Segundas esposas, en pie de guerra

Un colectivo de mujeres, denominado “Segundas Esposas”, llevará a cabo manifestaciones ante las puertas de distintos juzgados para mostrar su desacuerdo con lo que consideran parcial aplicación de la ley contra la “violencia de género”.

Según sus componentes, en determinadas situaciones no es cierto aquello de la igualdad entre hombres y mujeres ante la ley toda vez que se mantiene la “discriminación judicial”. Y ponen un ejemplo: Manuel presentó denuncia contra su mujer por amenazas de muerte. La única actuación hasta el momento ha sido la de un juicio de faltas contra ella. Pero dan por sentado que si el denunciado por la misma causa fuera él, “seguro que Manuel tendría una orden de alejamiento y cárcel”. Por tanto, la ley debe revisarse en cuanto que perjudica al varón aunque, con posterioridad, se descubra la falsedad.

Y como los hablantes son los dueños de la lengua, se va imponiendo en nuestra sociedad la construcción “violencia de género” sobre las específicas “violencia machista” y “violencia femenina”. Aceptaré la primera siempre que por “género” entendamos el tipo (hombre o mujer) al que pertenece el sujeto actuante (quien agrede), pues violencia de género hay cuando cualquiera de ellos es el agresor. Por tanto, no puede circunscribirse al varón, tal como se generaliza hoy. Además, como en estos casos que “Segundas Esposas” denuncian, la violencia no necesariamente ha de ser física en cuanto que también se ejerce cuando se desestabiliza psicológicamente a una persona hasta convencerla de su inutilidad o torpeza extremas, de su dependencia respecto al agresor e, incluso, a través de palabras insultantes, desprecios continuados o ridiculizaciones ante hijos y amigos.

Es condenable –sin peros- la violencia del hombre sobre su mujer. Pero hay casos de falsas denuncias contra exmaridos que ya rehacen su vida.

La violencia de género es uno de los males presentes en nuestra sociedad. Con frecuencia conocemos noticias relacionadas con ella y que aparejan, las más de las veces, la muerte de la mujer (violencia machista). Aquella se convierte en víctima a causa, por ejemplo, de irracionales sentidos de la propiedad por parte del hombre (“O mía o de nadie”); o porque no acepta que su exmujer tiene natural derecho a rehacer su vida, separada ya de una relación infernal.

Tal violencia la sufren también los hijos, impactados testigos a quienes desequilibran insultos y agresiones no solo ya sobre la madre sino, incluso, sobre ellos mismos si intervienen a su favor. (Conocí a dos alumnos en estas circunstancias: ambos, a través de los abuelos paternos, denunciaron al padre pues se habían interpuesto físicamente para defender a su madre de la agresión. Como consecuencia, necesitaron asistencia médica. Después, y durante muchos meses, se encerraron en un profundo aislamiento que los llevó a romper con todo y con todos. Por suerte, cuando abandonaron el instituto ya habían recuperado cierta “normalidad”.)

Pero también se da el caso contrario, como denuncian “Segundas Esposas”. La asociación reclama que también se castigue a la exesposa que acusa a su pareja con falsos testimonios. Porque mientras todo se investiga algunos hombres sufren detenciones, cárcel e, incluso, hasta se ven obligados a abandonar sus puestos de trabajo por el desestabilizador desprecio de sus compañeros.

Recuerdo una falsa acusación contra un hombre. Su mujer lo había denunciado por maltrato. Pasó once meses en la cárcel. Lo cual, obviamente, significó la pérdida de su puesto de trabajo y el hundimiento de su inicial proyecto industrial. Como la denuncia había sido aceptada, y el hijo de la pareja la dio como cierta, se quedó solo. Su mujer, ya diva televisiva, cayó en un exceso: volvió a presentar denuncia por la misma causa –maltrato-, pero el juez descubrió falsedad y trama delictiva: el marido se encontraba en la cárcel ese día, precisamente por la anterior denuncia. Luego, el dictamen del forense sobre las lesiones que mostró la acusadora: “Están todas situadas en […] zonas accesibles para la interesada”. Además, “las heridas […] son difícilmente producidas en una acción de forcejeo”. (¿Recuperó honor este hombre, dignidad, honradez, decencia, reputación y respetabilidad que le fueron arrebatados cuando el juez –según las denuncias- dictó la orden de encarcelamiento?)

En algún periódico también leí dos noticias que vienen a colación. Una: hay mujeres que denuncian –a veces por indicación de algún pariente letrado- una inexistente agresión el viernes por la tarde y, así, su pareja pasará el fin de semana en los calabozos, entre rejas (¡demoledora venganza!). Otra: a pesar del famoso código deontológico, una abogada recomendó a la clienta falsas denuncias contra su marido, como así afirman dos hermanas del denunciado. Ambas, ante la letrada de su cuñada, se hicieron pasar por mujeres en las mismas condiciones que aquella y, así, recibieron la misma recomendación.

Si el rompimiento de la relación por parte del hombre no se produce de mutuo acuerdo y por supuesto, sin violencia, alguna mujer puede sentirse herida en su amor propio. Por tanto, deseos de venganza, represalia y revancha quizás dominen su mente y le ofusquen el raciocinio. En este caso el varón lleva las de perder, pues la ira incontenida de su ex le puede hacer bastante daño como así, por ejemplo, denuncian algunos hombres y se desprende del caso arriba mencionado.

Situación que impacta directamente en la segunda mujer, la nueva pareja. La convivencia puede convertirse también en un infierno pues él está tocado, muy afectado, quizás hasta irascible con su entorno. A fin de cuentas vive en sociedad, y pesa sobre él ya no solo una denuncia sino, y sobre todo, la sospecha de que no sea tan angelical como aparenta. Si ella tiene hijos jóvenes, ¿cómo entenderán la situación? ¿Desconfiarán acaso?

Es condenable –sin peros- la violencia del hombre sobre su mujer. Sin embargo,  hay casos de falsas denuncias contra exmaridos que ya rehacen su vida. Porque también ellos tienen derecho a que se investigue exhaustivamente la acusación antes de la detención y, por supuesto, de su encarcelamiento.

 

Fuente: http://www.infonortedigital.com/portada/opiniones/item/37189-segundas-esposas-en-pie-de-guerra

En la custodia de los hijos el padre es el que sufre más vulneración de derechos

La joven palmera Naira Pérez ha realizado su Trabajo de Fin de Grado sobre ‘Los Derechos Humanos del progenitor no custodio y del menor en los procesos de divorcio y separación’. “Las razones que se observan como causantes de la asignación de custodia exclusiva a la madre, se basan en el mantenimiento de roles sociales anacrónicos y en la existencia de una política de discriminación ultrapositiva”, asegura.

Naira Pérez Rodríguez (Villa de Mazo, 1993) ha realizado su Trabajo de Fin de Grado (TFG) de la carrera de Derecho, que ha cursado en la Universidad de La Laguna, sobre ‘Los Derechos Humanos del progenitor no custodio y del menor en los procesos de divorcio y separación’. “Me centro en la defensa de los derechos vulnerados a los progenitores no custodios (es decir, aquellos que, en caso de régimen de custodia exclusiva, no ostentan la guarda y custodia sino tan solo un derecho de visitas) y a los menores. Sin embargo, en el 76.95% de los casos el progenitor no custodio es el padre, por lo que, en la práctica, podría decirse que defiendo principalmente al padre, si bien es tan solo por una razón estadística que bien podría referirse a la madre en otro contexto estatal”, ha precisado en una entrevista a LA PALMA AHORA.

Esta joven, presidenta de la AEGEE-Tenerife, una de las 243 sedes de la mayor asociación multidisciplinar juvenil de Europa, comenzará en septiembre a preparar las oposiciones a judicatura. “Si todo sale bien, en unos años podré ser juez y espero que la plaza que lleva libre unos años en La Palma me siga esperando”, comenta con ilusión.

La familia, defiende, “es el núcleo esencial de perfección de la sociedad, en el cual todos sus miembros pueden desarrollar libremente su personalidad y fomentar los vínculos de solidaridad para alcanzar una vida ética y moral. Sin embargo, las crisis familiares pueden crear consecuencias emocionales y jurídicas irreversibles: vulneraciones de Derechos Humanos y Fundamentales. Cuando una familia se disgrega, todas sus partículas tienen igual derecho a la protección pública, sobre todo cuando existen hijos comunes, y para ello es necesario respetar la dignidad individual de cada uno de sus miembros. En mi Trabajo de Fin de Grado traté de analizar las numerosas transgresiones de Derechos Humanos y Fundamentales que sufren los progenitores no custodios y los menores cuando se establece un régimen de custodia exclusiva”.

Vulneración de derechos

Al progenitor no custodio, añade, “se le vulneran derechos tan fundamentales como la dignidad, la igualdad, el recurso efectivo ante los tribunales, la presunción de inocencia, la honra, la intimidad familiar, la igualdad en caso de disolución del matrimonio, la protección de la familia, la integridad psíquica y el derecho a la asunción de obligaciones por ambos padres. A los hijos, además de truncársele el proceso de adquisición de identidad que solo puede alcanzar en presencia de ambos progenitores, se le vulneran derechos como el de educación en valores, su interés superior, el libre desarrollo de su personalidad, el derecho a ser oído y el derecho a un nivel de vida adecuado”.

En el 76.95% de las familias con hijos menores, subraya Naira Pérez, “la custodia se otorga de manera exclusiva a la madre, quedando el padre relegado al derecho de visitas, por lo que podemos afirmar que es esta figura la que sufre, en la gran mayoría de los casos, tales transgresiones. El régimen de custodia exclusiva se viene otorgando a la madre prácticamente de manera directa, sin ningún informe que la determine como sobrecualificada ante el padre, mientras que sí se exige informe para el establecimiento de la custodia compartida, lo cual no se entiende porque el menor, excepto en casos específicos, se desarrollará más completamente con ambos padres que con uno solo”. El establecimiento del régimen de custodia exclusiva a favor de la madre, asegura, “se basa en razones de populismo civil y penal, en la visión sesgada que generan los medios de comunicación de las familias, en el mantenimiento de roles sociales anacrónicos para ambos sexos y, por supuesto, en la institucionalización del lobby feminista desnaturalizado respecto a este tema”.

Soluciones para proteger la dignidad

Dice que “la custodia compartida revisable, el fomento de la corresponsabilidad parental y la mediación obligatoria de manera progresiva, principalmente, así como las sanciones civiles y penales ante los incumplimientos en este ámbito (no solo cuantitativos, sino también cualitativos, como la creación de clima adverso en contra del otro progenitor), la creación de instituciones de apoyo gratuitas y la educación cívica en valores, son las únicas soluciones para proteger la dignidad de ambos progenitores y, sobre todo, como sujeto más afectado en estos casos y por la protección superior que merece, eliminar la percepción del menor como posesión y su uso como instrumento, fomentar su percepción como fin último y promover el principio de bienestar superior del menor”.

Encuesta entre 310 personas

Naira llevó a cabo una encuesta con “un formulario totalmente anónimo consistente en 19 cuestiones (generales y sobre las parejas separadas o divorciadas que conocieran) entre 310 personas, cuyo participante medio fue una mujer canaria (si bien participaron personas de todas las comunidades autónomas y de otros países) de 25 años con estudios jurídicos. El 88.39% de la muestra consideró a ambos progenitores igual de capaces para el cuidado de los menores, sin embargo, solo el 30.20% de las custodias de las que eran conocedores se otorgaron en régimen de custodia compartida. El resto de la muestra consideró a la madre como más preparada que el padre para el cuidado de los hijos, basando sus argumentos en vínculos naturales y roles sociales extintos, mientras que los argumentos a favor de la custodia compartida sí que se basaron en fundamentaciones más racionales, como el interés superior del menor (su formación, desarrollo, etc.) y en el derecho que a ambos progenitores ampara de convivir con sus hijos”.

Por otro lado, otro resultado “bastante llamativo”, dice, “se observa al preguntar a los participantes sobre la justicia en la asignación de la custodia. En el 75.93% de los casos en los que se le otorga la custodia exclusiva al padre se hace porque ‘realmente se lo merecía más ya que es mucho más capaz que el otro progenitor’, mientras que solo es así en el 44.87% de los casos en los que se le otorga a la madre, por lo que podemos afirmar que para el padre es mucho más complicado ostentar la custodia exclusiva y tan solo es posible cuando realmente es mucho más capaz que la madre, mientras que la madre recibe esa custodia en más de la mitad de los casos aún siendo igual de capaz que el padre”.

Incumplimientos en la custodia exclusiva

Sostiene que “se observan incumplimientos en el 39.96% de los casos de custodia exclusiva, mientras que solo ocurre en el 10.04% de los casos de custodia compartida y, por otro lado, el 58.39% de la muestra considera que efectivamente en el régimen de custodia exclusiva se vulneran derechos del progenitor no custodio”. Resalta que “las razones que se observan, principalmente, como causantes de la asignación de custodia exclusiva a la madre de manera prácticamente automática, se basan en el mantenimiento de roles sociales anacrónicos y en la existencia de una política de discriminación ultrapositiva”.

Concluye que “el actual sistema de custodia exclusiva, otorgado generalmente a la madre sin una fundamentación más racional que la biológica o los roles sociales anacrónicos, viola los Derechos Fundamentales y Humanos del progenitor no custodio y del menor, por lo que se debe impulsar el régimen de custodia compartida como principal, para poder permitir a todos los niños desarrollarse en igualdad de condiciones”.

Naira quiere cerrar esta entrevista con una frase que reza en parte de la dedicatoria de su TFG. “Aunque esta no sea la opinión común actualmente ni la vía que se está tomando en más del 80% de los casos, ello no significa que no sea la correcta: ‘Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha…’ Miguel de Unamuno, 12/10/1936”.

Fuente: http://www.eldiario.es/lapalmaahora/sociedad/Naira_Perez-derechos-progenitor_no_custodio_0_425557784.html

El coordinador de SOLUCIONA en Vascongadas atribuye a la Ley de Violencia de Género el suicidio de cuatro mil españoles cada año

Por Alberto Lajas Antúnez*.- Hay una realidad que los políticos esconden, y es que cada año se suicidan unos 4000 hombres. Son hombres desesperados a los que la Ley de Violencia de Género encarcela, a quienes se les impide ver a sus hijos y a los que se les estigmatiza de por vida. La Ley de Violencia de Género produce casos de malversación de fondos públicos, ya que hay casos en los que se mantienen las ayudas a la mujer maltratada pese al sobreseimiento del caso denunciado, mientras que se dan otros casos de víctimas de agresiones que no tienen derecho a nada. Esto es un auténtico negocio. No estamos consiguiendo dar una solución real al problema del maltrato, ya que siguen muriendo mujeres. Y también hombres.

El articulo 14 de nuestra Constitución Española afirma que “los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. Por consiguiente, los “inventores” de esta Ley, al crear un Juzgado de violencia contra la mujer y no contra el hombre, están violando clara y descaradamente este derecho constitucional. Por ello, desde el partido SOLUCIONA en las tres provincias vascas, una de mis metas será la exigencia de responsabilidades con carácter retroactivo a los que crearon y apoyaron esa norma, que está provocando que miles de hombres entren en prisión, o que sean detenidos sin más, como si fueran delincuentes, por el solo hecho de que una mujer interponga una denuncia.

Según el plan integral de Violencia de Género, durante el periodo comprendido entre 2008 y 2012, el presupuesto fue de unos 3.600 millones de euros. Estas cifras revelan la dimensión del ‘chiringuito’ creado a partir de esta injusta y terrible Ley de Violencia de Género. Es indignante y deleznable lo que esta Ley está haciendo con los hombres. De ahí que no podamos permanecer de brazos cruzados. Zapatero se definió, tras ganar las elecciones de 2004, como “feminista radical”. La Ley Integral de Violencia de Género de ese año despoja del derecho a la presunción de inocencia a la mitad de la población española: la masculina, a la que en la práctica se permite detener sin más prueba que la declaración de la supuesta víctima de malos tratos. Por no incidir en que se conculca el artículo 14 de la Constitución, pues considera determinadas acciones como delito si las cometen los hombres, y como falta, si las cometen las mujeres. Así arranca Diego de los Santos su libro «Las mujeres que no amaban a los hombres» (Almuzara), manual de consulta de infinidad de hombres que han sufrido denuncias falsas por parte de sus ex parejas.

La situación actual es aberrante. Miles de hombres encarcelados sin más, por una denuncia de una mujer desalmada, cabreada o enfadada, que conoce bien cómo utilizar este ‘arma’ legal contra su pareja. Y si no la conoce, enseguida el abogado de turno la informará de lo fácil y rápido que es utilizarla. Desde el proyecto SOLUCIONA vamos a trabajar enérgicamente para exigir que esta injusta Ley desaparezca de forma inmediata, y que se indemnice a las victimas que la han tenido que sufrirla. Y qué decir de los pobres niños que se quedan huérfanos y que además son manipulados para que acaben rechazando a su padre, con las mentiras que astutamente suelen utilizar las mujeres sin alma y sin compasión. Esta Ley debe desaparecer, y de ello nos vamos a encargar desde SOLUCIONA en el País Vasco, y después con la colaboración de todos los compañeros del partido de toda España.

*Coordinador del proyecto SOLUCIONA en Vascongadas

 

Fuente: http://www.alertadigital.com/2014/03/30/el-coordinador-de-soluciona-en-vascongadas-atribuye-a-la-ley-de-violencia-de-genero-el-suicidio-de-4000-espanoles-cada-ano/

¡Escándalo! Beatriz Gimeno pillada huyendo de la la Democracia e imponiendo desigualdad

Beatriz Gimeno, número 4 de Podemos, no quiere hablar del tema. Ella prefiere imponer el tema. Curioso, estando en un partido que presume de democracia y de cercanía con el pueblo, como es Podemos.

Apenas dijo dos palabras para presumir de que tenía muchas seguidoras feministas, empezó a bloquear a todos los usuarios que querían discutirle sus extremistas doctrinas “feministas”.

Cuando se pretendía entablar debate para discutir su extremismo y radicalismo, ella prefirió bloquear a todos los usuarios que se acercaban. Incluso a colectivos. Eliminando todo rastro de democracia de este personaje público político.

Y Pablo Iglesias, alguien a quien en numerosas ocasiones hemos intentado llamar la atención para que se pronuncie en temas de género en medios de comunicación, nunca ha contestado un solo mensaje.

¿Donde queda toda esa democracia que les sale por la boca cuando hablan en televisión? ¿Donde está ese espíritu revolucionario con el que nos cautivó en los comienzos? ¿Donde están las promesas de estar cerca de la gente o de la calle?

¿Que hay detrás de todo este sectarismo?

Sabemos que se trata de una estrategia a nivel global para controlar a la población. Una cortina de humo gigante en el corazón de la sociedad, para que ellos puedan jugar a lo de siempre, sin que les molestemos, para que puedan seguir engañándonos.
No es de extrañar que este mismo fenómeno de discriminación contra el hombre y de ruptura de la familia se esté dando en todo el globo a la vez.

La guerra de sexos, hacer que cada sexo vea como el enemigo al otro sexo, creando opresión y discriminación en ambos bandos a través de los medios de comunicación y la política, es un recurso para controlar a la población de lo más efectivo. Pues somos demasiados, nos damos cuenta de los engaños relativamente rápido y sabemos, que los de ahí arriba, no se están portando del todo bien.

A demás de ser un recurso fácil, es fácil de llevar a cabo, pues mover masas misándricas contra misóginas, prácticamente se hace solo. Sólo es necesario un empujoncito y ya la gente empezará a pelearse.

Esto que nos venden a diario en la televisión no es feminismo. El feminismo ha sido robado. Se está demonizando al hombre con el continuo bombardeo en los telediarios sobre maltratos y muertes de mujeres, cuando la realidad es que mueren igual cantidad de hombres pero sin tener cobertura mediática. Se esta creando una bomba social. Ingeniería social a nivel global.

Muchas feministas auténticas ya se han dado cuenta de esto y se han separado (a mala gana) del movimiento feminista, que ha sido robado por los poderes fácticos. Otras en cambio han sucumbido a vuestra religión del odio.

¡ Tráigannos de vuelta nuestro verdadero feminismo de inmediato !

Toda esta orquesta de manipulación a quien mas afecta es a los jóvenes, esos que van de guais y aun no han desarrollado el sentido crítico de un debate limpio y productivo. Han convertido al falso feminismo en una moda tan adictiva, que hablar de los problemas que sufren los hombres es toda una odisea.

En documentales como “Borrando a Papá” de Argentina y “No te vayas papá” de aquí de España. Se explica en profundidad los prejuicios y la discriminación que sufrimos tanto hombres como hijos y familiares por culpa de este falso feminismo, sus leyes de género y su ideología de género. Pero todo esto está siendo ocultado por los medios de comunicación. Por supuesto los partidos políticos también colaboran.

Feministas auténticas como Prado Esteban y comunidades de mujeres por la igualdad como Círculo Atenea y Artemisas exponen muy bien el problema.

Señora Beatriz Gimeno, usted no es feminista, usted ha robado el feminismo. Como prueba todas las mujeres que están en contra de esta nueva discriminación camuflada como igualdad. Y todas las personas afectadas. Toda la gente a la que los políticos y los medios de comunicación ignoráis. ¡BASTA YA!

¡ No podéis seguir ignorando que nos hemos dado cuenta ! ¡ Sabemos que sabéis que nos hemos dado cuenta ! ¡ Sabemos que nos estáis ignorando deliberadamente !

Hemos visto como se recogían firmas para calificar el feminismo como terrorista. Hemos visto como se cancelaban “misteriosamente” recogidas de firma contra la Ley Hembrista de Género. Hemos visto verdaderos datos de estadísticas. Hemos escuchado testimonios de jueces, psicólogos y otras grandes entidades. Hemos visto como todo político al que le demostramos que nos hemos dado cuenta, sigue censurando, ignorando, bloqueando.

Pero nos hemos dado cuenta.

Desde la primera manifestación del 15M y de Democracia Real Ya. En algún lugar de España. Frente algún edificio oficial. No estábamos acostumbrados a reclamar. Y entonces… alguien grito:

¡ Lo sabemos !

Pero aquí no podemos contarlo todo. Porque la gente no esta preparada. Y porque sabemos que nos cerraréis la página porque no podéis soportar que se sepa la verdad.

Nos han cerrado webs como el ministerio del equilibrio, han suspendido usuarios, han borrado páginas. Incluso a mi, con esa red organizada de reportes me cerraron mi web. Hasta hackers tienen para censurar la verdad.

 

La campaña del miedo

Así es como da inicio el artículo No todos los hombres de la tuitera Barbijaputa. Se trata de un texto donde la autora apelará de forma constante al miedo de la lectora, a incitar sus aprensiones a caminar a solas por calles oscuras, o a subir en un ascensor con un desconocido. Intentaré analizar los extractos más importantes de dicho artículo irresponsable, un discurso de la alarma y el miedo que empieza a ser peligroso para la convivencia de hombres y mujeres.
En la apertura del artículo leemos que ciertos miedos son exclusivos de la mujer (como, por ejemplo, cuando una chica regresa de una noche de fiesta y camina a solas por la calle a altas horas de la madrugada). Como bien explica un estudio publicado en un artículo de El Pais, el hombre tiene tres veces más posibilidades de morir asesinado (en países donde la delincuencia común alcanzan mayores cotas –como el Salvador, Honduras o México- la brecha entre víctimas varones y víctimas femeninas es aún mayor). Es cierto que, por lo general, el hombre no siente ese miedo del que habla Barbijaputa cuando camina por una calle oscura pero, desde luego, y como podemos leer en el artículo de EL PAIS  (AQUÍ) , no es porque corramos menos peligros (vuelvo a remitirme al dato de que tenemos TRES veces más probabilidades de morir asesinados que las féminas de este país). Si no tenemos el mismo miedo es, tal vez, por la misma razón por la que fumamos más (aún a riesgo de padecer cáncer de pulmón), nos ponemos menos protección solar o usamos menos el cinturón de seguridad. El mismo estudio revela que un adolescente varón tiene ¡Once veces! más probabilidades de morir ahogados por su más limitada percepción del peligro. En definitiva, que nos sintamos más a salvo que la mujer no quiere decir que, verdaderamente, lo estemos.
Para continuar con su particular campaña del miedo, Barbijaputa no tiene reparos en utilizar ejemplos sacados de un contexto socio-cultural que nada tiene que ver con el contexto de una mujer que vive en España. Es indudable que cualquier mujer puede ser víctima de una agresión sexual o un asesinato, pero permíteme dudar de que una mujer de Palencia tema ser secuestrada por un guerrillero nigeriano de Boko Haram para acabar siendo violada en un campamento terrorista, o que una mujer que viva en Murcia sienta temor de que su hermano cometa un delito y un jefe tribal indio la sentencie a ser violada por ello.
Por desgracia, esa es la realidad de muchas mujeres a lo ancho y largo de países subdesarrollados, estados fallidos y entornos rurales de países como la India o Afganistán pero, por suerte, no es la realidad de una chica que vive en nuestra sociedad. Mezclar contextos sociales es, además de irresponsable y muy poco serio, una manera burda de manipular, a no ser que Barbijaputa crea que la violencia está en los mismos cromosomas del hombre y no importe si es un extremista religioso de Nigeria o chaval de Burgos aficionado a los videojuegos.
Permítanme que me extienda un poco en este punto, pues considero que es la madre de todo el artículo de esta escritora. Asegura que los verdugos son siempre hombres, y las mujeres siempre víctimas. ¿De qué tipo concreto de violencia dentro del amplísimo espectro de delitos se refiere exactamente? Si se refiere a la delincuencia común ya he dicho que se equivoca; los hombres tenemos tres veces más probabilidades de morir asesinados que las mujeres, por lo que la mujer no es el blanco favorito para este tipo de violencia.
Si se refiere a un tipo de violencia más específica, como la violencia de género, entramos en un terreno delicado. ¿De verdad piensas que en casos de violencia en el ámbito de las relaciones de pareja el hombre es siempre el verdugo y la mujer es, por ende, la víctima? Barbijaputa, si alguna vez decides dedicar una pequeña fracción de esa empatía que reclamas en ese artículo a leer historias y testimonios de la “otra violencia” tal vez amplíes tu reducida visión de la compleja relación entre hombres y mujeres. Entre muchos testimonios de todo tipo, encontrarás innumerables casos del uso instrumentalizado de la violencia por parte de muchas madres ejercida a través de los hijos (lo que hace que sea doblemente cruel, al introducir en la ecuación a los niños). El clásico “no lo vas a ver hasta que un juez lo decida” puede convertirse en años en algunas ciudades de este país (sí, a diferencia de ti no me he ido a Nigeria o a la India para hallar desigualdades legales). Años en los que muchos padres tachan, con infinita impotencia, días en los calendarios sin poder ver a sus hijos.
Si el feminismo es la ideología de la igualdad, como aseguras convencida en este artículo, ¿por qué nunca le he oído clamar por situaciones como ésta? ¿Son, acaso, secundarias? De ser así, ¿hablamos de víctimas de primera y víctimas de segunda en función de sus cromosomas? Y si respondemos de nuevo que sí, ¿dónde está la igualdad de la retórica feminista?
Otro bloguero se suma al hilo de este hilarante artículo que pretende ser serio, y va aún más allá. Afirma que todo hombre es un potencial maltratador, y se “fundamenta” en la idea de que todas las personas son capaces de ejercer la violencia (e incluso matar).
Debo admitir que estoy de acuerdo con él en esto último. Todos nosotros podemos llegar a matar si se da la concatenación de circunstancias apropiadas. La violencia es una respuesta que reside en todos (no digamos ya sólo seres humanos) seres vivos de este planeta. Por tanto, en principio puede parecer un argumento lógico, un axioma; todos los hombres podemos ejercer violencia, y dado que el maltrato es una forma de violencia, también podemos ser maltratadores. Pues no, Vimes, no es así de simple. No hace falta ser ducho en lógica aristotélica para saber que ambas premisas dan una conclusión falaz. 
 
El maltrato, violencia intrafamiliar, violencia de género (utilicen la expresión que consideréis más apropiada) es un tipo cruel de violencia, pero no es la única. La violencia abarca un espectro casi ilimitado de respuestas agresivas y lesivas, y no podemos coger un saco y meter todas esas diferentes clases de violencias en él como si tuviesen la misma naturaleza y la causasen los mismos mecanismos. Todos podemos agredir o matar si se dan las circunstancias apropiadas, pero no todo el mundo puede planificar un asalto, preparar en la guantera del coche un kit de violación, acechar a un niño, engañarle para aproximarse a él, forzarle a entrar, abusar sexualmente de él, y abandonarlo desnudo y desorientado en el arcén de una carretera como haría cualquier agresor pederasta.
 
El maltrato no es un acto de violencia espontáneo, fruto de una serie de circunstancias concretas que estallan en un golpe dirigido al rostro de nuestra pareja. El maltrato tiene una característica que es indispensable para considerarlo realmente maltrato; ha de ser continuado, repetirse en el tiempo. Es un tipo de violencia con características bien definidas y que no se centra en el simple estallido de rabia visceral que conduce a la agresión física. Las palizas es la muestra más visible del maltrato, pero antes de que el maltratador propine a su pareja la primera paliza, se le exige un “trabajo” previo dirigido a anular la respuesta de huida de la víctima. Ese “trabajo previo” es una forma sutil, meditada e intencionada de violencia encaminada a menoscabar la autoestima y salud psíquica de la víctima, para evitar que huya después de la primera paliza (como haría si no hubiese allanado el camino antes).
 
En la brillante argumentación que da en la caja de comentarios de su blog a un usuario está la clásica comparación con la Alemania Nazi. “No importa que no nos consideremos incapaces de llevar a cabo un acto de violencia continuado y perverso porque, en las circunstancias apropiadas, cualquiera puede convertirse en un tirano. El ejemplo está en la Alemania Nazi, cuando toda una sociedad persiguió y masacró a los judíos”. Creo que ese “argumento” merece que me extienda en el próximo artículo, pero ya os adelanto que esa tesis demuestra la infantilidad de la lógica de Vimes.
 
 

El escándalo de las denuncias falsas

Lloró mucha gente de alegría cuando leyó el artículo la víspera de Nochebuena. Fueron sus únicos Reyes Magos en muchos años. Después de tanto tiempo de dolor y sufrimiento en soledad comprobaron que no eran los únicos, que no estaban solos en el martirio, que son legión los represaliados, aquellos a los que han arrebatado sus Derechos Humanos más básicos.

Solo por eso mereció la pena publicarlo, aunque la bicha acabe mordiendo y el veneno sea trágico. Cuando la justicia agoniza solo quedan los medios. Veremos durante cuánto tiempo. ¿Regresará la tan española tradición del exilio?

Miles de españoles inocentes sufren cada año arrestos indiscriminados, tortura y prisión a causa de la perversión judicial y legal vigente.

Son condenados mediante juicio sumario, mediante recursos que ni siquiera se estudian, que tan solo refrendan las animaladas perpetradas en primera instancia, sin garantía judicial alguna. Juicios donde el infortunado entra con la presunción de culpabilidad colgada al cuello y sale culpable y con cepo. No ha tenido defensa. ¿Para qué perder el tiempo con gente inocente cuando los prejuicios imperan?

Los Derechos Humanos han sido abolidos en España para una parte importante de la población. La ley abyecta que ha vuelto a implantar la Inquisición después de dos siglos los ha cancelado.

Demasiados jueces la aplican con saña criminal. ¿Por qué? Habrá que investigarlo.

Muchas denuncias falsas se convierten así en condenas ciertas. ¿Cuántas son? No se sabe a ciencia cierta ni falsa. Investíguese. ¿Acaso hay miedo en mostrar a la sociedad la mayor vergüenza de esta democracia cobarde que pugna por destruirse ella sola?

Los Derechos Humanos han sido abolidos en España para una parte importante de la población. La ley abyecta que ha vuelto a implantar la Inquisición después de dos siglos los ha cancelado

El motivo aparente es el maltrato psicológico, discutir con la pareja (o ex) aunque no lo oigan los vecinos ni haya rastro ni pruebas. Está penado con la cárcel en España. Hasta ese punto ha llegado el buenismo perverso, la locura de un sistema criminal que creíamos finiquitado siglos atrás, que encarcela de manera indiscriminada a sus propios ciudadanos.

Basta una denuncia falsa, unas cuantas actuaciones irregulares por parte de demasiados jueces y fiscales entusiastas, promovidas por abogados desalmados y psicólogos ideologizados, y al talego el reo.

Dice el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que las denuncias falsas no llegan al 0,01% de los casos. Son aquellas que el mismo denunciante acaba reconociendo como tales y las que informan jueces y fiscales. Suena a chiste el dato. Es falso por necesidad y lógica.

Como todas las denuncias son automáticamente verdaderas al no existir la presunción de inocencia, la simple acusación es siempre veraz y el reo es pateado sin poder rechistar. Ningún juez o fiscal va a informar jamás acerca de sus propias tropelías.

Los garantes de vigilar un juego limpio, los observatorios encargados, no se toman la molestia de observar nada. Mucho menos de investigar la magnitud del drama. Clausúrense. Ábranse otros nuevos limpios de polvo y paja.

¿Cuál es la dimensión real de la tragedia? Según diversas fuentes, de una población reclusa de 61.682 en 2013, los encarcelados por violencia de género podrían llegar a ser un 15%, unos 10.000. El INE solo informó de 3.930. Tal dato levanta suspicacias.

Es imposible extrapolar la proporción de inocentes encarcelados. Podrían superar fácilmente los 5.000, si no más.

Si a eso añadimos los que no han entrado en prisión al tener penas de menos de dos años, la cifra de condenas injustas al año sería de varias decenas de miles.

Tales magnitudes asombrosas merecen una investigación en profundidad, rigurosa, independiente y seria. Cualquiera que conozca los entresijos del sistema sabe que las denuncias falsas y los inocentes encarcelados se cuentan por millares cada año.

No hay más que hablar con abogados o jueces decentes, o escuchar a los infortunados que están deseando contar a un país autista e inconsciente su sórdida y dramática historia, aportando sentencias disparatadas, información y datos. ¿Cuántas son? No se sabe. El trabajo pendiente es ingente.

Es imposible extrapolar la proporción de inocentes encarcelados. Podrían superar fácilmente los 5.000, si no más. A eso hay que añadir los que no han entrado en prisión al tener penas de menos de dos años

Los organismos supuestamente encargados de luchar contra la violencia de género son los primeros interesados en no informar de la verdad a causa de la corrección política y el miedo mediático, fomentándola con su pasividad, su integrismo y los datos erróneos proporcionados.

La justicia, como institución, no tiene intención alguna de ponerse en evidencia dando facilidades. Corporativismo obliga. Ha traicionado al pueblo. Se niega a investigar el asunto y mucho menos darlo a conocer. Reitera burdas mentiras. Cada día los mismos “errores”. ¿Miedo? ¿Prejuicios? ¿Dinero? ¿Por qué?

Habrá que ayudarla desde fuera. ¡Que medios y televisiones se armen de valor! ¡Que se dignifiquen de una vez! ¡Que clamen contra la injusticia y la tristeza! ¡Que pongan cara a los humillados! ¡Que contribuyan a rehabilitar a los damnificados! ¡Que defiendan los Derechos Humanos!

En Andalucía lo denominan el negocio de la “igualdá”, con sorna, a causa de la lluvia de subvenciones desparramadas para todos menos para las víctimas. Convertirá en asunto menor el escándalo de los ERE. En el más atroz contubernio al jugar con la libertad y el sufrimiento de sus propios ciudadanos. Denúnciese.

Este Gobierno está obligado a desactivar las leyes fascistas que hace diez años aprobaron sus Señorías, quiero creer que por ignorancia la mayoría. Me gustaría pensar que lo hicieron sin una reflexión seria, obligados por la disciplina de partido ocasionada por el miedo y el qué dirán. Por no ser suficientemente “progresistas” ni tener buen rollo. Bien se la colaron.

España es el país de Europa con la mayor población reclusa por habitante. Están todos dentro menos los que tienen que estar.

Es causa mayor el maremágnum legal y las leyes farragosas de pésima calidad con las que cuenta.

Cosa que contamina a los que tienen la obligación de aplicarlas, colapsando de manera absurda los juzgados, dejando en la calle a los verdaderos chorizos que nos han arruinado, mientras su aclamada ineficacia atrae criminales de fuera. Es necesario regenerar de manera urgente la justicia, a pesar de ella.

El Gobierno está preparando una ley de custodia compartida. Que se dé prisa. Que sea retroactiva. Que repare injusticias cometidas, chantajes y coacciones vilmente perpetrados.

No servirá para nada. Muchas custodias compartidas son automáticamente anuladas a causa de las denuncias falsas que llegan a continuación, aplicando la ley genocida vigente, con el fin de poner en evidencia a los jueces decentes que, haberlos haylos, aunque sean minoría. Háganse oír. Se necesita su colaboración, que se armen de valor. Hacen lo que pueden. No es suficiente.

España es el país de Europa con la mayor población reclusa por habitante. Están todos dentro menos los que tienen que estar

Tal ley en proyecto no será de ninguna efectividad si no se soluciona de manera paralela el escándalo de las denuncias falsas, si no se deroga la fatídica ley inquisitorial en criminal vigor que convierte asuntos de derecho civil, como un simple divorcio, en cuestiones de derecho penal, saturando los juzgados y enviando inocentes a prisión, mientras los abogados codiciosos hacen cumplida caja.

¿Por qué no devolver la dignidad a tantos padres y niños maltratados por la justicia? ¿Por qué produce terror pretender arreglar tantas tragedias?

¿A quién le causa pavor encargar una investigación independiente y rigurosa, revisar las actuaciones judiciales caso por caso supervisadas por observadores internacionales cualificados, rehabilitar a tantos miles de condenados de manera injusta, excarcelar inocentes que continúan en prisión, volver a hacer felices a tanto niño manipulado y entristecido que crece sin el calor y la compañía de su padre?

Y, no menos importante, devolver la arrebatada dignidad a estos últimos, dejando de envilecer a la otra mitad de la población.

Que la comunidad internacional sea consciente: se cumple el décimo aniversario del restablecimiento de la Inquisición en España. El Tribunal Constitucional continúa como su garante más fiel al haber denegado más de doscientos recursos de inconstitucionalidad contra tal ley criminal. La macabra institución secular ha regresado al corazón de Europa.

Si la justicia española no es capaz de regenerarse por sí sola, la ciudadanía, como poder soberano, la obligará a la fuerza. Los medios tienen el deber de denunciarlo, garantizando así su propio futuro y los Derechos Humanos de TODOS los ciudadanos. Realícese tal investigación. ¿Dónde está Europa?

De la minifalda a la Ley de Violencia de Género para justificar asesinatos machistas

Recuerdo que el verano de mis 15 tuve noticia, por primera vez de primera mano, del asesinato de una mujer a manos de su marido. La pareja regentaba un negocio de venta de muebles justo al lado de la tienda de mi padre y de ellos se podría decir lo que 10 de cada 10 vecinos de parejas tocadas por la violencia de género suelen decir: “eran una pareja normal”.

Hasta que un día él la mató. No supe mucho más a parte de que él la estranguló hasta asfixiarla, no había antecedentes aparentes de malos tratos y nada parecía indicar que algo así pudiera suceder. Pero sucedió. Y tras la conmoción inicial, se desató el habitual escrutinio de la vida de la pareja para tratar de explicar el asesinato.

En ese momento me encontraba en la tienda de mi padre y, con la curiosidad de mis 15, me dispuse a escuchar la conversación del grupo de padres de familia que se encontraban en ese momento en el establecimiento. Lamentaciones varias, gestos de consternación… y de repente alguien dejó caer el comentario: “la verdad es que se ponía unas faldas… lo mismo el pobre hombre no pudo más”.

Me quedé estupefacta. ¿Debía empezar a preocuparme por mis faldas? ¿Sería en el futuro víctima responsable de cabrear tanto a una persona como para justificar que me matara? Corría el año 1.997 y casi 20 años después no hemos avanzado tanto como creemos: siguen muriendo mujeres a manos de sus parejas o ex-parejas, y sigue habiendo quien trata de justificar la violencia machista.

A pesar de todo lo que hemos avanzado, hay quien ha cambiado las faldas por la Ley de Violencia de Género y demás legislación impulsada por el Lobby Feminazi -esa poderosísima (e imaginaria) organización de mujeres gordas, feas, bigotudas y lesbianas, muy lesbianas, cuyo objetivo real no es la Igualdad sino el sometimiento del hombre-. La cuestión es encontrar un argumento para seguir justificando lo injustificable. 

El mito de las denuncias falsas y las detenciones ilegales

Cada vez con más frecuencia, en cuanto se produce un asesinato machista se desata un virulento debate en el que parte del sector masculino se dedica a hacer campaña en contra del feminismo, en defensa de los derechos del hombre e incluso llega a justificar al asesino por ese supuesto maltrato del que se declaran víctimas. Los mecanismos más frecuentes son los siguientes:

– Negación: “la violencia es violencia, no es machista ni feminista” (llegan a utilizar los términos de forma antagónica). “Las feminazis utilizan el machismo para seguir beneficando a la mujer sobre el hombre”. “Este hombre no ha matado a su mujer porque fuera machista sino porque estaba loco”

– Menosprecio del sufrimiento de la víctima de violencia machista o intento de restarle importancia al asunto. Normalmente viene seguido de la denuncia del maltrato que sufren los hombres, silenciado por el lobby feminazi, y/o la culpabilización de las víctimas.

– Equiparación de la violencia machista con el maltrato del hombre por parte de la mujer. Comparable a equiparar el abuso sexual infantil con el maltrato de un hijo hacia sus padres.

– El más vergonzoso e ignominioso de todos los argumentos: la justificación del crimen por los efectos de la Ley que tiene por objetivo evitar estos crímenes. En este caso, hasta periodistas de renombre y una innegable capacidad de influencia sobrela sociedad aprovechan su posición para alimentar la vergonzosa justificación (en un ejercicio de irresponsabilidad extremo que debería ser penado):

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De todas las medidas que incluye la Ley de Violencia de Género, hay una a la que los seguidores de esta corriente de pensamiento se agarran como a un clavo ardiendo: las detenciones que se llevan en caso de denuncia falsa. Denuncias que, según datos de la Fiscalía General del Estado desde 2009 a 2013, no suponen ni el 0,1% del total de denuncias:

Muchos otros recurren al tema de la custodia de los hijos y las pensiones alimenticias en caso de divorcio, llegando a responsabilizar a las mujeres del suicidio masculino. Curiosamente, no ven las pensiones impagadas ni la violencia que ejercen muchos maltratadores sobre sus ex mujeres a través de sus propios hijos, incluso llegando a matarlos gracias a esa misma Ley que dicen que les perjudica pero que deja a los niños en manos de maltratadores en nombre de la custodia compartida. Pero eso tampoco lo ven.

¿Por qué esta necesidad de hacerse pasar por víctimas y tener que defenderse atacando a las mujeres? La respuesta es extensa y los motivos variados, pero casi siempre parecen estar ligados a un temor a que la Igualdad se salde con una merma de sus derechos en el contexto de la sociedad patriarcal en la que han crecido, acostumbrados a disfrutar de todos los derechos y libertades sin tener que competir con sus homólogas femeninas (este vídeo representa este fenómeno a la perfección).

Así, ante los esfuerzos que se invierten para acabar con la violencia machista contraponen una supuesta superprotección de la mujer (que de momento no parece dar muchos frutos si consideramos que las denuncias por maltrato no disminuyen y la cifra de asesinatos machistas tampoco) frente a una supuesta indefensión del hombre.

5 reflexiones que imposibilitan justificar la violencia machista

Aún con todo, en un ejercicio de empatía extrema, me pongo en el lugar de los hombres que viven con miedo a la Ley de Violencia de Género y me solidarizo: es horrible sentirse indefenso. De eso sabemos mucho las mujeres, convivimos el miedo desde que tenemos uso de razón y éste nos acompaña toda la vida.

Dia_contra_la_violencia_machistaInsisto: me solidarizo. Porque es horrible sufrir por algo que no has hecho. Como cuando un amigo intenta un acercamiento sexual y al ser rechazado nos acusa de ser una golfa calientapol habernos insinuado. O como cuando un extraño te soba el culo en una disco porque dice que con esos vaqueros ceñidos vas provocando. O como cuando abusan sexualmente de ti mientras estás inconsciente pero hasta el juez desestima que haya habido violación porque no has dicho “NO” claramente (además, si has bebido tanto fijo que es porque tenías ganas de marcha, golfilla…).

Pero más horrible que el miedo y la injusticia es tratar de justificar el acto de un asesino que ha matado a una persona porque se creía superior a ella, porque la consideraba de su propiedad. Además de horrible, es mezquino, absurdo, inexplicable. Y aunque está muy de sobra, porque en materia de violencia de género no hay justificación que valga, sí me gustaría reflexionar sobre 5 puntos que hacen imposible que nadie con dos dedos de frente utilice las leyes para explicar una acción tan aberrante:

Primero: el sufrimiento de una persona no justifica que haga daño a otra. Sufrir no es una licencia para herir.

Segundo: la gran mayoría de hombres que agreden o asesinan a sus mujeres no han sufrido en ningún momento los rigores de la Ley de Violencia de Género ni de las políticas de Igualdad. Muchos ni siquiera fueron denunciados jamás.

Tercero: la mayoría de los hombres que manifiestan sentirse maltratados por la Ley, nunca han tenido problemas a causa de esta Ley. Es poco ético anteponer un sufrimiento inexistente al sufrimiento REAL de una persona que precisamente esa Ley intenta proteger. 

Cuarto: con los datos en la mano, hay motivos más que suficientes para actuar ante la más mínima sospecha de maltrato. Normalmente los partes médicos hablan por sí solos. Y si de verdad crees que la mayoría de mujeres denunciantes se autolesionan… has visto muchas películas.

Quinto: queda mucho por hacer en materia de Igualdad si crees, como yo, que Igualdad también es que nosotras podamos volver a casa a cualquier hora sin tener que pedirle al taxista que espere hasta que entremos en el portal; que podamos disfrutar del Chupinazo de los Sanfermines sin ser abusadas sexualmente; que a ninguna mujer le pregunten si piensa tener hijos en una entrevista de trabajo; que, como bien decía Barbijaputa en su último post en alusión al asesinato de Laura y Marina en Cuenca, no tengamos que ir con una amiga a recoger nuestras cosas a casa de nuestro ex. La lista de “ques” es inagotable.

Os aseguro que estoy enfadada hasta la indignación y que siempre es tentador empezar a despotricar y utilizar otro tono para señalar lo que me parece inaceptable. Recurrir al “estoy hasta el coño” que veo mucho por redes sociales últimamente. Pero la verdad que no necesito ni violencia en mis palabras, ni palabras malsonantes para empoderarme y hablar claro. Yo vengo empoderada de casa.

Prefiero repetir hasta la saciedad que LA IGUALDAD ES COSA DE TODOS y para avanzar en materia de Igualdad necesitamos acabar con el miedo y la amenaza real que supone el machismo, una amenaza que demasiado habitualmente se consuma y mata. Y para acabar con ello nos necesitamos A TODOS, hombres y mujeres, sin excepción. Unidos.

Porque el feminismo no es lo opuesto al machismo, es un movimiento de todos y para todos que busca la Igualdad entre el hombre y la mujer. No existe el tal movimiento “feminazi” ni mucho menos lo que llaman hembrismo. No nos creemos superiores, ni queremos serlo. No buscamos venganza, ni cobrarnos la revancha.

Las mujeres solo queremos VIVIR EN LIBERTAD Y EN IGUALDAD de derechos, obligaciones y oportunidades. Queremos VIVIR SIN MIEDO. Pero ante todo vivas, NOS QUEREMOS VIVAS.

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De elfas y orcos. Violencia de género. Una reflexión de Alicia V. Rubio Calle

La ideología de género tiene como uno de sus objetivos primordiales la demonización ontológica del varón, la degradación de la mujer, la manipulación de los niños y la destrucción de la familia.

Puesto que la demonización del varón es uno de los objetivos de la malhadada ideología de género, unos medios informativos perfectamente orquestados y manipuladores se empeñan en darnos una visión negativa de ese colectivo, los varones que, casualmente, son la mitad de la sociedad.

Al varón se le trata de dibujar como un ser violento e hipersexualizado, incapaz de controlar sus pulsiones lascivas y homicidas, un ser despreciable. Vamos, un orco.

Las mujeres, en cambio, son presentadas como unos seres beatíficos incapaces de guerras y violencias a los que los orcos tratan de esclavizar sexual y domésticamente y a las que obligan a tener y criar hijos orcos que continúen con el dominio y elfas que sirvan a los nuevos orcos.

Estos orcos sin sentimientos, como ya han sospechado, pertenecen a un Mordor terrorífico llamado patriarcado, que domina la tierra media desde su lúgubre y secreta morada y dirige, sin excepción, las mentes simples y perversas de todos sus súbditos orcos.

Sin embargo, nos cuentan que algunas elfas valientes se han rebelado contra Mordor y sus orcos y tratan de instaurar un bello Rivendell donde podamos vivir en paz las elfas y algún orco al que, si se hace consciente de su maldad intrínseca y colabora a la destrucción de Mordor, se le perdona lo feo y malo que es.

Se supone que ustedes y yo vivimos en tan angustioso lugar, pese a que no tengamos la percepción de que sea así. Y, por ello, por nuestra clara evidencia de que todo ese mundo de elfas y orcos es una mentira, los medios de comunicación y, lo que es peor, nuestros gobernantes, se afanan en presentar como real, con los métodos más arteros y miserables, ese mundo imaginado.

Nuestros gobernantes, encima, rivalizan en encabezar la cruzada contra Mordor y en resolver la situación venciendo a ese monstruo invisible y a sus odiosos seguidores, concretamente la mitad de los españoles. 

Para ello destinan ingentísimos fondos, pese a que muchos, ni vemos Mordor, ni vemos orcos, ni vemos el destino de los fondos, ni se resuelve nada de lo que cuentan que pasa y que sigue pasando (¡si deja de pasar, se acabaron los fondos!) como si los miles de millones de euros contra Mordor se esfumaran de camino. Y es que, de camino a ese Mordor imaginado hay cantidad de bolsillos agradecidos con los colores de la bandera de Rivendell.

Como la elfa no puede ser violenta y matar, desde el año 2010 las estadísticas oficiales no reflejan las cifras de orcos asesinados por sus parejas elfas. En cambio, sí se refleja la situación inversa: las elfas asesinadas por orcos (una media de 60 al año en una población de 22.000.000 de elfas, y una de las más bajas de de la Tierra Media Europea) son aireadas y repetidas hasta la saciedad.

Asociaciones civiles contabilizan los orcos muertos a manos de elfas a través de la prensa, local en muchos casos: vamos, que sólo las ven los hobbits de La Comarca, pues la muerte de orcos en esta sociedad dirigida por Mordor no merece, curiosamente, prensa nacional. Y la media oscila alrededor de 30 al año. La mitad que elfas, pero no existen. Dicen que no los mata Mordor y, por ello, su muerte y su mísera vida orca no valen un duelo. Me pregunto si los mata Rivendell.

Jopetas. Diríase que ni las elfas son tan buenas y tan inofensivas, ni los orcos tan malos.

Pues no. Como las elfas, tan buenas ellas, no mienten, en la Tierra Media hay una ley (LIVG) que, sólo con la palabra de la elfa afirmando que el orco ha puesto “cara de contactar con Mordor”, el orco con el que convive va al calabozo sin presunción de inocencia, que para eso es un malo malísimo. La elfa, en clarísima situación de desamparo se queda con la casa, los elforquitos y una pensión que el orco ha de pagar aunque se muera de hambre.

¿Y si una elfa mintiera por odio, por venganza, por interés? Pero no, no mienten nunca. No existen las denuncias falsas.

Los orcos, en su infinita maldad y oyendo la voces de Mordor, a veces matan a sus hijos (sin distinción entre elfas y orcos). Mientras se estuvo contemplando en las estadísticas oficiales, los orcos mataban un 33% de las criaturas. A partir de 2011 se dejó de reflejar en las mismas… quizá porque ese 66% restante de asesinados por sus progenitores recaía en las elfas. Y una elfa no mata. Y si mata es por locura, depresión o enajenación. El orco mata por maldad. Jamás tiene depresión, esquizofrenia, alcoholismo… Por maldad y porque se lo manda Mordor. A la bondadosa elfa… ¿no se lo manda Rivendell?

Las cifras, pese al oscurantismo oficial, siguen siendo las mismas: 33% versus 66% “a favor” de las elfas. Los niños que matan estas elfas no existen, no se les da proyección pública. Sólo existen dos “momentos hobbit” en la vorágine informativa: para informar de su muerte y para informar de que la elfa asesina tenía depresión o enfermedad mental. Justificado, por tanto, y cerrado el caso. Hay quién llama angelitos negros a eso pobres niños muertos a manos de sus madres.

El mismo oscurantismo que hay desde 2010 respecto al estado civil (en proceso de separación) de los orcos que se suicidan, cosa extraña en un mundo que tanto les beneficia. Asociaciones civiles aventuran que superan el millar al año por la aplicación legislativa de ese universo de fantasía que sólo un orate, o un malvado, o alguien que se lucra de ello, puede materializar en leyes discriminatorias contra los varones hechos orcos por la gracia del Rivendell más falso, miserable y homicida que imaginarse pueda. Y de todos los trolls, esos sí que lo son, que colaboran en ello.

Transformación de la mitad de la población en orcos, generalizaciones de maldad y estigmatizaciones que, si se hicieran con una raza o religión, causarían escándalo. Inexplicable oscurantismo del Gobierno en las cifras que “no interesan”. Y demasiada gente colaborando por desconocimiento, por buenismo y, sobre todo, por ese dinero, invertido contra Mordor, que alimenta la patraña. Porque, en esta Tierra Media, no hay orcos, ni elfas: hay personas. Seres humanos buenos y malos, nobles y despreciables al margen de su sexo. Seres humanos que nunca tuvieron, ni tendrán, género.

“En caso de peligro, las mujeres y los niños, primero”

“Machete al machote” “Al varón, castración”

Respectivamente Mordor y Rivendell. Nos hemos vuelto definitivamente locos.

Dedicado a esos diputados europeos (MEP’s) que han votado a favor del Informe Rodrígues para que la doctrina falsa y desquiciada de Rivendell se imponga en los colegios por el “empoderamiento de las elfas”. Gracias.

Alicia V. Rubio Calle

Prolifera la agrupación de denunciantes a equipos psico-sociales de Juzgados de Familia y Género

Sábado, 12 de septiembre de 2015.

Elaboran informes tergiversados, falsarios y ocultistas

En este Diario venimos publicando una serie de artículos sobre casos de niños sustraídos a progenitores por el Estado de forma irregular o su intento, sacándolos de su entorno familiar natural para derivarlos hacia residencias concertadas o familias de acogida o adopción, haciendo hincapié en el papel protagonista que ejercen los equipos psicosociales de muchos juzgados que, influidos por intereses de la “Ideología de Género”, elaboran informes tergiversados, falsarios y ocultistas que dan motivos para decisiones judiciales que, de otra forma, parecerían absolutamente injustificables.

 

En el primero de la serie (“Gabinetes psicosociales de Familia: salta el escándalo” publicado el 23 de julio de 2015) se presentaba una iniciativa, encabezada por un grupo de damnificados andaluces, que consiste en presentar denuncias individuales que, sumándose a un expediente ya abierto, generan una colectividad o agrupación. Para facilitar el camino a aquellos afectados anónimos que desearan sumarse, se ofrecía un correo electrónico de contacto que continúa disponible: sereshumanosymenoresdestruidos@hotmail.com

 

Tras la presentación de la denuncia, se han ido sumando personas de todo el país, tanto hombres como mujeres y matrimonios o parejas a los que se les ha sustraído los hijos o se les ha apartado a alguna de las dos familias parentales, mediante decisiones judiciales basadas en informes falseados. A día de hoy, tenemos constancia que hay denuncias en Sevilla, Córdoba, Cádiz, Huelva, Almería, Murcia, Barcelona, Madrid, Valencia, Asturias, Vizcaya y Palencia y que se están preparando en otras provincias como Granada, Baleares, Tarragona, León, Zamora o Pontevedra, en una movilización ciudadana sin precedentes en España. Se denuncia todo tipo de abusos a menores, mujeres y hombres por parte de las Instituciones del Estado Español que supongan una VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DEL MENOR. Al ser un tipo de delito que NO PRESCRIBE, se puede denunciar casos antiguos como fue el de los “Niños Robados” que había ocurrido entre los años 70 y80.

 

La mecánica para unirse a esa denuncia es sencilla:

 

  1. En primer, lugar cada afectado debe redactar el suceso que quiere denunciar. Lo puede hacer por sí mismo, pedir ayuda a los compañeros a través del correo colectivo o a su abogado. Aunque generalmente los abogados se resisten a emprender acciones contra profesionales de los juzgados con los que tendrán que seguir trabajando después, en este caso no tienen que representar al denunciante, sino tan solo ayudarles a redactar el texto.
  2. La denuncia se dirige a la Unidad de Apoyo de la Fiscalía General del Estado, para unirlo al expediente de Diligencias de Investigación 1213/2013. Se presenta con registro de entrada ante cualquier ventanilla de Registro General de la Administración Pública del Territorio Nacional. También se puede presentar por correo electrónico, como han hecho la mayoría de los denunciantes, dirigiéndolo a: atencionalciudadano.fge@fiscal.es , indicando en el “asunto” del correo el número de Diligencias anteriormente citado y adjuntando en PDF los archivos con el informe psicosocial que se denuncia y las pruebas que demuestran que el informe es falaz, manipulado, tergiversado u ocultista.
  3. A continuación hay que entregar una copia de la denuncia y pruebas entregadas para la Fiscalía General del Estado en la Policía Judicial de la Guardia Civil, en la Comandancia de la provincia donde sucedieron los hechos denunciados. Se puede presentar y pedir que se registren en el Cuartel de la Guardia Civil más cercano, dejando constancia que no se acude a denunciar nada, sino a realizar un “registro de pruebas” para una investigación que ya se encuentra abierta. También se puede hacer en el Registro de entrada de cualquier organismo oficial, incluido Correos, dirigiéndolo a la Policía Judicial de la Guardia Civil de la Comandancia donde sucedieron los hechos. No hay que acudir a la Policía Nacional ya que son cuerpos totalmente diferentes y que la investigación está abierta en la Policía Judicial de la Guardia Civil. El que resida en el extranjero lo puede hacer en la Embajada de España en el país correspondiente.

 

El camino se puede continuar de la mano de los organizadores de este colectivo, comunicando la denuncia a organismos Nacionales e internacionales como el Tribunal Constitucional, Defensor del Pueblo, el Rey, el Papa, las embajadas de Países de la Unión Europea, etc. Por vía judicial, ya se ha presentado denuncia colectiva contra el Estado Español en el Tribunal Internacional de La Haya que, tras su conocimiento, ha expresado su asombro ante toda la barbarie humana que durante más de diez años se ha sufrido en España. Para sumarse a este nuevo paso se ha tenido que dar los anteriores. La primera, la interpuso un hombre de Sevilla en agosto de 2015 y ya se le han sumado dos hombres y una mujer más en Sevilla, así como una pareja de Barcelona y otra Valencia y mujeres de Madrid y Asturias.

 

Gracias a esta iniciativa colectiva, muchos ciudadanos ya han perdido el miedo a esto que califican de “trama mafiosa que está destruyendo la vida de menores, mujeres y hombres” y han empezado a incorporar al mismo expediente denuncias contra Jueces y Fiscales por actuaciones similares a las de los Gabinetes Psicosociales de Familia.

 

Los organizadores declaran haber renunciado a acudir al Tribunal de Estrasburgo porque siempre ha bloqueado cualquier denuncia contra los intereses de la Ideología del Género en España. Aseguran que ha demostrado su complicidad con esta trama amparando la falta de vigilancia y control sobre las subvenciones que les dedica la Unión Europea, a pesar de que estaba siendo utilizado para Violar los Derechos Humanos y del Menor.

 

Aunque todos somos conscientes de la escasa sensibilidad que la Justicia y los Organismos Públicos demuestran a veces hacia las iniciativas del pueblo llano para defenderse del pillaje de grupos de poder organizados, como el que representa el “Género”, la proximidad de unas elecciones generales podría resultar una buena aliada para este colectivo que intenta organizarse y crece cada día en fuerza y número.

 

Fuente: http://vegamediapress.es/not/11890/prolifera-la-agrupacion-de-denunciantes-a-equipos-psico-sociales-de-juzgados-de-familia-y-genero

Ahora vas, y pides “la compartida”

Martes, 8 de Septiembre, 2015

¿Quieres custodia compartida? Bien, te vas a enterar, no me a costar nada, ni te vas a enterar que he llamado pues no deja rastro la llamada, y con tranquilidad puedo llamar hasta desde el teléfono fijo. Y además te voy a “calzar” con una denuncia, y puesto que no eres el alcalde Loja, ni el director del Centro Amate del PSOE, será casi imposible que se archive en el fin de semana, ante lo cual, te vas a pasar un finde semana en el calabozo, cuándo salgas de allí ya no vas a poder entrar en nuestra casa, y a ver a tus hijos con cuenta gotas, aparte de tener que mantenerme. Pero es que además, con esta denuncia impido, a través del artículo 92 punto 7 de nuestro Código Civil, que se aplique la custodia compartida mientras el proceso de violencia de género se encuentre abierto, Ahora vas y pides la compartida.

El texto es de la persona que ha localizado la imagen:

“Chorradas” que miran 30.000 personas…)) En este caso, LA CONTRAPORTADA DEL JUERVES (hecha por nuestro compi, Sheyer Steve) , a la PORTADITA DEL JUEVES.

Fuente:
Javier Xavier
https://www.facebook.com/bychorradas/photos/a.529255417151579.1073741832.465733106837144/880635858680198/?type=1

Fuente:  http://custodiapaterna.blogspot.com.es/2015/09/ahora-vas-y-pides-la-compartida.html