciantes a equipos psico-sociales de Juzgados de Familia y Género

Sábado, 12 de septiembre de 2015.

Elaboran informes tergiversados, falsarios y ocultistas

En este Diario venimos publicando una serie de artículos sobre casos de niños sustraídos a progenitores por el Estado de forma irregular o su intento, sacándolos de su entorno familiar natural para derivarlos hacia residencias concertadas o familias de acogida o adopción, haciendo hincapié en el papel protagonista que ejercen los equipos psicosociales de muchos juzgados que, influidos por intereses de la “Ideología de Género”, elaboran informes tergiversados, falsarios y ocultistas que dan motivos para decisiones judiciales que, de otra forma, parecerían absolutamente injustificables.

 

En el primero de la serie (“Gabinetes psicosociales de Familia: salta el escándalo” publicado el 23 de julio de 2015) se presentaba una iniciativa, encabezada por un grupo de damnificados andaluces, que consiste en presentar denuncias individuales que, sumándose a un expediente ya abierto, generan una colectividad o agrupación. Para facilitar el camino a aquellos afectados anónimos que desearan sumarse, se ofrecía un correo electrónico de contacto que continúa disponible: sereshumanosymenoresdestruidos@hotmail.com

 

Tras la presentación de la denuncia, se han ido sumando personas de todo el país, tanto hombres como mujeres y matrimonios o parejas a los que se les ha sustraído los hijos o se les ha apartado a alguna de las dos familias parentales, mediante decisiones judiciales basadas en informes falseados. A día de hoy, tenemos constancia que hay denuncias en Sevilla, Córdoba, Cádiz, Huelva, Almería, Murcia, Barcelona, Madrid, Valencia, Asturias, Vizcaya y Palencia y que se están preparando en otras provincias como Granada, Baleares, Tarragona, León, Zamora o Pontevedra, en una movilización ciudadana sin precedentes en España. Se denuncia todo tipo de abusos a menores, mujeres y hombres por parte de las Instituciones del Estado Español que supongan una VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DEL MENOR. Al ser un tipo de delito que NO PRESCRIBE, se puede denunciar casos antiguos como fue el de los “Niños Robados” que había ocurrido entre los años 70 y80.

 

La mecánica para unirse a esa denuncia es sencilla:

 

  1. En primer, lugar cada afectado debe redactar el suceso que quiere denunciar. Lo puede hacer por sí mismo, pedir ayuda a los compañeros a través del correo colectivo o a su abogado. Aunque generalmente los abogados se resisten a emprender acciones contra profesionales de los juzgados con los que tendrán que seguir trabajando después, en este caso no tienen que representar al denunciante, sino tan solo ayudarles a redactar el texto.
  2. La denuncia se dirige a la Unidad de Apoyo de la Fiscalía General del Estado, para unirlo al expediente de Diligencias de Investigación 1213/2013. Se presenta con registro de entrada ante cualquier ventanilla de Registro General de la Administración Pública del Territorio Nacional. También se puede presentar por correo electrónico, como han hecho la mayoría de los denunciantes, dirigiéndolo a: atencionalciudadano.fge@fiscal.es , indicando en el “asunto” del correo el número de Diligencias anteriormente citado y adjuntando en PDF los archivos con el informe psicosocial que se denuncia y las pruebas que demuestran que el informe es falaz, manipulado, tergiversado u ocultista.
  3. A continuación hay que entregar una copia de la denuncia y pruebas entregadas para la Fiscalía General del Estado en la Policía Judicial de la Guardia Civil, en la Comandancia de la provincia donde sucedieron los hechos denunciados. Se puede presentar y pedir que se registren en el Cuartel de la Guardia Civil más cercano, dejando constancia que no se acude a denunciar nada, sino a realizar un “registro de pruebas” para una investigación que ya se encuentra abierta. También se puede hacer en el Registro de entrada de cualquier organismo oficial, incluido Correos, dirigiéndolo a la Policía Judicial de la Guardia Civil de la Comandancia donde sucedieron los hechos. No hay que acudir a la Policía Nacional ya que son cuerpos totalmente diferentes y que la investigación está abierta en la Policía Judicial de la Guardia Civil. El que resida en el extranjero lo puede hacer en la Embajada de España en el país correspondiente.

 

El camino se puede continuar de la mano de los organizadores de este colectivo, comunicando la denuncia a organismos Nacionales e internacionales como el Tribunal Constitucional, Defensor del Pueblo, el Rey, el Papa, las embajadas de Países de la Unión Europea, etc. Por vía judicial, ya se ha presentado denuncia colectiva contra el Estado Español en el Tribunal Internacional de La Haya que, tras su conocimiento, ha expresado su asombro ante toda la barbarie humana que durante más de diez años se ha sufrido en España. Para sumarse a este nuevo paso se ha tenido que dar los anteriores. La primera, la interpuso un hombre de Sevilla en agosto de 2015 y ya se le han sumado dos hombres y una mujer más en Sevilla, así como una pareja de Barcelona y otra Valencia y mujeres de Madrid y Asturias.

 

Gracias a esta iniciativa colectiva, muchos ciudadanos ya han perdido el miedo a esto que califican de “trama mafiosa que está destruyendo la vida de menores, mujeres y hombres” y han empezado a incorporar al mismo expediente denuncias contra Jueces y Fiscales por actuaciones similares a las de los Gabinetes Psicosociales de Familia.

 

Los organizadores declaran haber renunciado a acudir al Tribunal de Estrasburgo porque siempre ha bloqueado cualquier denuncia contra los intereses de la Ideología del Género en España. Aseguran que ha demostrado su complicidad con esta trama amparando la falta de vigilancia y control sobre las subvenciones que les dedica la Unión Europea, a pesar de que estaba siendo utilizado para Violar los Derechos Humanos y del Menor.

 

Aunque todos somos conscientes de la escasa sensibilidad que la Justicia y los Organismos Públicos demuestran a veces hacia las iniciativas del pueblo llano para defenderse del pillaje de grupos de poder organizados, como el que representa el “Género”, la proximidad de unas elecciones generales podría resultar una buena aliada para este colectivo que intenta organizarse y crece cada día en fuerza y número.

 

Fuente: http://vegamediapress.es/not/11890/prolifera-la-agrupacion-de-denunciantes-a-equipos-psico-sociales-de-juzgados-de-familia-y-genero

Ahora vas, y pides “la compartida”

Martes, 8 de Septiembre, 2015

¿Quieres custodia compartida? Bien, te vas a enterar, no me a costar nada, ni te vas a enterar que he llamado pues no deja rastro la llamada, y con tranquilidad puedo llamar hasta desde el teléfono fijo. Y además te voy a “calzar” con una denuncia, y puesto que no eres el alcalde Loja, ni el director del Centro Amate del PSOE, será casi imposible que se archive en el fin de semana, ante lo cual, te vas a pasar un finde semana en el calabozo, cuándo salgas de allí ya no vas a poder entrar en nuestra casa, y a ver a tus hijos con cuenta gotas, aparte de tener que mantenerme. Pero es que además, con esta denuncia impido, a través del artículo 92 punto 7 de nuestro Código Civil, que se aplique la custodia compartida mientras el proceso de violencia de género se encuentre abierto, Ahora vas y pides la compartida.

El texto es de la persona que ha localizado la imagen:

“Chorradas” que miran 30.000 personas…)) En este caso, LA CONTRAPORTADA DEL JUERVES (hecha por nuestro compi, Sheyer Steve) , a la PORTADITA DEL JUEVES.

Fuente:
Javier Xavier
https://www.facebook.com/bychorradas/photos/a.529255417151579.1073741832.465733106837144/880635858680198/?type=1

Fuente:  http://custodiapaterna.blogspot.com.es/2015/09/ahora-vas-y-pides-la-compartida.html

Nadie habla de los 30 hombres que murieron a manos de sus mujeres Leer más: Nadie habla de los 30 hombres que murieron a manos de sus mujeres

El hombre maltratado también existe. No es ni un concepto nuevo ni un símbolo ni la nueva peor moda.

“Por fin se ha hecho justicia, Nacho. Bienvenido al barrio”. Este miércoles 21,José Ignacio Y. volvía a Getafe (Madrid), a la residencia de sus padres, después de un año sin poder acercarse a su casa de toda la vida. Un juez le levantó la orden de alejamiento en una causa de violencia doméstica que desde marzo de 2009 le prohibía acercarse a menos de 500 metros de la casa de su ex mujer, con la que vivía justo en el portal contiguo al de su residencia familiar.

Según explicó José Ignacio a El Confidencial, su ex mujer lo anuló durante años. Y el daño no fue sólo psicológico, sino también físico. Lo abofeteó y arañó durante su matrimonio cada vez que se le antojaba. La gente le preguntaba, pero él, por vergüenza, aseguraba que todo se debía a “la fogosidad” de su esposa. “¿Crees que alguien va a creer que alguien que pesa 50 kilos puede pegar a un tío de más de 100?”, le preguntaba su mujer de forma burlesca, según narra el afectado. Ella, que responde a las siglas A.L.M., es la madre de sus dos hijos gemelos. Según José Ignacio, llegó a ponerle un cuchillo en el cuello; se acostaba con otros hombres en su propia cama “porque tú ya no me vales”, e incluso amenazó con arrojar a uno de sus hijos al vacío desde la ventana para retener a su pareja en casa. “Me decía: Si cruzas esa puerta, tiro al niño y después me arrojo yo”. Lo último, fingir una paliza para denunciarlo por malos tratos. “Si renuncias al piso y me das el dinero que te pido, te quito la denuncia”. El acosado era él, pero ¿quién le iba a creer?

¿Dónde están ellos? ¿Por qué no hay asociaciones que les apoyen cuando se sienten avergonzados? ¿Por qué el 016 les cuelga el teléfono porque solo atienden a mujeres?
El hombre maltratado también existe. No es ni un concepto nuevo ni un símbolo ni la nueva peor moda. “Nacho es sólo un ejemplo”, asegura el juez Francisco Serrano. “Hay muchos inocentes encarcelados porque sus mujeres los denunciaron falsamente”. Serrano escupe indignación cuando habla de la Ley Orgánica de Protección Integral contra la Violencia de Género. Quien lea sus declaraciones quizá lo tache de juez machista, pero en su currículum destaca ser el primer magistrado en firmar una orden de alejamiento. En 2001, cuando la ley de Violencia de Género no estaba ni pensada, recibió el premio Amuvis por defender a la mujer maltratada.

Falsa violencia machista

La batalla actual de Serrano, el juez titular del Juzgado de Familia número 7 de Sevilla, es muy simple: lucha para que las mujeres que quieran divorciarse no usen las ventajas que esta ley les ofrece para obtener beneficios de una manera injusta. “Denuncio una realidad silenciada: la falsa violencia machista”, sentencia. Serrano habla de la ley como una hecha a la medida de un gobierno que no ha querido mantener un concepto de violencia familiar que englobara todos los maltratos que se da en un hogar, sin distinguir según el sexo de la víctima. ¿Por qué las muertes de mujeres sí cuentan, y las de hombres no?

Video: http://widget.smartycenter.com/webservice/embed/9221/793623/654/398/0/0/0

Serrano asegura que el Ministerio del Interior anotaba el número de asesinadas y el de asesinados hasta 2006. Las estadísticas oficiales informaban de que en 2002 55 mujeres murieron a manos de sus maridos y 16 acabaron con la vida de sus maridos o ex parejas. En 2003 murieron por la misma causa 65 mujeres y 13 varones; 2004: 61 versus 9; 53 en 2005 frente a 15 hombres; en 2006, 54 mujeres y 12 hombres. Con estas cifras, se puede afirmar que muere un hombre a manos de sus mujeres por cada cinco mujeres asesinadas. ¿Dónde están ellos? ¿Por qué no hay asociaciones que les apoyen cuando se sienten avergonzados? ¿Por qué no tienen ninguna institución que los ampare y el 016 les cuelga el teléfono “porque sólo atendemos a mujeres?” (algo que ya corroboró un periodista de ‘El Confidencial’ haciéndose pasar por un hombre maltratado).

Por más que lo haya preguntado, a Serrano nadie le ha contestado todavía por qué se dejó de divulgar desde 2007 las cifras de hombres muertos por agresiones de sus cónyuges. “El año pasado más de 30 hombres murieron a manos de sus mujeres. Este año ya van cinco. Pero no busquen en los organismos oficiales, porque de esto no interesa informar”. Aunque la violencia en el ámbito familiar está prevista en el Código Penal español, existe una corriente social que pretende reducir el término violencia a la que ejercen los hombres y padecen las mujeres, negando así cualquier opción a que la situación sea distinta. “Por eso esta ley es inconstitucional, porque la Constitución dice que todos los españoles somos iguales ante la ley. No distingue entre sexos”.

Serrano habla también del principio de igualdad y de la presunción de inocencia al que todos los seres humanos tienen derecho mientras no se demuestre lo contrario. “Aquí se deja en libertad no por inocente, sino porque no se ha demostrado que sea culpable”, insiste Serrano.

Jueces, periodistas, policías judiciales, “hasta diputados y senadores de muy alto nivel me han dado la razón cuando les he dicho que esta ley es inconstitucional y discriminatoria”. Serrano habla de discriminación incluso con las propias mujeres, las del siglo XXI que luchan por una igualdad de oportunidades. “Señoras del nuevo siglo; que sepan que esta ley dice que ustedes, por ser mujeres, están en inferioridad de condiciones frente a cualquier hombre”. Las palmaditas en la espalda siempre se la dan off the record. “Es el producto estrella del Gobierno, Francisco. Yo no me atrevo a levantar la liebre el primero”, le reconocen al abogado a escondidas.

El magistrado sigue acumulando cifras: “Tampoco les interesa airear que algunos de los 3.716 varones que se suicidaron en 2006 (frente a las 2.653 mujeres) lo hicieron por el efecto adverso de esta ley, discriminatoria tanto para ellos como para ellas”. Serrano quería comprobar cuántos de estos se arrojaron al vacío cuando estaban en crisis o en proceso de separación de sus parejas. Pero los organismos oficiales decidieron quitar el estado civil de los suicidas a partir de 2007. Desde entonces, se divulgan las cifras de violencia contra las mujeres en el registro abierto en la web del Ministerio de Sanidad. Por eso Serrano insiste en que una gran parte de los suicidios de varones entre 30 y 60 años se debe al trauma que causa el “trato discriminatorio que sufren en el proceso de separación”.

Una discriminación “incomprensible”

Víctor Fernández es abogado de Patón & Asociados, el primer bufete español especializado en violencia machista. Como única estadística rigurosa sobre este problema se refiere al 25,6% de víctimas mortales de hombres registradas en España en manos de sus parejas, según datos del CGPJ. Con los datos de Serrano, en 2009 el porcentaje aumentó considerablemente. Fernández coincide con su colega Serrano en que la ley es un “disparate”. “Establecer una diferencia jurídica entre hombres y mujeres en 2010 es incomprensible”. No pone en duda que la mujer maltratada debe ser protegida, pero sí culpa al gobierno de que los hombres no cuenten con ninguna institución que les ampare.

La mayor parte de los casos archivados en el registro de violencia de género son, para Serrano, conflictos entre iguales en el combate de cualquier separación. La diferencia entre el dato del juez de Sevilla de que el 86% de las denuncias de maltrato no responden a situaciones reales de violencia y la cifra del Gobierno, que considera falsas el 0,4% de las denuncias es abismal. Para demostrar la “visión distorsionada del maltrato”, Serrano pone como ejemplo al juzgado de Violencia de Género de Sevilla. En 2008, la Fiscalía Superior de Andalucía recogió 9.814 procedimientos. De ellas se emitieron 1.010 sentencias: “395 condenatorias, 412 absoluciones y 203 condenas de conformidad”. El 90% de las denuncias se archivaron o acabaron en absolución, como el caso de Nacho.

“Miedo a la denuncia”

Nacho, el maltratado denunciado, siente que “todos los hombres casados o en una relación estamos en el mundo bajo una libertad condicional que te quitan cuando tu mujer te denuncia y te mete en el calabozo, privándote de todo”. Es lo que Serrano denomina holocausto social: “Miles de hombres son encarcelados cada año con una mera denuncia”. Es lo que en Derecho se denomina derecho de autor: “Se te condena por ser hombre, no por los hechos cometidos. Y si se demuestra que ella ha denunciado falsamente, no pasa nada”.

A la mujer tampoco se le protege por ser víctima, sino por ser mujer. Según los datos que publica el Ministerio de Igualdad, en 2009 fueron 55 las mujeres asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas, un 27,6% menos que el anterior. El dato que llama la atención es que el 74,5% no había puesto denuncia previa. “Desgraciadamente las verdaderas víctimas del maltrato,las que se esconden para que nadie le vea ojo morado, siguen en sus casas con un miedo terrorífico a denunciar, por si su agresor la mata. A ésas son a las que debe amparar la ley”.

A.L.M. no pudo demostrar que su marido le había pegado de la manera que ella decía ni ninguna otra. Nacho se sentó en el banquillo de los acusados sin ser consciente siquiera de que el maltratado era él. Esta misma semana le han absuelto, pero no por ser inocente, sino porque no se pudo comprobar que era culpable. Al levantar la orden de alejamiento, Nacho ha podido entrar de nuevo en casa de sus padres. “Ella vive ahí, en esa ventana están durmiendo ahora mismo mis hijos”, reconoce con cierta ironía. La ley se muestra como un arma cargada, que en las manos equivocadas puede convertir la vida de un buen hombre en un calvario. Con la ley de violencia de género en la mano, ni ellas son tantas ni ellos, tan pocos. Nacho ha decidido abandonar la vía legal aunque desea fuertemente que se conozca su caso. Este periódico le acompañó en el preciso momento en el que después de un año, volvió a su barrio, por unos meses prohibido. Ahora está rehaciendo su vida con una nueva chica, con ilusión y cierto desarreglo. Reconoce tener miedo, que casi es pánico, a que una nueva denuncia le haga revivir de nuevo el calvario.

 

Fuente: http://www.elconfidencial.com/sociedad/2010-04-24/nadie-habla-de-los-30-hombres-que-murieron-a-manos-de-sus-mujeres-easado_395936/

¿Por qué hablar sobre los temas los hombres siempre desencadena una reacción furiosa?

Después de editar un libro en el que 40 escritores hablan de lo que significa ser un hombre de hoy, Dan Bell está todavía conmocionada por la hostilidad que enfrentan aquellos que hablan de hasta sobre asuntos de los hombres.

 

Los hombres momento tratan de explorar los problemas que enfrentan, son ridiculizados o derribados como sexistas y reaccionarios.

Hace unos días estuve en una fiesta en liberal-noreste de Londres, cuando me pidieron la inevitable pregunta: “Entonces, ¿qué hacer entonces?”
Es una pregunta que me he llegado a temer. Esto no es porque estoy avergonzado de mi trabajo, o porque creo que es aburrido y poco interesante, pero porque sé que si te digo la verdad, la conversación cálida y abierta que había estado teniendo con la persona en frente de mí a menudo de repente ser sustituido por un silencio frío y torpe.
Usted ve, decirle a la gente que escribo acerca de los problemas de los hombres a menudo se siente un poco como diciéndoles que trabajo para Exxon.
En esta ocasión, pesaba el tenedor de conversación en el camino delante de mí, y decidí dar el paso y ser honesto, así que le dije que acababa de terminar la edición de un libro de 40 escritores explorar lo que significa ser un hombre en el Reino Unido hoy. Su respuesta fue simple: “Eso es valiente.”
Por supuesto, no es muy valiente; No valiente como escribir sobre la corrupción gubernamental en China, o de abusos de los derechos humanos en Arabia Saudita, pero yo sabía exactamente lo que quería decir.
Hablando como un hombre acerca de los problemas que enfrentan los hombres realmente puede desencadenar una reacción furiosa.
El ejemplo más reciente fue en respuesta a la autora Matt Haig, después de que él dijo que quería escribir un libro sobre la masculinidad. Su declaración hizo caer una tormenta de Twitter de desprecio en su cabeza antes de que él había escrito una palabra.
En el mismo mes que Haig fue “crucificado” en twitter por querer escribir sobre la masculinidad, la Unión de Estudiantes de la Universidad de Durham se convirtió en el último de una serie de sindicatos de estudiantes universitarios para bloquear la introducción de las sociedades de los hombres en el campus.
El jugador de 21 años de edad, quien fue trasladado para iniciar la sociedad de los hombres tras el suicidio de un amigo cercano del sexo masculino fue ridiculizado en el campus con comentarios tales como “¿No es esto un poco como empezar una sociedad de los derechos de las personas blancas?”
Muchas personas parecen tener un verdadero temor acerca de lo que los hombres recibirán hasta si se les permite hablar por sí mismos
En otra ocasión, mientras estaba trabajando para una revista de izquierda en Nueva York, Cindy Sheehan, una madre cuyo hijo había muerto en Irak, fue invitado a venir y hablar de las Madres por la Paz campaña contra la guerra.
Mientras se dirigía a la habitación de los editores, principalmente mujeres, mencionó de pasada que los padres de los soldados muertos “también habían pedido a participar en su campaña. En el momento en que dijo esto, una serie audible de risitas y resoplidos de la burla fue alrededor de la habitación, como si dijera: “Típico hombres con sangre de nuevo, tratando de músculo-in en la campaña de la mujer ¿No tienen ya controlan todo lo demás! ? “
Todavía recuerdo claramente cómo asombrado que estaba en esa reacción – padres están excluidos de una campaña para poner fin a las muertes de militares y el sufrimiento que experimentaron casi exclusivamente por hombres jóvenes, muchos de los cuales serían ellos mismos padres. Lo que hizo que la respuesta aún más impresionante fue que los padres que no estaban en la sala, pero a los que se dirigen estas risitas, habrían sido la generación de hombres reclutados a Vietnam. Si había alguien que tenía el derecho de ser parte del debate contra la guerra, que era sin duda ellos.
He sido testigo de innumerables situaciones similares y siempre hay la misma contradicción verdaderamente extraña en el corazón de cada uno de ellos. Por un lado, los hombres se les dice constantemente que debenabrirse, que es propia negativa de los hombres a lidiar con sus emociones y problemas que ellos mismos y otros provoca tanto daño.
Pero los hombres de momento intentan explorar los muchos problemas que enfrentan, a menos que lo hagan en un marco sancionado por el feminismo, a menudo son inmediatamente ridiculizados o derribados como sexistas y reaccionarios.
Esta es, obviamente, de ninguna manera siempre el caso y hemos tenido un poco de apoyo maravilloso para nuestro libro de mujeres y hombres por igual, pero muchas personas parecen tener un miedo genuino y profundo acerca de lo que los hombres recibirán hasta si son permitido hablar por sí mismos acerca de sus propias experiencias, de manera que vienen naturalmente a ellos como hombres.
(En otra ocasión memorable, después de haber sido empleado para ejecutar una línea problemas de los hombres foro de discusión, me dijeron en repetidas ocasiones por una compañera de trabajo que si los hombres se les permitió rienda suelta a publicar gratis lo que les gustaba que comenzarían de inmediato publicar fotos de sus penes. Yo no estaba ‘t trabajando para Grindr y no lo hicieron.)
La falacia de este prejuicio – si me disculpa el juego de palabras – no podría nacer a cabo con más fuerza que por la escritura increíble y reveladora que conforma nuestro libro.
A partir de una historia conmovedora de la experiencia de un padre de aborto involuntario, a los desafíos de satisfacer las expectativas tradicionales de la masculinidad como un hombre discapacitado, todos y cada uno de nuestros 40 escritores da una visión única que revela lo complejo, diverso y lleno de matices masculinidad es en realidad.
Lo que salta de las páginas, y tal vez lo que soy más orgulloso, es la riqueza y la vitalidad que viene brillando a través de cuando se pregunta a los hombres a hablar por la gente que está realmente escuchando.